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Discurso de Xi Jinping en el Senado

Excelentísimo señor Ricardo Anaya Cortés, presidente de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión.

Honorables congresistas, señoras y señores, amigos todos, muy buenos días.

Hoy me siento muy honrado de pronunciar este discurso en el Senado de México e intercambiar puntos de vista con los congresistas.

Y también es un gran honor para mí y gran gusto.

Traigo conmigo los cordiales saludos y mejores deseos del gobierno y pueblo chino, para los congresistas aquí presentes, las personalidades de los diversos sectores sociales que han venido trabajando en aras de la amistad chino-mexicana y el afectuoso pueblo de México.

En el marco de su visita oficial a China y asistencia a la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia el pasado abril, el Presidente Peña Nieto y yo, alcanzamos importantes coincidencias, acerca del reforzamiento de los vínculos entre China y México, bajo las nuevas circunstancias.

En esa ocasión, el Presidente Peña Nieto, me extendió la gentil invitación para visitar México y la acepté con mucha complacencia.

Teniendo en cuenta de que, para promover el desarrollo acelerado de las relaciones china-mexicana, hemos de aprovechar la favorable coyuntura en aras de lograr mayores avances en esos lazos bilaterales.

Es para mí motivo de suma complacencia y cariño estar nuevamente en este lindo y… país a cuatro años de haberlo visitado en el año 2009.

Tal como reza un dicho chino: “sentirse como en casa”.

Quiere decir que el invitado se siente como en su propia casa. El venir a México me hace palpar lo mismo.

Los intercambios entre China y México datan desde tiempos lejanos.

De camino a México, sobrevolando el vasto Océano Pacífico, parece que vislumbro a través de la ventanilla del avión, la flota de Naves, de China de siglos atrás, que atestadas con seda y porcelana, y que avanza surcando las olas rumbo a Acapulco.

Al pisar la tierra mexicana parece que veo aquella generosa y linda China Poblana enseñando a los habitantes de Puebla las técnicas de hilar, tejer y bordar. Mi presente visita a México tiene por objetivo profundizar la amistad y ampliar la cooperación, así como planificar junto con los dirigentes mexicanos el futuro desarrollo de nuestros vínculos.

Señoras y señores, amigos, siendo México un país con culturas milenarias, las pirámides de Los Mayas y el calendario solar de Los Aztecas, atestiguan la brillantes de sus civilizaciones antiguas.

Los murales del maestro del arte contemporáneo, Diego Rivera, que ayer también tuvimos la oportunidad de poder disfrutar. Y los escritos del gran hombre de las letras, Octavio Paz, expresan el sentir del pueblo mexicano sobre las realidades mundiales y los de la humanidad.

El México de hoy es un país que manteniendo el rápido crecimiento económico no deja de incrementar su poderío nacional integral e influencia internacional. De la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Cancún a la Cumbre del G-20 en Los Cabos un México próspero atrae una y otra vez la mirada del mundo entero.

Nos congratulamos por los éxitos que México logra en su desarrollo, formulando sinceros votos porque este país obtenga mayores avances en la construcción nacional.

Señoras y señores, amigos, la historia ha atestiguado la creación de culturas esplendorosas por nuestros dos pueblos que han aportado por igual contribuciones indelebles al progreso de la civilización humana.

Un proverbio latinoamericano reza: “Condición de buen amigo, condición de buen vino”.

Gracias a largos años de fermentación la profunda amistad entre China y México como un tequila añejo ya despide un aroma especial.

En la era moderna ambos países han venido apoyándose en solidaridad mutua en la lucha por lograr la liberación nacional, defender la soberanía estatal y construir un estado moderno. En la actualidad tanto China, como México ha entrado en el carril de relación para el desarrollo económico y social presentando perspectivas prometedoras de cara al futuro, de manera que se visualizan importantes oportunidades sin precedentes en las relaciones china-mexicanas.

En el marco de la visita presente sostuve una excelente conversación con el Presidente Peña Nieto. Hace poco me reuní con el Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Ricardo Anaya Cortés, y el Presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Agustín Arroyo, junto con los amigos congresistas.

Coincidimos en que el desarrollo de las relaciones entre China y México demanda tanto un enfoque de cooperación basado en lo bilateral como un alcance global. Por ello el Presidente Peña Nieto y yo decidimos elevar las relaciones binacionales a nivel de la asociación estratégica integral con vistas a promover el constante desarrollo de los vínculos mexicanos a niveles más altos en áreas más amplias y a través de una plataforma más grande, así como llevar nuestras relaciones a una nueva etapa de desarrollo.

Señoras y señores, amigos, el crear juntos nuestro futuro a través de la cooperación responde a la llamada de los tiempos y construye nuestro mandato histórico. Debemos guiarnos por el espíritu de la declaración conjunta entre China y México y trabajar de manera mancomunada y perseverante con miras a imprimir un impulso conjunto a la asociación estratégica integral China-México.

Primero, persistir en el trato igualitario para reforzar nuestra colaboración en lo estratégico.

El Presidente Benito Juárez dijo: “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Confucio, el pensador chino de los tiempos antiguos, nos enseñó: “Nunca hagas a otro lo que no quieras para ti mismo”.

Las complejas y cambiantes circunstancias internacionales exige a China y México atenerse al respeto y la confianza mutuas para seguir reciprocando comprensión y apoyo en las cuestiones tocantes a sus respectivos intereses vitales y a favor de sus esfuerzos por explorar el camino del desarrollo acorde con las concientes realidades nacionales.

Se necesita mantener el dinamismo de los intercambios de alto nivel, cuyo papel orientador sobre las razones bilaterales debe ser aprovechado a plenitud. Nuestros gobiernos, cuerpos legislativos partidos políticos e instituciones territoriales deben realizar intercambios con mayor frecuencia para compartir y asimilar las experiencias sobre el buen gobierno.

Les es menester poner a trabajar plenamente a los diversos mecanismos como la Comisión Permanente Binacional, el diálogo estratégico y el Foro del Diálogo Parlamentario a fin de reforzar el diálogo y las consultas e incrementar la confianza estratégica en aras de nuestros intereses comunes.

Segundo, atenernos a una cooperación de ganancia compartida, de fomento del desarrollo conjunto. El desarrollo construye la vía fundamental para mejorar el bienestar de nuestros pueblos y promover el progreso social, y también la agenda más importante que comparten China y México.

Nuestros dos países deben aferrarse al desarrollo en conjunto como el hilo conductor viendo en el desarrollo del otro una oportunidad para el propio progreso, y valiéndose de la cooperación para fomentar nuestros respectivos procesos de desarrollo que a su vez deben traducirse en el desarrollo común de ambos.

Las economías de China y México se distinguen por sus propias características y fortalezas. En torno a nuestras respectivas estrategias de desarrollo ya adoptadas podemos reforzar el proceso de comunicación y articular los esfuerzos por incrementar el plan de acción conjunta binacional al consolidar la cooperación en las áreas tradicionales como minería, agricultura e intercomunicaciones.

Debemos recobrar los esfuerzos por extender la cooperación a los ámbitos emergentes que incluyen, entre otros, energía, transporte, construcción de infraestructuras, alta tecnología, energías limpias, ahorro energético y protección medio ambiental, así como la fabricación de equipos de alta gama.

Ambas partes deben persistir un enfoque que iguala importancia al comercio y la inversión para que la torta de cooperación crezca tanto en tamaño, como en calidad por medio del aumento de las inversiones mutuas, la optimización de la estructura comercial, y una mayor asociación a nivel sectorial con vistas a mejorar la competitividad de ambos países y generar más oportunidades de empleo.

Ambas partes deben construir más plataformas en aras de la intensificación de intercambio entre los sectores económico comerciales y empresariales de ambos países, y la profundización de la amistad, y llevar a cabo una cooperación mutuamente beneficiosa de diversas formas en materia de fomento comercial, la relación del mercado y la introducción de negocios e inversiones con vistas a compartir nuestras respectivas oportunidades de desarrollo y promover el desarrollo equilibrado de la corporación económico, comercial y bilateral.

China no quiere buscar el superávit comercial, al contrario con una consecuente actitud de apertura se encuentra dispuesta a incrementar activamente la importación de productos mexicanos, especialmente los de alto valor agregado.

Para China y México es menester repudiar conjuntamente el proteccionismo y persistir en el diálogo y las consultas para la solución de las relaciones económicas comerciales, de manera que se genere un clima favorable a la ampliación de la cooperación bilateral en lo económico y comercial.

Tercero, valernos de la comunicación y concertación para salvaguardar los intereses comunes. En el mundo de hoy, América Latina y Asia son dos regiones dinámicas que encierran un gran potencial para su futuro desarrollo.

China y México deben participar activamente en el proceso del saneamiento económico global y aunar sus esfuerzos por promover la recuperación y el crecimiento de la economía mundial, y el desarrollo equilibrado entre otras cosas en el plano internacional.

Bajo las nuevas circunstancias son cada vez mayores las aspiraciones y responsabilidades compartidas por China y México que deben impulsar juntos la democratización de las relaciones internacionales hacia el frente común ante los retos globales, como la crisis financiera internacional, el cambio climático y el desarrollo sustentable, así como salvaguardar los intereses comunes de ambos países y de todos los países en vías de desarrollo.

Cuarto.- Perseverar en el intercambio y aprendizaje mutuos para dar continuidad a la amistad chino-mexicana.

Las buenas razones entre los estados radican en la hermandad de sus pueblos.

El afecto y la amistad de pueblo a pueblo constituyen una fuente inagotable de energías en aras del desarrollo duradero de los lazos entre los países.

El famoso escritor mexicano Octavio Paz ha traducido al idioma español los textos de los filósofos chinos Chuang Tse y Shao Yong de hace más de 2 mil años. Yong dijo:

“La poca profundidad del agua no permite la navegación de un crucero. Hemos de unir la hermandad entre los pueblos chino y mexicano en flujos que corran hacia el inmenso Océano en el que el crucero de la amistad y la cooperación chino-mexicanas avanzará sin cesar surcando las olas”.

A medida del constante desarrollo de las razones chino-mexicanas se puede más simplemente que nunca el deseo de nuestros pueblos por conocerse.

La continua relación de nuestros intercambios en los ámbitos de cultura, educación, deporte, prensa, cine y televisión, así como turismo, podrá contribuir a un mayor arraigo de la amistad chino-mexicana entre nuestros pueblos.

Soy un “hincha” de fútbol pese a los prolongados esfuerzos de la Selección China, sólo nos calificamos para el Mundial, una única oportunidad. Y este récord histórico del fútbol chino fue creado gracias precisamente al entrenador Bora Milutinovic, que también fue el entrenador de la Selección Mexicana.

Me comentaban que un funcionario deportivo de México le preguntó una vez al jefe del equipo chino de clavado: “¿Cómo se siente con ganar todas las medallas de oro en esta disciplina?” Hace dos años gracias a la instrucción de la entrenadora china, la princesa del clavado mexicano, Paola Espinosa y sus compañeros, ganaron, sin excepción, todas las ocho medallas de oro en este deporte durante los Juegos Panamericanos en 2011.

De esta forma los amigos mexicanos palparon la misma alegría de ganar todas las medallas de oro.

Al expresar nuestro augurio porque los clavadistas mexicanos ganen más medallas de oro, deseamos también más oro para la cooperación chino-mexicana.

La manera más eficaz para ahondar nuestra amistad no es otra que los contactos directos entre nuestros pueblos.

En el próximo lustro se estima que los chinos efectuarán más de 400 millones de viajes al exterior. Habrá mayor presencia en turistas chinos en las Pirámides de El Sol y La Luna, Chichen Itzá y la playa de Acapulco.

Y al mismo tiempo la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida y los Guerreros de terracota de Xi’an, también esperan la llegada de más amigos mexicanos.

Quienes podrán conocer además del encanto de nuestra civilización milenaria los rápidos cambios y progresos que experimenta China de hoy.

La juventud marca el futuro de nuestros países, del porvenir mundial y también de la amistad chino-mexicana. Tenemos que potenciar el intercambio entre nuestros jóvenes para que juegue un papel protagónico en la continuidad intergeneracional de la amistad chino-mexicana.

Señoras y señores; amigos:

Dado el peso que tiene México en América Latina, el desarrollo de las relaciones chino-mexicanas también desempeña un importante papel impulsor para el desarrollo de los “pringros” entre China y América Latina.

Sobre éste último quiero aprovechar la ocasión para exponer algunas opiniones. El nuevo contacto con este Continente lleno de dinamismo y esperanza, afianza mi percepción de que América Latina posee condiciones inigualables a favor de su desarrollo, las mismas que se están traduciendo en otra época de oro de América Latina en su desarrollo.

No nos cabe la menor duda de que cuando mejor se desarrolle América Latina, mejor les convendría al mundo y a China.

La situación entre China y la región se le encuentra actualmente una importante etapa coyuntural del desarrollo acelerado. Debemos contar con una visión de conjunto y de largo alcance y avanzar con los tiempos, con vistas a consolidar la amistad tradicional, reforzar el intercambio comercial así como elevar el nivel de cooperación haciendo esfuerzos porque nuestra asociación de cooperación caracterizada por igualar el beneficio recíproco y desarrollo compartido conozca un nuevo y mayor desarrollo.

En el ámbito político China y América Latina deben ser sinceras amigas para seguir brindándose comprensión y apoyo mutuos en los temas tocantes a sus respectivos intereses vitales e inquietudes relevantes.

En la esfera económica ambas partes han de asir las oportunidades surgidas a raíz de la transformación de la modalidad del desarrollo económico, explorar a fondo las potencialidades de cooperación, innovar el modelo de cooperación, así como profundizar la convergencia de intereses con vistas a crear una asociación mutuamente beneficiosa en lo económico y comercial, que sea duradera y estable.

En cuanto al intercambio cultural y humano, se sugiere intensificar el diálogo entre las civilizaciones y el intercambio cultural para saber adorar lo bello de las culturas propias.

Resulta de igual importancia el apreciar la belleza ajena y compartir entre todos lo mejor de nuestras culturas. De forma que China y la región puedan ofrecer un ejemplo de cómo lograr una convivencia armoniosa y cooperación mutua entre las distintas organizaciones.

Esperamos sumar esfuerzos entre ambas partes para instalar lo antes posible el fuero de cooperación China-América Latina, el Caribe, el cual integrando nuestras respectivas ventajas podrá convertirse en una reforma aún más grande para llevar adelante la asociación de la cooperación integral entre China y la región, con vistas a generar conjuntamente más energías positivas, en aras de estabilidad de Asia-Pacífico.

Un proverbio chino reza:

“En el largo viaje se conoce la fuerza del caballo. Y en la larga prueba el corazón del hombre”.

La trayectoria del desarrollo de las naciones latinoamericanas ha sido testigo y seguirá comprobando que el desarrollo y las relaciones bilaterales se basan siempre en la apertura, inclusión, cooperación y ganancia compartida.

Existe la firme convicción de que un nivel más alto de la asociación de cooperación integral entre China y América Latina redundarán en impulsos más enérgicos para el desarrollo compartido entre ambas partes siendo favorable también la paz, la estabilidad y la prosperidad tanto regionales como mundiales.

Señoras y señores; amigos; señor presidente:

China ya tiene definidos los objetivos a alcanzar en su futuro desarrollo, a saber el de culminar la edificación integral de una sociedad modestamente acomodada para 2020 y el de consumar la construcción de un país socialista moderno, próspero y poderoso, democrático, civilizado y armonioso hacia mediados del presente siglo.

En la larga trayectoria histórica, el pueblo chino, valiéndose de su laboriosidad, coraje y sabiduría, ha logrado construir una gran patria en que las diversas etnias conviven en armonía, creando una esplendorosa cultura que se renueva día a día.

El pueblo chino, amante de la vida, aspira a una mejor educación, trabajos más estableces, ingresos más dignos, proyección social más fiable, mejores servicios sanitarios, condiciones habitacionales de mayor comodidad, así como entornos más gratos para vivir.

La materialización de su esfuerzo constituye el sueño más grande que abriga nuestra nación a partir de la era contemporánea. El pueblo chino está luchando por convertirlo en realidad a este bello deseo.

Un antiguo refrán de nuestro país reza:

“Una sola flor no hace la primavera y la única manera de hacerla es tener todas las flores abiertas”.

En tanto que el poeta mexicano Alfonso Reyes también dijo:

“La única manera de ser provechosamente nacional, consiste en ser generosamente universal”.

En el curso del desarrollo China seguirá manteniendo en alto la bandera de paz, desarrollo, cooperación y ganancia compartida, persistiendo en la reforma y apertura y promoviendo el desarrollo conjunto. Esfuerzos que redundarán en más oportunidades para el resto del mundo.

China, el segundo mercado de importación del mundo, importará unos productos valorados en más de 10 billones de dólares e invertirá más de 500 mil millones de dólares en el extranjero en los próximos 5 años.

Tenemos la confianza de mantener el desarrollo sostenido y relativamente rápido de la economía China.

Y también vamos a tener una cifra más o menos de 400 millones de chinos que van a viajar al exterior.

Esto será favorable para los negocios de los otros países del mundo, incluidos los de América Latina y El Caribe, así como mayores contribuciones al crecimiento económico global, no obstante plenamente conscientes, el estatus de China, como el mayor país en vías de desarrollo del mundo.

Nos damos perfecta cuenta de lo arduo que significa crear una vida feliz para mil 300 millones de habitantes de las diversas dificultades y desafíos que el país debe enfrentar en su camino de avance, así como de los provocados y arduos esfuerzos que se deben realizar el sueño chino de la gran revitalización de la Nación China.

Nos asiste la firme convicción de que con la incansable lucha de nuestro pueblo a China, le llegará un porvenir aún más prometedor.

Señor Presidente, señoras y señores, amigos todos, los chinos y los mexicanos compartimos un mismo refrán donde hay una bondad, hay un camino.

Luego de tener trazados ya los grandiosos objetivos para el futuro desarrollo de los lazos bilaterales es hora de llevarlos a la práctica, que aprovechemos la coyuntura que les está presidiendo la asociación estratégica integral para avanzar en el rumbo correcto y con espíritu innovador y emprendedor y crear juntos un futuro más promisorio para las naciones sino mexicanas.

Muchas gracias.

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