DestacadasInternacional

Europa, rehén de Putin

Reflexiones independientes

Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,

Director General de la Revista Macroeconomía

El miedo a la guerra mundial ha convertido a Europa en un rehén de Putin, bajo la amenaza de que permiten que destruya a Ucrania o desatará la guerra atómica.

La Organización del Tratado del Atlántico del Norte, OTAN, se reunió en Bruselas con la asistencia de Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos, y llegó a acuerdos para asistir con armas convencionales y municiones al Ejército ucraniano, pero ha resultado una ayuda insuficiente, como lo demuestran los hechos y los gritos de auxilio desesperado que pone todos los días en las reuniones internacionales por internet que realiza el Presidente Volodímir Zelenski lo mismo con el Parlamento Inglés, que con la Asamblea Francesa, el Congreso Norteamericano y el Parlamento Canadiense; los altos dirigentes occidentales, presidentes y primeros ministros, parlamentarios europeos y norteamericanos se conmueven ante las palabras de Zelenski quien les muestra en videos las masacres que ejecuta Vladímir Putin en Ucrania, lo mismo en Kiev y sus alrededores, específicamente en Bucha que en Mariupol, ahora totalmente destruida y donde el alcalde declara que ha sufrido 22 mil muertes, entre ellos niños, mujeres, ancianos.

Occidente se da cuenta de las masacres porque los grandes medios de difusión exponen videos y fotografías de horror; la Corte Internacional de Crímenes de Guerra ha iniciado sus trabajos de investigación y reunión de pruebas de esas actividades criminales con la intención, hacia el futuro, de establecer un juicio similar al de Nüremberg; sin embargo, todo eso no es suficiente.

Ahora mismo, el verdaderamente angustiado y desesperado, atribulado y muy valiente, tal vez heroico Presidente Volodímir Zelenski, hombre de 45 años con esposa e hijos, le pide, le suplica, le ruega a Occidente que le envíen armamento pesado y aviones para defender a Mariupol, a la que se acercan divisiones rusas con tanques, carros de guerra y ha sido enviado ya un barco destructor para disparar contra la ciudad misiles de gran poder destructivo; hay muertos en las calles y las morgues de esa ciudad y de otras cercanas están llenas.

En un gesto de solidaridad, el Primer Ministro británico Boris Johnson, se presentó sorpresivamente en la ciudad capital de Kiev y la recorrió al lado del Presidente Volodímir Zelenski, protegidos por soldados, no sin temor de sufrir un atentado; el mandatario inglés ofreció ayuda económica y abastecimientos militares al Presidente ucraniano; pero tampoco ha sido eso suficiente.

Joe Biden, por su parte, estuvo en Polonia, en la frontera con Ucrania, donde visitó una base militar norteamericana y acusó a Vladímir Putin de ser un “carnicero” y “un criminal de guerra”, y terminó con la famosa frase de nueve palabras en inglés: “Dios mío, este hombre (Putin) no puede permanecer en el poder”; frase que le costó múltiples críticas de políticos y diplomáticos por personalizar el ataque al dictador ruso; pero tiempo después, cuando se descubrió la masacre de Bucha, Joe Biden reafirmó su dicho.

Ahora, bajo la idea de Putin, que se ha filtrado de su personal cercano, de que en la invasión de Ucrania “hay que escalar para desescalar”, el dictador ruso ha cambiado la jefatura del Ejército y puesto ahí a quien es, según los expertos militares internacionales, “un verdadero carnicero”, y quien ha sido encargado de atacar brutalmente a la ciudad y puerto de Mariupol, donde todavía permanecen 100 mil civiles.

El Primer Ministro alemán, Olaf Scholz, dice que Alemania tendrá que seguir comprando gas y petróleo a Rusia por lo menos un año más; la India deja de lado la advertencia de Joe Biden para que elimine sus compras de petróleo y gas a Rusia, y en Francia, al calor de la campaña electoral, la candidata de la derecha, señora Marine Le Pen y el candidato de la izquierda Jean-Luc Mélenchon, muestran ciertas coincidencias con las políticas sociales de Vladímir Putin.

En Estados Unidos, la amistad y simpatía entre Donald Trump y Vladímir Putin, son bien conocidas por todos, de tal suerte que el ex vicepresidente Mike Pence, le advirtió al propio ex Presidente Trump que “en el Partido Republicano no caben los simpatizantes de Putin”.

Los intereses económicos de las naciones europeas y el miedo a una guerra atómica han limitado la ayuda de las potencias occidentales a Ucrania; sin embargo, las circunstancias pueden llevar a escalar la guerra.

Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button