Estado de la Nación: el país avanza
El Presidente Enrique Peña Nieto llega a su Segundo Informe de Gobierno en un marco triunfal por haber logrado en forma democrática la aprobación de las 11 Reformas Estructurales que cambiarán la vida del país a partir de ahora.
Con las Reformas Estructurales aprobadas por el Congreso, a iniciativa presidencial, en los pasados meses, se inicia una Nueva Etapa de Desarrollo de México, con la mira puesta en el crecimiento económico general y también con la elevación del ingreso personal.
El progreso verdadero será aceptado por los mexicanos cuando lo vean reflejado en sus bolsillos; cuando eso ocurra, los padres de familia y los ciudadanos que caminan en las calles y viven en el campo dirán: “ahora sí estamos progresando”.
La Reforma Educativa, la Reforma Laboral, la Reforma de Telecomunicaciones, la Reforma Política, la Reforma Financiera, la Reforma Penal, la Reforma Fiscal y la Reforma Energética, se combinarán y actuarán de tal forma sobre la economía nacional que llevarán a un impulso histórico a la economía nacional, lo que se reflejará a la vez sobre la sociedad entera y sobre la calidad de vida de la misma.
Lo notable es que estas Reformas Estructurales se han logrado sin necesidad de sacar el Ejército a las calles, sino a través de acuerdos políticos trascendentes como lo fue el denominado “Pacto por México”, cuya vigencia apenas duró poco más de un año, pero cuya trascendencia llega hasta hoy.
Tanto es así que el PRD, cuyo presidente todavía en funciones, Jesús Zambrano, fue quien primero aceptó el Pacto por México y lo firmó, y un año después lo denunció y lo repudió, presionado por las corrientes más radicales de ese partido y las criticas vitriólicas de Andrés Manuel López Obrador; tanto es así, decimos, que es ahora el propio Jesús Zambrano quien recibe y cosecha los frutos de ese “Pacto por México”, que tanto sirvió al país, y que ahora de una manera política e indirecta, lleva a la Presidencia del Congreso de la Unión a dos perredistas leales al PRD, pero también leales al país, quienes son Silvano Aureoles, elevado a la Presidencia de la Cámara de Diputados y en las Sesiones conjuntas a la Presidencia del Congreso de la Unión, y Miguel Barbosa, llevado a la Presidencia del Senado; ambos por el lapso de un año, aunque es muy probable que Aureoles renuncie en enero próximo a su cargo cameral para involucrarse en la campaña político-electoral de Michoacán, Estado del que quiere ser Gobernador .
Así que, en los próximos meses, en las ceremonias oficiales, de las que hay muchas en este mes de septiembre, el Presidente Enrique Peña Nieto aparecerá flanqueado por los dos perredistas, tanto en el Palacio Nacional, el 15 de septiembre en la noche, como en el Monumento a los Niños Héroes, y en la ceremonia del Desfile del 16 de septiembre, que observarán desde el Balcón Central del Palacio Nacional.
UNOS NO QUERIAN QUE EL PRD PRESIDIERA LAS 2 CAMARAS
Y aunque a algunos altos funcionarios del gobierno y dirigentes priístas no les convencía el hecho de dejarles la presidencia de la Cámara de Diputados y del Senado a los perredistas, y menos lo aceptaban los líderes panistas, al Presidente Enrique Peña Nieto le pareció bien, porque las instituciones mexicanas son sólidas, han madurado políticamente y porque los dirigentes perredistas Aureoles y Barbosa tendrán que actuar en sus nuevos cargos camerales conforme a la Constitución de la República y a las leyes del funcionamiento interior de la Cámara de Diputados y del Senado.
No hay posibilidad alguna de un golpe de Estado, ni mucho menos; los tiempos de la violencia parlamentaria han pasado a la historia y será muy difícil que regresen, porque de hacerlo se produciría la condena del pueblo mexicano y los costos electorales se pondrían nuevamente a la vista.
