Editorial

Enamorado de México se va el Embajador Garza

Palabras del Embajador de los Estados Unidos de América, Antonio O. Garza, Jr., viernes 4 de julio de 2008

México, D.F., 4 de julio de 2008 – “Mariasun y yo queremos darles las gracias por acompañarnos hoy para celebrar el Aniversario número 232 del Día de la Independencia de los Estados Unidos.

“Al planear esta celebración, sabía que quería hacer algo realmente memorable y bello, no solo en honor a cada uno de ustedes, sino también como homenaje a la razón por la cual estamos aquí, para celebrar nuestra independencia y los valores comunes que nuestras dos naciones comparten.

“Algunos decían que era una locura tener a toda una orquesta en el jardín, pero me alegra mucho que lo hayamos logrado.  De manera especial quiero agradecer a todos los miembros de la Orquesta Sinfónica de Minería y en particular al Maestro Carlos Miguel Prieto, por inspirarnos con su interpretación de nuestros himnos nacionales.

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“Nuestros himnos son símbolos de nuestra soberanía, y también del compromiso común que tenemos con nuestra libertad.
“Así como la música hace un llamado a nuestros corazones, desde hace mucho tiempo se han utilizado campanas para llamar a un gran reto a nuestros pueblos.  Aquí en México, el Padre Miguel Hidalgo tañó la campana de Dolores para llamar al pueblo a levantarse contra la opresión.  Fue un llamado a todo el país para tomar su destino y luchar por su libertad.  En los Estados Unidos, nuestra tradición dice que la Campana de Libertad repicó de la torre de Independencia en Filadelfia el 8 de julio de 1776 llamando a todos los habitantes para que escucharan la primera lectura pública de nuestra Declaración de Independencia.

pag33-180“Sin duda, el repicar de las campanas como señal de independencia es un llamado tan claro como la trompeta del Jubileo a seguir lo que el pasaje bíblico del libro del Levítico nos pide: “Proclamad libertad en toda la tierra y a todos sus habitantes”.
“Tanto las campanas como la grandeza de nuestros himnos nos recuerdan nuestra responsabilidad para con la libertad y la democracia.  Sabemos bien que la libertad y la democracia no son gratis y debemos estar a la altura para defenderlas de sus enemigos en cualquier momento.

“Hace unos días leí el llamado que hizo Ronald Reagan a rechazar las drogas y llevar ante la justicia a los criminales que amenazan a nuestras comunidades.
En 1986 Reagan dijo que la revolución de la cual surgió nuestra libertad fue un llamado a un mundo entero que buscaba esperanza, y que sería un insulto a lo que somos y a nuestros antepasados si no nos uníamos para poner fin al cáncer de las drogas.
“Este llamado es tan urgente en este día, como lo fue entonces.  Hoy nuestras dos naciones sufren, ya que otra generación en los Estados Unidos sigue demandando drogas y la violencia golpea al pueblo de México.  Pero a diferencia de aquellos tiempos, ahora México y los Estados Unidos están juntos en esta batalla.  Ya se acabaron los días en que nos señalábamos y culpábamos unos a otros.

“El lunes, el Presidente Bush firmó la ley que pondrá la Iniciativa Mérida en marcha.  Lo cual será el esfuerzo más profundo de nuestras dos naciones de enfrentar a este cáncer.  La Iniciativa Mérida es producto del esfuerzo de nuestros dos Presidentes y nuestros dos Congresos, y en las democracias, podemos decir que se expresaron en nombre de todos nosotros en nuestros dos pueblos.

“Mi gobierno está aceptando y compartiendo su responsabilidad, pero no hay gobierno que pueda ganar esta batalla sin el apoyo y el compromiso de todos.  Esta lucha llama a toda la gente decente y honorable en ambos países.  Los traficantes de drogas tienen que escuchar que todos nosotros tenemos una sola voz, y que estamos comprometidos a la altura de nuestros héroes que respondieron al llamado de aquellas campanas, tanto en Dolores Hidalgo como en Filadelfia. Somos dos pueblos que se liberaron de la opresión para forjar naciones fuertes de hombres libres y así será hoy, mañana y por siempre.  Defenderemos nuestro derecho a ser libres, libres de adicciones, libres de violencia y libres del miedo.

“Nuestro desafío como generación es dejar un México y un Estados Unidos más prósperos y seguros para nuestros niños.
“Cada año, durante los últimos seis años, he tenido el privilegio de estar frente a ustedes y celebrar la independencia de los Estados Unidos.  Y nunca me había sentido más optimista que ahora.  Veo nuestro futuro más brillante. Y no porque los retos sean fáciles, sino porque estamos unidos.

“Durante este tiempo, he visto cómo nuestra relación ha llegado a una nueva era.  Una más abierta, madura, honesta y sí, respetuosa.  Hoy veo una relación en la que enfrentamos los desafíos juntos, con una visión clara sobre lo que es posible.  No temblamos en hacernos las preguntas más difíciles: cómo combatir la pobreza, la desigualdad, cómo ser más justos en inmigración.  Qué hacemos para cuidar el medio ambiente o ser más eficientes y productivos con la energía y cómo educar   a nuestros niños para que ellos puedan competir en un mundo cada día más globalizado e incierto.

“En esta nueva era, estoy seguro que no solo haremos las preguntas, sino que trabajando hombro con hombro, daremos las respuestas.  Tengo fe que juntos podemos crear un futuro más próspero.  Juntos, podemos guiar al hemisferio hacia una mayor apertura y democracia.  Y juntos, podemos lograr lo que la siguiente generación espera de nosotros: una vida mejor.
“Y aunque los retos sean grandes, mi confianza en los Estados Unidos es absoluta, mi confianza en México es absoluta.
“No dudo que en esta nueva era, nuestros logros serán tan claros que escucharemos de nuevo las campanas, campanas que se echan al vuelo, no para llamar a un reto, sino para celebrar lo que unidos hemos alcanzado.

“Parece que fue ayer cuando llegué a México pensando que conocía esta tierra de mis abuelos.  Hoy la conozco de otra manera, y me siento realmente en casa en esta gran nación. He viajado por el país, y a todos los lugares a los que he ido, las puertas y los corazones se han abierto. He conocido mexicanos de ciudades y pueblos, del campo y las fábricas.  Me he maravillado con las ruinas mayas, y quedado asombrado de ver el amanecer desde la azotea de la Catedral. Y sí, he sentido el desierto mortal, donde tantos han perdido sus vidas por seguir sus sueños.

“De manera literal he vivido este México y he sentido el alma de este país.  Y como el hombre en busca de su razón de existir, fue en México donde encontré esa razón, al amor de mi vida, mi Mariasun.
“México no solo me ha cambiado, me ha bendecido y aunque gracias sea solamente una palabra, es la expresión viva de la profunda gratitud que siento.

“Antes de ofrecer el brindis tradicional, quiero reconocer de nuevo a la orquesta.  El Maestro Prieto ha preparado un programa de Copland, Moncayo, Sousa y Jiménez.  A Mariasun y a mí nos gustaría dedicarlo no solo a la amistad que como países compartimos, sino también a la calidez que como seres humanos todos debemos sentir los unos por los otros.

“Ahora les invito a que me acompañen levantando su copa para hacer un brindis por el aniversario de nuestra Independencia.  Y hoy, en mi sexto y quizás último festejo como Embajador, concluyo como siempre lo he hecho, con la sincera oración que Dios bendiga a México y a los Estados Unidos.”

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