El adiós anticipado de Calderón
A todos sorprendió el adiós anticipado de Calderón el miércoles 28 de marzo en el Auditorio Nacional y luego después en el programa televisivo Tercer Grado, de Joaquín López Dóriga; al día siguiente en el Estado de México, al inaugurar un hospital, donde sin más, simplemente dijo: “Intenté no robar”.
En el Auditorio Nacional, ante diez mil burócratas convocados por el gobierno, rindió una especie de “mini informe”, en una forma exaltada, algunas veces pegando en el atril; “mini informe” que se transmitió en cadena nacional de radio y televisión en forma inusual.
¿Qué estaba pasando por la mente y el ánimo de Calderón?
Se veía el propósito desesperado por convencer al pueblo mexicano de la apreciación de su obra de gobierno; habló de carreteras y puentes, de inversiones, de facilidades y atenciones para los migrantes; del pago a los braceros; de cientos de escuelas y hospitales…
Fue algo verdaderamente impresionante: su actitud exaltada, tal vez porque se siente incomprendido por la población a la que pretendió servir y que ahora, según el promedio de las encuestadoras, quiere dar su voto mayoritario a la alternancia.
Tal vez Calderón querría que la Candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, defendiera su obra de gobierno como él mismo lo hace; pero no es así, Josefina cuando puede, algo defiende de la obra gubernamental, pero su mirada y su acento están puestos más bien en el futuro.
Por eso Calderón, según se sabe en los círculos panistas, quería que el Candidato fuera Ernesto Cordero, que él sí iba a defender más intensamente la obra de gobierno calderonista; pero Josefina no lo hace, y mucho menos con pasión y con intensidad.
Tal vez Felipe Calderón quisiera ser, él mismo, el Candidato otra vez, pero eso ya no es posible.
¿Quién defenderá la obra pública, las políticas públicas de Calderón durante la Campaña Presidencial de aquí hasta julio?
Probablemente nadie; por eso él se adelantó en los últimos días no de su gobierno, sino en los últimos días que le permitía el COFIPE, la ley electoral.
Ahora lo que cuenta es que el Titular del Ejecutivo colabore a la realización de unas Elecciones Presidenciales limpias y transparentes, en las que no haya intervención del Poder Ejecutivo Federal que él encabeza y de lo que se han quejado ante el IFE los partidos políticos de oposición, por injerencia indebida en el proceso electoral.
México tiene que seguir adelante y si es ahora otra vez con alternancia, que sea para bien.