En medio de la tragedia, Xochimilco mantiene la alegría y sus tradiciones
Así es el pueblo mexicano y, en particular, el de Xochimilco: a unos días de la tragedia planteada por los terremotos, la gente se repone anímicamente y organiza y participa en sus fiestas tradicionales: El Niño Pa, Los Chinelos, Los Danzantes, Las Posadas.
Xochimilco, pueblo precolombino, está constituido por 18 barrios y 16 pueblos, donde increíblemente se celebran 565 fiestas al año; es un pueblo que con su alegría se impone a la tragedia.
Los Rotarios del Club Plateros-Centro Histórico, en participación con la Asociación por Amor a ti Xaltocan, A.C., que dirige el joven licenciado y contador Armando Millán, deciden acudir al Embarcadero principal de Nativitas, teniendo como fondo decenas, por no decir centenas de trajineras adornadas con flores y pintadas de bellos colores, para brindar servicios médicos, con jóvenes profesionistas de medicina de la “Fundación Rayos”.
La Jornada Rotaria la organiza el dinámico y también joven doctor Alejandro Flores Méndez, quien, desde temprano, no obstante, lo frío del medio ambiente, da instrucciones para la acción organizada en favor de la población.
Asisten de todo corazón y sin cobrar un solo centavo, los médicos de la Fundación Rayos: Doctor Rafael Salcedo, Doctora Alejandra Rebollar, Doctora Leslie Corona, Doctora Aideé Rivera, Doctora Anahí Chávez, Doctor Manuel Mendoza Pérez, quienes instalan una carpa muy bien puesta y comienzan a dar consulta médica a niños, jóvenes, adultos, de todas las edades, hombres y mujeres.
Los mayores se toman la presión y expresan sus dolencias a los médicos, quienes, con delicadeza, les extienden las recetas correspondientes.
Poco a poco, los niños y las señoras y los ancianos toman confianza en los servicios y también aceptan cortes de pelo, que algunos les cambian por completo la imagen; se sienten mejor y agradecen con alegría las atenciones.
Asisten personas de la localidad a alentar a sus amigos y compañeros para que acepten los servicios que se brindan.
Y la Jornada Rotaria se convierte en una fiesta, porque “Xochimilco es fiestero”, explica el Contador Armando Millán, quien señala que se cuentan 565 fiestas al año, bien organizadas, casi dos al día, tanto de entre semana como de sábados y domingos.
“Por ejemplo”, dice, “El Niño Pa es una tradición increíble que viene desde hace más de dos siglos; y que, para quienes quieren ser los patronos o mayordomos de la fiesta, a partir de este momento, tendrán que esperar hasta el año 2050, porque ese privilegio ya ha sido asignado a personas que se encargarán por un año de esa mayordomía”
El mismo Licenciad Armando Millán indica que La Fiesta de la Virgen de los Dolores de Xaltocan dura dos semanas y media cada año.
Coincide la Jornada de los Rotarios con el Desfile del Niño Pa, que viaja por las calles y callejones de Xochimilco custodiado por Chinelos y Huehuenches, fantásticamente vestidos; los primeros, con ropa y máscaras simulando personas españolas; y los segundos, reviviendo las vestiduras y las danzas originarias de Aztlán y Tenochtitlán; de Xochimilco.
Una persona del público, la señora Alicia Varela de López, mamá de la Posadera María del Carmen, les dice a los rotarios: “Los hemos estado esperando estos últimos 500 años, y esperamos que vengan con frecuencia, para desarrollar nuestra amistad”.
REGENERACIÓN DE XOCHIMILCO
Los Rotarios, encabezados por el Doctor Alejandro Flores Méndez, se entregan plenamente a la población y conversan y conviven con ella: Marco Ángeles Becerril; el maestro Germán; Estela Márquez; Adriana de la Fuente; Jesús Zamayoa y su esposa y los demás.
De pronto, los del equipo de la “Asociación Por Amor a ti Xaltocan, A.C.”, les tienen una sorpresa: los invitan a un paseo en trajinera que con flores tiene un letrero que dice “¡Viva Xochimilco!”; navegan plácidamente por los canales de Nativitas, escuchando la música de las marimbas que tocan “Dios nunca muere” y “La Enramada”, tomando arroz y pollo en mole poblano.
Xochimilco, declarado ya Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no morirá nunca y seguirá viviendo en alegría.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía.