En E.U.A. 640 mil jóvenes y niños mexicanos DACA esperan apoyo diplomático de nuestro país para no ser deportados y continuar sus estudios profesionales
Por Fernando Hurtado
A mediados de junio Donald Trump anunció formalmente su intención de reelegirse en la presidencia de los Estados Unidos de América. En su discurso destacó el tema migratorio refrendando sus compromisos de campaña en donde no ha podido concretar resultados por los contrapesos de su propio gobierno. Recientemente la migración de centro-americanos le ha concedido su primera plena victoria al lograr que otro país, México, enfrente la carga económica-social de dar albergue a los solicitantes mientras duran los trámites, y además se haga responsable de contener a más migraciones.
La legislación estadounidense es humanitaria, concede diferentes tipos de asilo desde refugiados políticos hasta damnificados, les permite permanecer en su territorio mientras se realizan los respectivos trámites, pero ahora por un interés releccionista esto ha cambiado.
Sin especificar a cual migración se refería se comprometió expulsar a millones de indocumentados, localizarlos será su tarea; el gobierno cuenta nada más con migrantes detenidos sujetos a juicios de deportación y con los domicilios de DACA, en inglés Deferred Action for Childhood Arrivals, o “Acción Diferida para los llegados en la Infancia”, la cual es una decisión ejecutiva del gobierno de Estados Unidos de fecha 15 de junio de 2012 que se autorizó con el fin de beneficiar a migrantes no documentados que llegaron siendo niños acompañando a sus padres; les permite residencia temporal y permisos para estudiar y trabajar. La inscripción a este programa proporcionó al gobierno tanto la dirección laboral como la particular, sitio esta última donde habitan familias completas que carecen de documentos.
Durante su campaña presidencial Donald Trump se comprometió a derogar DACA; las nuevas solicitudes de inscripción se suspendieron a partir del 5 de septiembre del 2017. El programa fue cancelado por orden presidencial el 5 de febrero del 2018, posteriormente, varios jueces han ordenado suspender la derogación. Las amenazas de deportaciones afectan a más de 11 millones de mexicanos quienes tienen registrados a 640,000 hijos en este programa; el resto en su mayoría son latinoamericanos. Estas familias son los principales generadores de las “remesas internacionales” para México. Lo que perturba a los DACA conmueve directamente a sus padres y se refleja en un sector mayor en la sociedad mexicana.
A principios del 2017 el programa DACA registraba poco más del 2% de estudiantes de educación superior, quienes se han convertido en los líderes defensores de su comunidad. En caso de deportaciones, son ellos, los más visibles y vulnerables. Se verán afectados perdiendo su trabajo e interrumpiendo sus estudios.
Si los deportados se interesaran en revalidar sus estudios en alguna institución de educación pública superior en México pueden perder hasta un 40% de sus materias acreditadas; y en caso de regresar a EEUU, antes de concluir sus estudios en México, al someterse a una nueva revalidacion ocasionarán otra perdida de créditos. Por lo anterior, es conveniente organizar redes de instituciones de educación superior tanto en EEUU como en México que les permita concluir a distancia. De esta manera al no revalidar no perderán materias aprobadas, las clases continuaran en Ingles y el titulo será de una institución de EEUU. Por qué la gran mayoría de ellos regresaran a la sociedad que más conocen y a la cual sienten pertenecer.
El inicio de las deportaciones se ha postergado en las 10 principales ciudades de EEUU. La zozobra a la que se enfrentan las familias de indocumentados no concluirá hasta la realización de las próximas elecciones presidenciales o consigan permiso de residencia.
En una década la comunidad mexicana contará con más de 600,000 profesionistas en todas las ramas del conocimiento. Algo nunca visto ni esperado. Durante este lapso, lo óptimo es continuar creando diferentes tipos de organizaciones que permitan apoyar a nuestros connacionales.
Son 11 millones de mexicanos quienes no han obtenido el permiso de residencia dentro de un universo de 45 millones con ascendencia mexicana; los cuales, se considera que envían poco más de 200 dólares mensuales en promedio; al año suman alrededor de 28,500 millones de dólares, se les conoce como “remesas internacionales” que junto con los ingresos del petróleo son los principales para nuestra nación, los del petróleo se pierden en las instituciones del gobierno, entre burocracia y corrupción; las remesas llegan a su destino a las carteras de los jef@s de familias, al gasto corriente. Este ingreso es un verdadero auxilio para las clases proletarias, un subsidio al déficit de bienestar social de la economía nacional. Los problemas de coyuntura en México empeorarían gravemente sin estos gestos de pertinencia.
La Secretaria de Estado de EEUU Janet Napolitano anunció, el 15 de junio del 2012, el programa DACA que posteriormente fue reafirmado por Barack Obama.
De acuerdo con el servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) los requisitos para solicitar ser considerado a este programa son:
- Ser menor de 31 años de edad al 15 de junio del 2012.
- Haber llegado a los Estados Unidos antes de cumplir 16 años de edad.
- Haber residido continuamente en EEUU durante 5 años antes de solicitud.
- Haber estado presente en EEUU el 15 de junio de 2012 y al momento de presentar la solicitud ante el (USCIS).
- No tener estatus legal al 15 de junio del 2012.
- Estar inscrito en la escuela, haberse graduado u obtenido un certificado de finalización de la escuela secundaria, haber obtenido un Certificado de Desarrollo de Educación General (GED), o ser veterano con licenciamiento honorable de la Guardia Costera o las Fuerzas Armadas de los EEUU.
- No ser convicto de un delito grave, delito menos de carácter significativo, tres o más delitos menores ni representar una amenaza a la seguridad nacional o a la seguridad pública.
En 2017 se estimaban que eran alrededor de 800 mil y originarios de:
México 622,170 (78%);
EL Salvador 30,262
Guatemala 19,466
Honduras 18,261
Perú 9,066
La mayoría de los beneficiarios residen en:
California 202,200
en Los Ángeles 100,000
Texas 110,050
Nueva York 53,983
Florida 41,526
Illinois 37,030
Los inscritos en niveles de educación superior en el 2017, oscilaron entre el 2% y 3%, se convirtieron involuntariamente, en los líderes nacionales con mayor aceptación por encima de cualquier otro movimiento social en la historia de los EEUU. Al ser parte del 33% del 1’800,000 menores de edad sin documentos de origen mexicano.
La sociedad estadounidense considera que el delito lo cometieron los padres, los hijos son considerados víctimas inocentes, quienes al paso del tiempo están más adaptados al nuevo país en donde no tienen como acreditar su estancia legal. No pueden obtener trabajo con prestaciones, licencia de manejar, seguros de vida, seguros contra accidentes o para sus bienes materiales como automóvil, hogar y de salud, entre otros.
Los de educación superior son los más vulnerables ante las deportaciones; el gobierno de EEUU sabe muy bien que las comunidades latinas reaccionarían en su contra con mayor vehemencia si son deportados los estudiantes de educación primaria, secundaria o media superior.
El gobierno de México en solidaridad expidió, hace poco más de año y medio, una nueva ley de revalidacion de estudios que brinda mayores facilidades en la incorporación a las instituciones educativas. Las revalidaciones no podrán ser del 100% un 60 % es normal. Aceptar la revalidacion puede equivaler a claudicar en la lucha por el reconocimiento de los derechos que pueden demandar por su estancia en EEUU. Por ello, al momento, nadie ha solicitado beneficiarse con esta ley. Porque si durante su estancia temporal, en México, les autorizan regresar se verían ante el inconveniente de tramitar nueva revalidacion en alguna universidad americana volviendo a perder otra parte de sus estudios o aunque resulta difícil decidan concluir y obtener un título de una universidad mexicana con el cual ejercerán su profesional en EEUU, algo que no les es enteramente ventajoso. Solo de manera particular se podrán encontrar razones para que decidan establecerse en México.
El limite mayor edad para ser parte del programa es de 31 años por lo que algunos ya son padres; considerando que los nacidos en suelo estadounidense gozan de nacionalidad siempre tendrán la amenaza de ser divididos en su seno familiar.
