Biden Vs. Trump
Afloran contradicciones en ambos. Pero, se perciben actitudes de liderazgo
Por Fernando Hurtado
De Los Estados Unidos de América al mundo entero: ¡Presentación política magistral! Vaya que si habrá que aprender de la nación líder.
Es público y notorio la disputa por el liderazgo que se libra en el interior de EEUU. Donald Trump desde su campaña presidencial hasta el final de su mandato dio voz a un sector social, sin ser mayoritario, de gran preponderancia. Polarizó a esa parte colectiva inconforme con la baja que registra su rol protagónico sin percibir que se han distanciado del sentido de la historia. En el periodo de relección fue el primer presidente que denunció la posibilidad de fraude gubernamental ¿Quién puede fraguar fraude al sistema político federal? Solo hay una respuesta, la parte de las instituciones responsables de actuar al margen de la ley, las que dirigen el imperio mundial incluido el propio; para ellos no existen límites ni el espíritu de las leyes, sus acciones son motivadas por valores de supremacía; los cuales, estuvieron acurrucados durante un largo cuatrienio.
Joe Biden vino de menos a más, no fue un obvio candidato; si el más experimentado. Algo motiva el adelantamiento de la sucesión presidencial pues en el primer semestre Trump regresó a la opinión pública refrendando la disputa. Si el partido demócrata y los medios de comunicación se inspiraran en los modos y formas, tropicales, usadas en México por las elites, estarían abocados a la limpieza del calzado, al cabello peinado, a la retórica de las campañas del adversario, etc. ¿Un país “bananero” por dónde empieza? ¿por sus elites o por el pueblo? Porque Biden empezó por ampliar la aceptación de su base social al acelerar el ritmo de vacunación; al proponer aumentar el pago mínimo por hora; al mostrar una de las esencias del sistema americano al respaldar a sectores rezagados refrendando el liderazgo dentro de sus fronteras. Actitudes ejemplares.
Biden y Trump, ambos, están trabajando para la próxima contienda electoral; no es nada personal son dos concepciones de naturaleza discordantes. El destino del mundo estará en juego una vez mas. No hay aun respuestas a todos los temas. Afloran contradicciones en ambos. Pero, se perciben actitudes de liderazgo.