Estados y municipios

Apasionada labor de Narcedalia Ramírez Pineda en favor de los pueblos de La Mixteca oaxaqueña

Queridas paisanas y paisanos, Permítanme empezar mi participación, dándoles las gracias por el honor que me confieren viniendo a mi pequeño pueblo para que, juntos, celebremos un aniversario más de nuestra organización.

Me llena de alegría recibir en esta casa a tan queridos amigos, compañeras y compañeros diputados y personalidades para quienes nunca tendremos las palabras suficientes para agradecerles sus donaciones y su solidaridad con la gente más necesitada y con muchas comunidades donde empieza a renacer ahora la esperanza perdida.

Recuerdo que hace unos meses en alguna de mis visitas a una ranchería de nuestra Mixteca. Me reuní con los Chispitas que me regalaron sus risas ingenuas y nuevas, y al mismo tiempo, con los beneficiarios de algunas de nuestras gestiones.

En lo más alejado de ese pequeño pueblo se presentó ante mí, con la dignidad que sustenta toda una historia, una campesina indígena, acreedora de una pequeña vivienda gestionada por nuestra organización. Sin palabras para hacerse entender, salieron lágrimas de sus ojos cansados, que revelaban la emoción porque la Fundación descubrió su existencia. Sentí que ese llanto representaba a todos los pobres invisibles de la Mixteca de Oaxaca y del país, pero en el fondo era también mi propio llanto y, seguramente, el de la impotencia de quienes quisiéramos cambiar, lo más pronto posible, la trágica realidad de los que nada tienen y todo necesitan.

Cuando alguien musitó, “Diputada, este pueblo está prácticamente abandonado”, nos estremeció con su crudeza; sin embargo, no estaba mintiendo.

Ancestralmente, la desigualdad, el olvido y la pobreza, marcan el destino de nuestra región. Generaciones de mixtecos surgen y pasan sin que se logre aminorar la enorme sangría de los que salen de aquí, expulsados por la pobreza, para no volver.

Por eso no podemos crecer ni desarrollarnos. Las fuerzas más jóvenes se van y se quedan en nuestros pueblos las mujeres campesinas e indígenas con su desamparo y en la desesperanza social.

Esta es la realidad Mixteca que vino a desafiar hace 18 años la Fundación Ayú. Venimos a propiciar una ruptura contra las inercias y las nocivas dependencias que nos encadenaron al atraso y arrinconaron a los más vulnerables, sin los instrumentos de la educación, a servir la mayoría de las veces de comparsas del poder político;  a seguir sometidos a mecanismos de producción donde han ganado históricamente siempre los mismos.

Pensamos desde entonces que era una obligación moral y política, buscar otros caminos por donde debería transitar el nuevo destino de La Mixteca; buscar otras alternativas; un nuevo pacto social y un imaginativo proyecto de desarrollo.

18 años después, y 13 años de haber formalizado la Fundación Ayú, muchas familias mixtecas y muchos pueblos, tienen ya alas para volar.

Nuestro Centro de Capacitación para el Desarrollo Sustentable Ayú, ya cuenta con personalidad jurídica propia, desde julio del presente año. Ese hecho lo consolida como un centro promotor del desarrollo tecnológico y prestador de servicios de capacitación único en su tipo en todo el sur de nuestro país con el certificado que otorga Fira, calificando a nuestro Cecades Ayú, como agente de cambio en la modalidad de centros de desarrollo tecnológico en categoría B.

Gracias al apoyo permanente de Fira-Banco de México, representado por su Director General, el Lic. Rodrigo Sánchez Mujica, a quien enviamos un saludo muy fraternal; en este año, casi 7 mil productores se han beneficiado con eventos de capacitación diversa y, gracias a ésta y al apoyo de asistencia técnica y acompañamiento a nuestros productores; 96 invernaderos de jitomate que benefician al mismo número de comunidades, en la Nación Mixteca, están generando más de 3 mil toneladas de este producto, que es ofertado en el mercado regional y, a partir de septiembre de este año, con la responsabilidad de los productores y con el conocimiento del reto que significa aminorar los problemas de comercialización en la región, empezamos a vender jitomate a Wal-Mart. Consideramos que en diciembre próximo, nuestros productores de calabacita de la zona de Tonalá-Nuchitas, estarán listos para incursionar a este nuevo tipo de mercado. Lo anterior no hubiera sido posible si no tuviésemos una empacadora. De ahí nuestro reconocimiento a Sagarpa-Firco que nos apoyó en la primera etapa para que el proyecto de la empacadora Productores Mexicanos de Invernaderos, “Promex”, fuera una realidad.

