“Con las bayonetas se puede hacer todo menos sentarse en ellas”. FOUCHÉ A NAPOLEÓN, Stefan Zweig
Carta del editor
La política del Presidente Andrés Manuel López Obrador hacia las Fuerzas Armadas ha sido todo, menos lo que se esperaba, ya que desde antes de sus Campañas Electorales Presidenciales decía todo lo contrario: “El Ejército, a sus cuarteles”, siempre dijo.
Hoy ha reconocido y confesado abiertamente, en sus Mañaneras: “Cambié de opinión”.
Es cierto que, tratándose de su propia política militar, podría adoptar cualquier camino, pero respetando la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que juró cumplir el 1° de diciembre de 2018 ante el Congreso de la Unión reunido en el Palacio de San Lázaro y ante toda la nación que lo escuchó; pero tratar de dejarle al próximo Presidente o Presidenta que ni él mismo sabe quien será, porque la vida da muchas vueltas, una política militarista, es una decisión que ya no le corresponde a López Obrador porque el próximo será un nuevo Gobierno que, en cualquier caso, será muy distinto al de él.
En el primer minuto del 1 de octubre de 2024, el Ejército Mexicano y la Marina tendrán un nuevo Jefe Supremo, al que sólo obedecerán, y se olvidarán entonces de Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho lo que ha querido, lo que se le ha ocurrido en cada momento y en cada día, pero tendrá que reconocer en el futuro los errores que ha cometido.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, que le gusta tanto la historia de México y del mundo, y que pasa largas horas en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional hablando de Hernán Cortés, de Miguel Hidalgo, de Francisco I. Madero, de Roosevelt, de Martin Luther King, Hitler y Mussolini, que recientemente ha recordado muchas veces quien sabe por qué, debería escuchar el sabio consejo que le dio Joseph Fouché a Napoleón:
“Sire:
“Con las bayonetas se puede hacer todo menos sentarse en ellas”. Stefan Zweig.
Lic. Mauro Jiménez Lazcano
Director General de la Revista Macroeconomía