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El problema no es la prensa, sino la realidad del País

Carta del Editor

En el asunto del ataque frecuente del Presidente de la República Lic. Andrés Manuel López Obrador, a la prensa nacional e internacional, hay una falta de comprensión del papel que juega la prensa en nuestro país y en el resto de las naciones libres; la prensa es un reflejo de la realidad de la nación; constituye una exposición y análisis diario de los acontecimientos de importancia en nuestra patria.

Es necesario que los especialistas y los encargados del Gobierno del trato con la prensa, entendida ésta como el conjunto de los medios de difusión nacionales y extranjeros, le expliquen al Primer Magistrado, con verdad, cuál es la función de la prensa y de los medios de difusión en general, que no son partidos políticos ni opositores; en diversas manifestaciones, cartas, artículos y exposiciones televisivas y de radio, los periodistas de los más diversos medios le han expuesto al Jefe del Ejecutivo que no son sus opositores y mucho menos adversarios, sino que cumplen un papel de informadores a la sociedad de lo que ocurre en la nación y que ejercen la crítica sobre los acontecimientos, con la finalidad de que las autoridades de todos los niveles, tanto federales como estales y municipales, civiles y militares y aún eclesiásticas, puedan corregir errores o malas decisiones; y en muchos casos también, mostrar acuerdos con políticas que resulten apropiadas y beneficiosas para la sociedad mexicana.

La prensa: los periódicos, la televisión, la radio y los medios digitales, las redes sociales, benditas o no, son expresiones que reflejan la realidad y deben tomarse con la objetividad necesaria por parte de los representantes de la Administración Pública.

Es necesario tomar en cuenta que en los países democráticos y libres, como es México, la prensa es un factor de opinión necesario, que sirve para equilibrar las acciones y políticas gubernamentales y también privadas, ya que el sector de los negocios, de las organizaciones sindicales y empresariales y hasta deportivas, también están sujetas a la crítica y difusión de sus actividades, por más que esto resulte molesto.

Combatir y atacar como costumbre a la prensa mexicana y ahora también a la prensa internacional no es una práctica recomendable para el Presidente de la República, sino al contrario; la prensa estará ahí siempre.

La prensa es un factor de la convivencia pública nacional mexicana, igual que en Estados Unidos, Canadá y los países democráticos de Europa; al igual que en Japón, Australia y en naciones democráticas de nuestro propio Continente como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y otros.

Es necesario tener presente todos que la democracia en México implica libertad de prensa.

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