2014 fue un año de claroscuros: muy brillante en la primera mitad, cuando se aprobaron por el Congreso las 11 Reformas Estructurales que habían sido postuladas para impulsar a la nación mexicana a muy altos niveles de desarrollo y progreso; pero muy difícil el tercer tercio del año, a partir de la barbarie de Iguala-Ayotzinapa, y todas sus consecuencias en la opinión pública nacional e internacional.
Además, hacia los días finales del 2014 surgió la depreciación del peso causada por la baja de los precios del petróleo mundial, y en particular, de la mezcla mexicana.
Con todo, el 2015 asoma un rostro mejor: si no de abundancia, si de mejoría económica por dos causas fundamentales: por un lado, la puesta en práctica de las Reformas Estructurales, incluida la petrolera, de la que ahora se ve la oportunidad; y, por otra parte, la recuperación de la economía de Estados Unidos, que actúa siempre como una locomotora respecto de la economía mexicana.
TURISMO, REMESAS DE TRABAJADORES EN EL EXTRANJERO, INDUSTRIA AUTOMOVILISTICA
La recuperación mexicana para el 2015, tendrá como base el repunte en la industria del turismo, que a pesar de los brotes de inseguridad en Acapulco sigue creciendo fuertemente; en el envío creciente de remesas de los trabajadores migratorios en el extranjero; en el impresionante de crecimiento en la industria automovilística nacional y, como decimos arriba, en los efectos de las Reformas Estructurales, sobre todo de la Reforma Energética, que poco a poco se proyectarán favorablemente sobre la vida nacional.
Si se analiza históricamente y se le compara con otros periodos de gobierno del pasado reciente, el comportamiento económico, político y social de este sexenio es parecido a otros, tanto los más recientes del PAN como los del PRI; siempre surgen problemas que no se esperaban y que hay que resolver de la mejor forma posible.
En el caso concreto del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, todo iba bien, hasta que de la nada, inesperadamente, surgió lo de Iguala-Ayotzinapa, asunto lamentable y condenable, que tendrá que seguirse encarando con diálogo y tolerancia, y también con obras e inversiones en esa región y otras de Guerrero, como ya ha anunciado el propio Presidente de la República.
México, se ha dicho con razón en muchas ocasiones, es más grande que sus problemas y por eso seguirá adelante hacia el encuentro de su promisorio destino.
¡Feliz año 2015!