El PRI regresó al poder presidencial, precisamente porque el pueblo se cansó de vivir la debilidad institucional y, sobre todo parlamentaria, donde diputados y senadores dieron espectáculos deleznables y donde el Titular del Poder Ejecutivo tenía que esconderse, evitar salir en público y, cuando lo hacía, con una exagerada y ofensiva seguridad personal, que lo aislaba de la gente.
El pueblo de México ha querido ver nuevamente instituciones políticas y administrativas firmes, maduras, no temerosas de la población ni de las acciones populares, sino al contrario, tener un gobierno que contribuya a la organización del pueblo, a su desarrollo económico, educativo, cultural, científico; ha querido ver a unas instituciones públicas preocupadas por el bienestar colectivo familiar y personal de los mexicanos, incluyendo tanto la economía como la seguridad pública y la paz social.
MEXICO AVANZA, SE MUEVE HACIA ADELANTE
Para lograr los acuerdos fundamentales que han permito las Reformas Estructurales del país, el Presidente Enrique Peña Nieto dispuso una serie de operaciones políticas de alto nivel para negociar con los partidos de oposición grandes y chicos: con el PAN, con el PRD, con el PT, con Movimiento Ciudadano (MC), con el Panal, pero también con el PVEM, que es un partido aliado del PRI y que está en crecimiento y del que se verán más cosas positivas en el futuro, a través del Gobernador Manuel Velasco y de sus dirigentes políticos en el Congreso de la Unión que han tenido destacadas intervenciones.
También es notoria la forma en que las instituciones actuales han dado un “Nuevo Trato” a Andrés Manuel López Obrador, a quien se ha incluido y aceptado como dirigente de un nuevo partido político, Morena, que ahora se someterá a las leyes electorales y a las instituciones de la nación; es decir, que se ha convertido en una oposición absolutamente legal, y que actuará bajo las normas establecidas en la Reforma Política; es decir, que será un partido de oposición más, que buscará el poder local, estatal y federal mediante una clara conducta de institucionalidad, que incluye la aceptación de fondos federales que este año de 2014 ascenderán a 37 millones de pesos y que el año próximo representarán una cantidad mucho mayor, para que ese partido pueda buscar la votación ciudadana.
EPN INFORMA EL ESTADO DE LA NACION
El Presidente Enrique Peña Nieto informa del Estado de la Nación Mexicana: un país que despierta después del amodorramiento económico de 12 años y que rompe las ataduras legales e institucionales que le estaban impidiendo avanzar.
“Con las Reformas Estructurales, surge un México nuevo que se dispone a incorporarse al ritmo del avance mundial”, expresa el Presidente Enrique Peña Nieto.
El Banco Mundial y la OECD aprueban y aplauden la transformación política y económica que ha puesto en marcha el Presidente Enrique Peña Nieto a través de las Reformas Estructurales que fueron aprobadas por el Congreso de la Unión en las semanas recientes.
Una nueva etapa de crecimiento económico con mejor distribución del ingreso nacional y paz social se abre para el país.
Se incorporan al sistema de seguridad pública otros cinco mil elementos de la Gendarmería Nacional, que servirán a la población en los lugares más críticos en materia de seguridad pública.
Todo ello se realiza en un marco institucional y de paz social y de actuación legal de los partidos políticos, incluyendo ahora al mismísimo Andrés Manuel López Obrador, como líder máximo de un partido político (MORENA) que se pliega a las leyes y a las instituciones electorales, ya no al antiguo IFE al que insultó y desautorizó, porque ha sido sustituido por un nuevo organismo denominado Instituto Nacional Electoral, con otros consejeros y otras funciones, todavía más amplias; pero ahora con la diferencia de que el nuevo partido político, MORENA, tendrá una nueva responsabilidad total ante las leyes electorales y ante las instituciones de auditoría electoral, porque recibirá desde ahora cuantiosos recursos públicos para su mantenimiento, funcionamiento y difusión.
Enhorabuena para nuestro país que inicia con el Presidente Enrique Peña Nieto una nueva etapa de su historia política y económica.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía