DestacadasEstados y municipiosPolítica

Confronta el Gobernador Kuri (PAN), a Sheinbaum: “no podemos estar unidos hacia afuera y divididos hacia adentro”

Le exige a la Presidenta reconocer “sin descalificaciones a quienes pensamos diferente”

Versión estenográfica. 108 Aniversario de la Constitución de 1917, desde Santiago de Querétaro, Querétaro; 05 de febrero de 2025.

MODERADORA: El licenciado Mauricio Kuri González, gobernador constitucional del estado de Querétaro, hará uso de la palabra.

GOBERNADOR DE QUERÉTARO, MAURICIO KURI GONZÁLEZ: Muchas gracias. Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Y saludo con mucho gusto y mucho cariño a la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos.

Al senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Al diputado federal, Sergio Carlos Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

A la jefa de gobierno de la Ciudad de México, y a las y los gobernadores.

A las y los senadores de la República y diputados federales.

A mi esposa Car; a mis hijos, Sabina y Mauricio, y a Dany también, muchas gracias por estar aquí conmigo.

A la licenciada Rossa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Gobernación.

Al General secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo.

Al secretario de Marina, Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles.

A la licenciada Ariadna Montiel Reyes, secretaria de Bienestar.

A la maestra Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía.

A la maestra Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

A la licenciada Ernestina Godoy Ramos, consejera jurídica.

Integrantes del Gabinete del Gobierno de México.

A los exgobernadores del estado de Querétaro: al doctor Enrique Burgos García; al licenciado José Eduardo Calzada Rovirosa; al médico veterinario zootecnista Francisco Domínguez Servién.

A la licenciada Laura Andrea Tovar Saavedra, presidenta de la Mesa Directiva de esta legislatura.

Al doctor Braulio Guerra Urbiola, magistrado presidente del Poder Judicial en el estado.

A las y los magistrados y diputados en el estrado.

Al maestro Felipe Fernando Macías Olvera, presidente municipal de Querétaro.

Y con ellos, también a las y los presidentes municipales de mi estado.

Al licenciado Víctor Antonio De Jesús Hernández, fiscal general en el estado.

A la doctora Silvia Lorena Amaya Llano, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro.

A las y los presidentes de Cámaras, Colegios, organismos autónomos, asociaciones civiles, autoridades educativas y medios de comunicación.

A los integrantes de mi gabinete.

Y por supuesto, a quienes nos acompañan de forma virtual.

Gracias por estar aquí el día de hoy.

Señoras y señores:

Celebramos un año más de vigencia de nuestra Constitución, documento fundacional de nuestra República. Lo hacemos en medio de un momento crítico para el país en donde, por primera vez en décadas, enfrentamos desafíos de la mayor magnitud, en nuestra soberanía, en nuestra forma de generar riqueza, en el derecho que debe tener todo mexicano en recibir respeto y recibir dignidad.

La Constitución de 1917 nos define como una nación soberana, es decir, somos un Estado libre que define su propio destino y que no ha estado, está, ni estará dispuesto nunca a someterse a los designios de cualquier otro.

Nuestra soberanía —nos recuerda la propia Constitución— no depende de nadie, más que del pueblo mexicano; del pueblo emana y al pueblo sirve. Y eso no va a cambiar y no vamos a permitir que cambie.

La Constitución también nos define como una república federal, democrática, representativa y laica, compuesta por estados libres y soberanos.

Es este el momento, señoras y señores, de validar y reforzar la forma de gobierno que prescribe el artículo 40 de la Constitución. Su definición es nuestra fortaleza.

Una república es la forma de gobierno en la cual el poder no se hereda. La era del poder personalista quedó atrás y no debe volver.

Federal implica un pacto en el cual el poder se distribuye entre la Federación y las 32 entidades federativas.

Llegar a esta determinación nos costó —y no hay que olvidarlo nunca— una guerra civil, la Guerra de Reforma, y una intervención extranjera.

La democracia es el método por el cual se integran legítimamente los Poderes de la República, mediante elecciones libres, ciertas, justas.

Es mi convicción de que debemos juntos fortalecer a la democracia mexicana, a las instituciones y al Estado de derecho.

Ser representativa nos impone la obligación de integrar los Poderes públicos mediante representantes electos, y que estos correspondan con los sufragios obtenidos y a la justa representación de las minorías que ha permitido la alternancia.

Y el laicismo, nuevamente resultado de la sangrienta Guerra de Reforma, le otorga a cada quien la libertad para decidir en qué creer o no creer, y al Estado la obligación de garantizar ese derecho.

Hoy, reunidos en este recinto donde fue expedida la Constitución, en esta ciudad donde triunfó la República, los Poderes públicos del Estado mexicano enfrentamos el imperativo de hacer realidad la letra de la ley.

No basta celebrar a la Constitución, hay que hacer realidad su mandato.

Señoras y señores:

Ante estos tiempos desafiantes debe imperar nuestra sensatez y nuestro patriotismo. Recordemos que nuestros momentos más dramáticos se dieron cuando las y los mexicanos nos dividimos; ahí perdimos medio territorio y, peor, perdimos nuestra dignidad y nuestra soberanía.

Es momento de dejar atrás los vientos de confrontación que tanto nos debilitan. Estemos unidos para que se privilegie la inteligencia, el consenso y la concordia.

La unidad demanda congruencia y coherencia. No podemos estar unidos hacia afuera, pero divididos hacia adentro.

La unidad nacional reside en la riqueza de la pluralidad. No somos fuertes por pensar igual, sino por pensar diferente, por admitirnos diversos, por ser incluyentes sin mezquindades, ni descalificaciones.

Si “el respeto al derecho ajeno es la paz”, el respeto a las ideas ajenas es la unidad. No nos equivoquemos, sin unidad no habrá soberanía.

La República demanda hoy lo mejor de sus hijos. Es nuestra obligación respaldar a la Presidenta de la República para que con valentía y convicción conduzca por el mejor rumbo al país.

Presidenta:

Hacemos un reconocimiento a su serenidad y a su firmeza, a su sensatez y capacidad de diálogo para defender los intereses del país. Su ejemplo, nos recuerda que nada ni nadie puede vencer a los mexicanos cuando se trata de defender la dignidad nacional.

Hoy, requerimos gobiernos fuertes, eficientes, cercanos, honestos, oposiciones firmes, valientes, inteligentes y propositivas, más ciudadanos responsables y menos habitantes carentes de consciencia social.

México será en el futuro lo que hagamos de él en el presente, que se instaure la política de la concordia como paso imprescindible para cumplir con la Constitución, es momento de empezar.

Muchas gracias.

Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button