Celebremos nuestra Independencia que no se logró en un día
“Nadie puede decir: México es antes y después de mí”
Palabras por la Patria a Radio Universidad Autónoma de Tlaxcala por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, 30 de agosto de 2020.
Queridísimos amigos, maestros, estudiantes, auditorio de Radio Universidad Autónoma de Tlaxcala; señor Director de la estación, con nuestro cariño y respeto de siempre agradeciéndole a usted, la hospitalidad que nos da y a todos sus amables colaboradores, técnicos y personal, periodistas, comunicadores, que tienen la estación.
Creo que todos nos estamos preparando ya, entrando al mes de la patria, que así se la ha llamado siempre porque en este mes, no sólo el día 15, sino también el 16, el 13 de septiembre, nos acordamos de la epopeya que ha representado la Independencia de nuestro país; toda la sangre que ha costado; todo lo que dieron nuestros héroes desde siempre, los grandes sacrificios que brindaron para que nosotros podamos hoy disfrutar de libertad, independencia, unión como país, soberanía nacional; fue algo grandioso, no hay duda.
Estaba yo repasando la famosa obra “México a través de los siglos” del gran Don Vicente Riva Palacio y sus colaboradores, que fueron grandes escritores y que hoy son calles, como dicen ahora los niños y pues, son nombres de esos escritores, Juan de Dios Arias; Alfredo Chavero; Don Vicente Riva Palacio mismo, José María Vigil; Don Julio Zárate; todos ellos realizaron durante años, una tarea fantástica al reunir las más grandes informaciones, datos, grabados, pinturas, códices y constituir la gran obra “México a través de los siglos” que sin duda está en las bibliotecas de la universidad de Tlaxcala y también en otras bibliotecas públicas de internados; del Politécnico Nacional, de pues en fin y tanto en Tlaxcala como en la ciudad de México y en otras ciudades de nuestro país, “México a través de los siglos” es sin duda un tesoro.
Tuvo varias ediciones desde luego, las primeras ahí en los años ya muy anteriores de finales del siglo pasado y del antepasado de los años 84 y 85; y también, luego se hizo una edición muy importante en 1953 y la más reciente y última fue realizada en 1973; 15,000 ejemplares, que es la que pues, tengo en mi modesta biblioteca que no pude dejar de ver en estos días admirando siempre, lo que ha sido nuestra patria; sus grandes luchas, los grandes hombres, que hemos tenido; que han sido fantásticos, verdaderos héroes nacionales tanto entregando su vida por la patria, como entregando sus vidas escribiendo como artistas, como maestros y me encontré también, entre mis papeles, digamos indagando en esta pequeña biblioteca, que he podido reunir a los largo de 60 años de estudio, un facsímil que editó la Librería Porrúa, en el año de 1996; en que reprodujo, con toda perfección, el Juramento y Proclamación de la Independencia de nuestro país, en 1821, que es una verdadera joya; porque nosotros, nos proclamamos como país independiente, pero como un Imperio Independiente; así reza, la declaratoria de Don Ramón Gutiérrez del Mazo, Jefe Político de esta capital, la Ciudad de México; Intendente de ella en su provincia y Superintendente de Hacienda Pública.
Y es toda una declaratoria formidable de nuestra independencia; en donde convoca el 13 de octubre de 1821 a celebrar la independencia del Imperio Mexicano.
Bueno se convoca a todas las autoridades de entonces, que tenían nombres que hemos leído en los libros de historia; dice: “A los tribunales; justicias; jefes, gobernadores y demás autoridades a que se reúnan en las plazas, este día, 13 de octubre de 1821 a celebrar la Independencia del Imperio Mexicano y así fue, así ocurrió y desde entonces pues todo lo que ha pasado también; pero todo lo que había pasado antes para haber llegado a conquistar la independencia mexicana.
Los grandes personajes libertarios como Allende; Aldama; Abasolo; los hermanos Jiménez y desde luego el Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla; la Corregidora, Doña Josefa Ortiz de Domínguez y todo lo que había pasado antes; cómo se fue construyendo la libertad, la independencia de nuestro país y al repasar los libros que, están en la biblioteca tanto la de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, sin duda, como en las universidades, en las bibliotecas de México, en la Nacional, la del Colegio de México y de muchas bibliotecas y colecciones privadas, junto con la historia de Riva Palacio; también, el Diccionario de México, la Enciclopedia de México que elaboraron no hace mucho, en el año de 1976, por ahí una serie de enciclopedistas, encabezados por Don Rubén Arturo Muñoz y gente muy distinguida que participó en este enciclopedia de nuestro país; todo lo que ahí se dice, el Diccionario de Insurgentes, de editorial Porrúa y el propio diccionario, que contiene la historia biografía y geografía de México.
No alcanza el tiempo para repasar los nombres de las acciones; todo lo que hicieron los hombres y mujeres que nos antecedieron, que fueron cosas fantásticas, los escritos de Don Daniel Cosío Villegas y quienes, enciclopedistas que también conformaron con él la historia moderna de México que es una maravilla de historia mexicana; y de pronto, saltan y te encuentras las investigaciones realizadas por hombres tan notables como Alexander de Humboldt, que llegó a nuestro país por esas fechas, previas a la independencia nacional y sin duda, que su sabiduría e inteligencia, también fue uno de los factores que influyó para realizar la lucha mexicana.
La lucha de nuestra Independencia, tiene orígenes muy claros; el mundo despertaba, con la independencia de los Estados Unidos de América, de las colonias americanas y, a finales del siglo XVIII y con la Revolución Francesa, todas las ideas libertarias, que venían envueltas en esas grandes luchas internacionales, mundiales que estaban cambiando la historia mundial; pero también, acontecimientos muy, muy fuertes acontecimientos, que también estaban modificando la estructura del mundo en este momento; por razones “equis”, España estaba en problemas, había renunciado o abdicado el rey Carlos IV, ya le había dejado el trono a su hijo Fernando VII y eso dio lugar a que, erróneamente se pidió un arbitraje al emperador francés, a Napoleón y éste muy pronto y sin pereza alguna, como se dice “ni tardo, ni perezoso”, mandó a su hermano José, como rey de España y eso es lo que aquí agitó la situación en el virreinato en la nueva España y entonces, llevó incluso a Don Miguel Hidalgo al Grito de Independencia, en el que mencionaba a Fernando VII, pidiendo la libertad y la Independencia y la libertad del propio Fernando VII.
Pero eso trajo una lucha larga de 11 años, muy sangrienta, en la que a la vez que ganábamos la independencia, se fue conformando el pueblo mexicano; que ya venía de atrás, del virreinato; habíamos construido un país mestizo.
Y ese mestizaje nos permitió desarrollar una nación mestiza; amante de la libertad y la justicia, de la independencia, que es lo que ahora somos; pero que no fue fácil llegar el momento en que estamos ahora, porque vinieron luchas tremendas, fratricidas; la lucha de Reforma, antes la guerra contra los Estados Unidos, la Guerra del 47; y luego la lucha contra Maximiliano, en la invasión francesa para que después llegara el Porfiriato y la Revolución Mexicana
México no se ha hecho en un día; nadie puede decir que antes de él o después de él, hay México; México es una nación que se ha hecho a base de grandes luchas y con la participación de muchos hombres y mujeres, que como nosotros, amamos grandemente a nuestro país.
Vamos a prepararnos para homenajear a nuestra patria; a nuestra libertad; a nuestra independencia, gritando ¡viva México! el 15 de septiembre, porque eso es la costumbre que logramos y que el grito lo había dado, Don Miguel Hidalgo el 16 de septiembre, en la madrugada.
Pero la historia de México, así se ha ido conformando; entonces, gritemos ¡viva México! el 15 y todo el 16 de septiembre festejemos nuestra independencia, sin olvidar la tragedia y el heroísmo de los niños de Chapultepec, que como dijo el poeta, entregaron sus vidas por nuestro país; los héroes niños que dieron la vida por la patria el 13 de septiembre ante la invasión norteamericana
No debemos olvidar, que la bandera estadounidense de las barras y las estrellas ondeó en el mástil del palacio nacional durante un año y la pena que eso nos causó y las pérdidas económicas que sufrimos y las pérdidas territoriales que padecimos entonces.
Honremos a la patria este mes de septiembre, pensando siempre en alto; honrémosla, pensando en el trabajo; en la ciencia; en la educación; en la cultura; en el amor a nuestra familia; en el amor a nuestra patria; que nunca debe morir; que nunca debe disminuirse, porque parafraseando al gran poeta Seneca, de la vieja Roma: “¡Amamos a nuestra patria no porque sea grande, sino porque es nuestra¡”, que eso lo tengamos siempre presente.
Hasta luego, queridos amigos universitarios y auditorio en general; su amigo, Mauro Jiménez Lazcano, universitario, de la Universidad Nacional Autónoma de México y Director de la Revista Macroeconomía, a sus órdenes.