Entre la Ley y la Consulta Pública
Cómo en tiempos de la Revolución Francesa, el Presidente quiere llevar al cadalso de la Plaza Pública a cinco Ex Presidentes
El País se encuentra en vilo: entre la Ley y la Consulta Pública, como lo ha planteado el Presidente Andrés Manuel López Obrador para juzgar a sus homólogos Ex Presidentes de la República, que a veces dice que solamente serían tres: Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari, y a veces todos los cinco, con lo que habría de agregar a Vicente Fox y Ernesto Zedillo.
En la denuncia de Emilio Lozoya solamente aparecen tres implicados; pero el Presidente López Obrador quiere que en la Consulta Pública se pregunte si deben ser juzgados todos los cinco anteriores, de lo que él llama la Etapa del Neoliberalismo; y uno se preguntaría, siguiendo la lógica presidencial, ¿cómo estaría el país a finales de este sexenio con cinco ex Presidentes en la cárcel?
Y todavía peor: ¿en qué situación se encontraría México si, como ha planteado hoy, 21 de agosto, el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, si tocado por el videoescándalo de su hermano Pío y del Comisionado de Protección Civil, David León, se vería precisado a declarar ante el Ministerio Público y la Fiscalía sobre el uso indebido de recursos con fines electorales?
¿Cómo estaría el país con cinco ex Presidentes en la cárcel, y el Presidente actual acusado por delitos electorales? ¿Habría desestabilización del sistema político mexicano?
Realmente se plantea un escenario no deseable para la nación mexicana, por cuánto habiendo ya una catastrófica crisis sanitaria con 60 mil muertos por el coronavirus y una caída brutal del Producto Interno Bruto (PIB), de -10%, que paraliza la economía del país y provoca el empobrecimiento de trabajadores, empresarios y pueblo en general, ahora se le agrega una crisis política no vista desde principios del siglo XX con la caída de Porfirio Díaz y la Revolución Mexicana.
¿Podrá México resistir las tres crisis: sanitaria, económica y política al mismo tiempo?
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, está dudando en escoger entre la aplicación misma de la Ley y la Plaza Pública, como en tiempos de la Revolución Francesa, pero no debe olvidar, que es preferible la tranquilidad de la nación en vez de llevarla al precipicio de la crisis política, económica y sanitaria, todas juntas, que provocarán un atraso irreparable en el crecimiento y bienestar de la nación mexicana.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador no debe llevar al país al rompimiento social, político y económico, porque eso sería de consecuencias impredecibles.