Gracias a los microcréditos individuales y grupales que nuestra Sofom “Convengamos Todos” otorgó en comunidades de los 3 estados donde estamos trabajando, más de 1,100 productores de diversos productos como jitomate, papaya, granos, ganado han incrementado su productividad.

Reconocimiento y admiración por su palabra inquebrantable y disciplina, merecen los casi 25 mil integrantes de las 705 cajas de ahorro y recuperación que en Oaxaca, Puebla y Guerrero hemos organizado, tanto de adultos como de niños; estos últimos, por su constancia, han sido premiados por la Fundación Lala, gracias a la cual, por nuestro conducto, mes tras mes hemos dotado de leche a más de 7 mil chispitas y en muchas ocasiones hasta a los adultos. Gracias a Lala y a la solidaridad de la sociedad civil, de las escuelas y de algunas empresas que donaron también para nuestras comunidades libros, mesabancos, juguetes, utensilios de plástico, medicinas, ropa, cobijas, computadoras, sillas de ruedas, tinacos. Por su parte, nuestro centro de capacitación, ha proporcionado a muchos de nuestros grupos decenas de paquetes de codornices, conejos, lombrices, árboles frutales y nopales.

Para apoyar a más de 7 mil Chispitas ahorradores que están estudiando, hemos mantenido intensa la campaña de nuestro programa de Becas “Ayúdame, Chispitas de Esperanza”. A la fecha, hemos entregado 702 becas a igual número de chispitas de 81 de comunidades de la Mixteca de Puebla, Guerrero, Oaxaca, de Valles Centrales y Costa. Aún tenemos pendiente la entrega de 383 becas que haremos a la brevedad.

Nuestra organización Ita-Yee, con sus grupos de productoras y sus múltiples iniciativas y proyectos son hoy nuestro motivo de más orgullo. Son ahora mujeres con más voz, más fuertes, con iniciativa, pero también con la esperanza de ser consideradas no tan sólo en las labores del hogar ni en las productivas, sino también en el momento de la toma de decisiones en sus comunidades.

Por otra parte, con la finalidad de generar alternativas productivas, hemos gestionado 40 proyectos pecuarios para el mejoramiento genético de 15 hatos de caprinos y 25 de ovinos, constituyendo unidades productivas generadoras de ingresos para los productores.

Dentro de nuestro programa de seguridad alimentaria, se entregaron los insumos, donados por MONSANTO, para 44 traspatios, en beneficio de 220 socios de 23 comunidades; también se construyó 100 estufas ecológicas donadas por la Embajada de Nueva Zelanda. Por otra parte y con el apoyo de FIDEM, entregamos 517 sistemas de cosecha de agua de lluvia que beneficiaron al mismo número de familias de 16 comunidades. Con el apoyo de FEMSA y MONSANTO apoyamos a 15 comunidades con sistemas comunitarios de cosecha y purificación de agua de lluvia.

En lo ambiental y con el apoyo de los beneficiarios, logramos reforestar 530 hectáreas en 90 comunidades.

En el 2011 logramos que 275 familias de 22 comunidades, de La Mixteca de Oaxaca y Valles Centrales, recibieran su respectiva vivienda, y estamos en espera para que en este mismo año, otras 170 familias vean realizado su sueño de contar con este valioso patrimonio.

A partir del convenio realizado con Fundemex-Microsoft Potencial Ilimitado, decenas de productoras y productores de colonias y agencias municipales donde opera nuestra organización, han participado en talleres que les han permitido aprender cómo utilizar los equipos de cómputo para acceder a los diferentes mercados por internet, y cómo poder vender a través de esa herramienta.

Para incrementar la capacidad productiva de los municipios a través de la construcción de proyectos de infraestructura pública, gestionamos ante el FOPAM que 3 municipios de la costa de Oaxaca, se vieran beneficiados con la pavimentación de calles. En proceso de autorización se encuentran 3 proyectos por más de 5 millones de pesos y, en revisión, 8 proyectos por casi 40 millones de pesos, para que, a través del FIDEM, municipios de La Mixteca de Oaxaca cuenten con obras de agua potable y saneamiento.

