Asesinatos y ataques a periodistas mexicanos inquietan a la Casa Blanca
Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos condena los hechos y el Presidente López Obrador le responde
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía
La ola de asesinatos a periodistas y los ataques del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la prensa nacional y extranjera han causado un gran inquietud al interior de la Casa Blanca, al grado que el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken ha salido a condenar esos atentados a la libre expresión, lo que irritó al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien calificó las palabras del alto funcionario norteamericano como “un acto de injerencismo”.
Este roce en las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos se había venido gestando desde hace tiempo, a raíz de las diferencias surgidas por la iniciativa de Reforma Eléctrica planteada por el Presidente López Obrador ante el Congreso mexicano y que a juicio de los altos funcionarios norteamericanos “viola reglas esenciales del T-MEC, Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá”.
En un afán de suavizar el diálogo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en primer término el Presidente Biden invitó al Presidente mexicano López Obrador a una visita a la Casa Blanca, a mediados del año pasado de 2021, en que participó también el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau, para analizar los principales temas comerciales entre los tres países, pero especialmente lo relativo a la Reforma Eléctrica que quiere el Presidente mexicano, y que a juicio de sus dos países socios, Estados Unidos y Canadá traspasa las reglas del T-MEC y daña los intereses y funcionamiento de sus empresas eléctricas en México.
El Presidente Biden de Estados Unidos había enviado primero, en un plan de buena voluntad, a la Vicepresidenta Kamala Harris, quien fue recibida en Palacio Nacional por el Presidente López Obrador, sin muchos resultados.
Tiempo después, el propio Presidente Biden, quien había nombrado a un político texano, simpático y que habla español, el señor Ken Salazar, para entablar diálogo, decidió enviar a otros altos funcionarios como el Jefe de la Seguridad Interior de Estados Unidos y la Secretaria de Asuntos de Energía norteamericana, para abordar con el Presidente de México los asuntos de la seguridad pública y la colaboración energética dentro del T-MEC; en ambos casos tampoco se habló de buenos resultados en las conversaciones.
Finalmente, el Presidente norteamericano Biden mandó a un Enviado Especial, John Kerry, a tratar de convencer al Presidente de México sobre asuntos de protección al Medio Ambiente y de colaboración con energías limpias, obteniéndose al parecer nulos resultados.
Estas fricciones diplomáticas desembocaron el miércoles 23 de febrero en una condena pública de la Casa Blanca y del Departamento de Estado a los asesinatos y acoso oficial a los periodistas mexicanos, dando lugar a una respuesta ríspida del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de “injerencista” al Gobierno del Presidente Joe Biden y a su Secretario de Estado, Antony Blinken.