DACA no es un derecho ni una ley, sino una acción ejecutiva sobre la discreción procesal de la autoridad migratoria; ya que no provee estatus migratorio definitivo ni es vía para obtener la ciudadanía.
El presidente de EEUU ha recibido presiones de sectores conservadores. Fiscales Generales de nueve estados, encabezados por Texas, amenazaron con interponer demandas si el programa DACA no era derogado. Durante la campaña de Trump varios sectores estadounidenses le expresaron malestar respecto a los inmigrantes irregulares, principalmente latinos.
El 5 de septiembre de 2017, el presidente Donald Trump pasó a la acción, canceló la acción ejecutiva que autorizo el programa DACA, permitiendo la renovación a quienes se les venciera el permiso dentro de los siguientes seis meses. En esos momentos el drama para las comunidades latinas se hizo realidad
Durante los meses siguientes a la cancelación, se manifestaron grupos en varias ciudades de la unión americana alcanzando nivel nacional.
Al haber presentado la solicitud de inscripción aportaron dentro de su información, nombres de familiares, domicilios laboral, particular y de estudios. Convirtiendo en presa fácil a la familia para cualquier redada.
En México, el gobierno federal autorizó recursos económicos para que los inmigrantes mexicanos gestionen con apoyo de los Consulados ante instancias de gobierno los derechos adquiridos en el programa.
Se estima que 1,500 inscritos han perdido los beneficios por pertenecer a pandillas, haber cometido un delito mayor o tres menores durante el periodo de protección del programa.
Janet Napolitano, actual, rectora de la Universidad de California ha mostrado firmeza en apoyar a los DACA; creó y financió el Centro Legal para la Protección de Estudiantes. Emitió órdenes a los rectores y a los jefes de departamentos de cada campus para sellar los archivos de cada estudiante: carrera, domicilio, tel., etc. Solo mediante la orden de un juez federal podrán accesar.
En 2017 la Universidad de California registró en sus 10 campus 4,800 estudiantes, en licenciatura 4,000 y en posgrado 800.
Es importante para ellos hacerles saber que entendemos su lucha por hacer valer sus derechos. Muchos de ellos no se intimidarán ante la posibilidad de volver a cruzar el desierto, ya lo hicieron de la mano de sus padres. Como buenos mexicanos saben lo que quieren, las migraciones en antiguas generaciones está presente en la sangre de los pueblos que hoy conforman México. Cuando las migraciones eran de norte a sur muchas razones existieron desde las climáticas hasta las religiosas, nada fue capaz de detenerlas. Difícil, muy difícil, casi imposible resultará lograr inmovilizar la migración de sur a norte.
El programa tienen tres ejes principales: residencia temporal, autorización de trabajar y estudiar. Nada podrá hacer el gobierno y la sociedad mexicana en los dos primeros, en caso de presentarse la deportación. Solo en el área educativa México puede construir una red de apoyo entre las universidades.
Las instituciones de educación superior tienen la posibilidad, a través de sus convenios de colaboración académica con Universidades de EEUU, de apoyar a los repatriados por medio de la educación a distancia. De esta manera lograrán concluir en la misma universidad en la que se inscribieron, en caso de que alguna universidad se negara se podría solicitar a otra universidad americana la revalidacion con lo que se aseguraría el idioma y el nivel académico.
La derogación de la acción ejecutiva firmada por Donald Trump ha sido bloqueada por varios jueces, quienes han solicitado fundamentar la motivación. La ausencia de razones jurídicas debilitó la anulación, por el momento ha permitido un receso. Se considera que la disputa esta por regresar, podrá empalmarse con la campaña de relección; pero, los DACA ya no son los mismos, gozan de experiencia y serán muchos más, algunas estimaciones llegan a 100,000 en educación superior contra los 12,000 del 2017.
La sociedad estadounidense ha inculcado en su juventud que un trabajo bien remunerado es suficiente para enfrentar la vida, a diferencia de los padres de los DACA, que como buenos mexicanos no tendrán mayor satisfacción que ver a sus hijos recibir un título universitario. Nadie duda que en 10 años 600,000 ejercerán una profesión en los EEUU y que los intentos de deportación los están cohesionando.
México 26 de julio de 2019.