Sabemos ciertamente que los logros no son del tamaño de nuestras necesidades, pero son nuestros logros. Ahí están nuestro esfuerzo y la solidaridad de nuestros aliados. Ese empeño de las mujeres de Ita Yee, de los Chispitas, de los productores, de nuestros Compadre, muestran que no nos dejamos vencer, pese al agravio que nos causa la ausencia de respuestas de muchas dependencias gubernamentales como la de Desarrollo Social, la de Reforma Agraria, la de Educación Pública, la Comisión de los Pueblos Indígenas, cuya insensibilidad convoca a la inconformidad y a la indignación social.

Esas son las razones fundamentales que me impulsaron a participar activamente en la política partidaria. Penetrar a ese mundo y, desde ahí, elevar mi voz para hablar por los sin voz. Me pareció muy importante denunciar desde la tribuna política los sufrimientos de los pueblos pobres, las vejaciones de que son objeto por parte de la burocracia y, con esa motivación, gestionar, promover las propuestas de los pueblos y los grupos organizados, romper el silencio de las dependencias del gobierno ante tantos compromisos y promesas incumplidos con nuestra región mixteca.

En este afán, el PRI, me privilegió con una Diputación Plurinominal, que sentí como una distinción para la gente humilde de La Mixteca a quien me debo y a quien estoy entregando todo mi compromiso social, político e ideológico.

Ciertamente podría, en mi calidad de parlamentaria de la nación, rendir mi informe de actividades en cualquier región de esta circunscripción, pero sin dudarlo un instante, decidí venir a mi pueblo, con los mixtecos, con nuestros aliados, pues en el corazón mismo del cielo -que eso significa Ayú- empezamos un sueño: conformar un nuevo pacto social que haga renacer a los nuevos liderazgos que sean capaces de construir el desarrollo; crear la organización productiva que nos saque de la parálisis económica; impulsar la redistribución del ingreso para ser más iguales, y nos encaminen hacia la edificación de una nueva sociedad mixteca más justa, más democrática, más segura y más libre.

Por esas razones he venido ante ustedes a rendir mi informe de labores como diputada de la Legislatura LXI.

Participé activamente en el trabajo del segundo año de la LXI Legislatura, en la que el Partido Revolucionario Institucional presentó 1,382 iniciativas, más que ningún otro partido en el Congreso de la Unión.

En el desarrollo de esta labor impulsamos un cambio en las políticas públicas del Gobierno Federal y en la creación de las bases de una red de

seguridad social en beneficio de los que menos tienen.

Convencida de que el desarrollo social y el combate a la pobreza desde sus causas se logra con una política de redistribución del ingreso y las oportunidades, propuse una iniciativa con reformas legislativas para obligar a todas las secretarías de Estado del gobierno federal, a diseñar reglas de operación de todos los programas sociales y productivos, bajo principios de sencillez, claridad, objetividad, imparcialidad, eficiencia y eficacia.

He dado seguimiento puntual a este tema y actualmente nos encontramos coordinando un Grupo de Trabajo de Diputados Federales para proponer modificaciones específicas a las reglas de operación de la Secretaría de Desarrollo Social, que permitan que los recursos lleguen a tiempo y que nunca más una traba burocrática se convierta en la lápida que sepulte los sueños y aspiraciones de nuestros niños, de nuestros jóvenes, de nuestras compañeras mujeres y de todos y cada uno de nuestros productores rurales.

Con otras compañeras diputadas de mi partido, reconocimos la importancia que tiene el acercar la educación universitaria a nuestros jóvenes en las comunidades más remotas de México. Es por ello que propusimos una Iniciativa de Ley para crear la Universidad del Conocimiento a Distancia.

Se trata de un proyecto nuevo para darle aliento al sistema educativo nacional. Un proyecto que está en condiciones de poner en marcha nuevos diseños para los procesos de enseñanza-aprendizaje, nuevas formas de investigar y de combinar docencia e investigación, y diversas maneras para preservar y difundir la cultura.

A raíz de nuestra propuesta, la Secretaría de Educación Pública manifestó el pasado 5 de agosto, que la Universidad a Distancia en nuestro país será una realidad, por lo que, una vez creada la institución, abrirá oportunidades a todos nuestros jóvenes de contar con estudios universitarios sin tener que abandonar su tierra, su hogar y su familia.

Hoy, desafortunadamente, los mexicanos estamos familiarizados con el tema de la violencia que aqueja al país. Sin embargo, este problema que va desde los niveles más cruentos provocados por la delincuencia organizada, hasta el famoso bullying de las escuelas, se ha encarnado en el tejido social desgarrando familias, grupos sociales y comunidades enteras, afectando mayoritariamente a las mujeres.

Es por ello, que en conjunto con otras compañeras diputadas, iniciamos una reforma a la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, para salvaguardar los derechos de todas las mujeres que hayan sido víctimas de violencia, para que el Estado les brinde las garantías necesarias para su atención física y psicológica, para que, cuando el agresor sea el cónyuge o pareja, abandone de manera inmediata el domicilio y se prohíba que el presunto responsable de la agresión se acerque nuevamente a dicho domicilio.

Con estos derechos, se busca generar un cambio de conciencia profundo; se busca proteger la integralidad de la familia y de contener la violencia intrafamiliar. No queremos más la semilla del rencor en los hogares de nuestro México; queremos armonía y que nuestros hijos y jóvenes sean respetuosos de la ley, y que la concordia y la paz imperen en nuestras comunidades y en toda nuestra patria.

He propuesto puntos de acuerdo para reparar injusticias cometidas contra las mujeres que abortan; para garantizar que el proceso de creación y diseño de las reglas de operación de los programas sociales se apegue al marco jurídico, y tomé la tribuna más alta del país para condenar la muerte de 14 jornaleros, como resultado de la volcadura de uno de esos viejos autobuses que, por negligencia y abuso de los empleadores, contratan para llevarlos a sus lugares de trabajo.

Para ser congruente con este planteamiento, propuse a la Comisión del Trabajo que cuando se legisle la nueva Ley, se haga modificaciones al capítulo de los trabajadores del campo, y se proteja cabalmente a los jornaleros con todas las prestaciones sociales y económicas desde que parten de su lugar de origen hasta los campos agrícolas donde trabajen.

Demandé que se mejoren las condiciones en que son contratados nuestros campesinos y que se cumpla íntegramente con la normatividad para hacer más seguro el transporte de personas y de nuestros jornaleros en el país, y se les reconozca el seguro médico y su derecho a una vivienda y a la educación de sus hijos.

A nuestros Adultos Mayores, a quienes saludo con aprecio y cariño, les informo que en este mes de octubre, en el Pleno de la Cámara de Diputados, buscare el voto de la mayoría de mis compañeros diputados, para lograr la aprobación de la Ley de Apoyo Solidario para los Adultos Mayores del Campo. Esta Ley garantizará que cerca de 1 millón 200 mil adultos mayores de 70 años que habitan en comunidades rurales con una población menor a los 2,500 habitantes en el país, cuenten con una pensión vitalicia que les permita cubrir sus necesidades de alimentación; un seguro de vida en beneficio de su cónyuge para garantizar la estabilidad de su pareja ante la eventual partida del adulto mayor; un pago de marcha que cubre los gastos funerarios y evita los gastos catastróficos a las familias que la mayoría de las veces implica deudas y la pérdida del escaso patrimonio, y la atención médica a través del seguro popular.

Todos estos beneficios se harán extensivos, una vez que concluya su aprobación en el Senado de la República, donde una vez más, en el Congreso de la Unión, el PRI en ambas Cámaras, demostrará que sabe dar respuestas contundentes en beneficio de los que menos tienen, y sabe hacer realidad el concepto de una verdadera justicia social.

Estimadas paisanas y paisanos:

Soy consciente de que lo que aquí se reseña, no es un esfuerzo solitario. Creo en la democracia, la negociación y el consenso como herramientas indispensables para promover los cambios que definan, con rasgos de equidad y justicia, el México del mañana.

Como integrante de una legislatura plural que expresa la diversidad cultural, política y económica de nuestro pueblo, valoro la confianza y apoyo de mis compañeros legisladores a quienes expreso nuevamente mi reconocimiento y mi respeto. A todos ustedes, mi agradecimiento infinito por todo su apoyo y confianza a lo largo de estos dos años de labores legislativas. Les reitero mi compromiso de seguir trabajando, sin descanso, por ese México justo y próspero que todos queremos.

Hoy más que nunca,  lo imposible es posible.

Muchas Gracias.

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