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Ahora, vamos a la Reconstrucción

Después de la tragedia causada por terremotos e inundaciones, México emerge hacia la reconstrucción de las zonas dañadas por las fuerzas naturales; hay organización por parte de Pueblo y Gobierno, y hay recursos económicos suficientes para iniciar inmediatamente el proceso de reconstrucción, bajo líneas generales trazadas por el Presidente Enrique Peña Nieto.

 

Nunca en la historia del país hubo tanta organización por parte del pueblo y del Gobierno para enfrentar una magna catástrofe como la que hemos sufrido: ha habido esfuerzo conjunto, organización, orden y aplicación de tecnología de punta, nacional y extranjera, para rescatar a los sobrevivientes.

En ninguna zona afectada ha habido hambre o sed, que no se atienda; nadie ha muerto por desatención médica o humana; las personas que de acuerdo con la tecnología disponible mundial podían rescatarse con vida, han logrado sobrevivir y han sido enviadas inmediatamente a hospitales de tercer nivel.

Los sitios cercanos a los epicentros de los fenómenos sísmicos recibieron grandes daños, sobre todo en sitios y ciudades de Chiapas, de Oaxaca, Morelos, Puebla y la Ciudad de México; a todos esos puntos han llegado voluntarios, en gestos de solidaridad humana notables y también han llegado el Ejército, la Armada y la Policía Federal.

Por lo menos un par de helicópteros de las Fuerzas Armadas, incluida la PGR, han caído en el intento de llevar ayuda médica y alimentos a sitios apartados en las montañas, causándose la muerte y lesiones de tripulantes y personal de ayuda.

 

SE HA MANTENIDO EL ORDEN Y EVITADO LA RAPIÑA

La organización de la fuerza pública y su intervención ha mantenido el orden y ha evitado la rapiña, tanto en poblaciones alejadas como en la misma Ciudad de México, donde integrantes de bandas, sobre todo extranjeras, intentaron realizar actos delictivos, aprovechándose del caos y la sorpresa que causaron los fenómenos telúricos; pero la mayoría de quienes intentaron esas acciones delictuosas fueron atrapados o neutralizados.

En ningún rincón de México se registraron caos, desorden o rapiña, gracias a la intervención de los mismos pobladores y de las fuerzas del orden público.

EFICAZ COLABORACIÓN INTERNACIONAL

El prestigio de México a nivel mundial y el cariño y simpatía que tienen la mayor parte de los países de América, Europa y Asia hacia nuestro país, provocó una solidaridad inmediata, a nivel mundial y el envío de recursos económicos, alimentos, medicina y ayuda técnica, incluyendo voluntarios especializados en desastres.

El Gobierno mexicano, presidido por el Licenciado Enrique Peña Nieto, aceptó estos gestos de solidaridad internacional y supervisó personalmente la distribución y atención a la ayuda material y humana recibida por nuestro país.

 

INCANSABLE ACTIVIDAD DEL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO

Tanto con motivo de los ciclones y huracanes que se registraron en el país como por los fenómenos telúricos devastadores, el Presidente Enrique Peña Nieto desarrolló una actividad incansable, yendo y viniendo a los sitios afectados, para organizar la ayuda a las comunidades, a las ciudades y  a la misma capital de la República.

Los Gobernadores de los Estados afectados y el propio Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, incluyendo los delegados de los más diversos Partidos Políticos, se sometieron a la autoridad presidencial y a la ayuda y atención centralizada de los problemas; lo mismo hicieron los Partidos Políticos mismos y sus dirigentes.

Desde el principio, el Presidente Enrique Peña Nieto fijó la posición gubernamental, más allá de los Partidos Políticos y la ideologías: “¡Aquí y ahora todos somos mexicanos; y la ayuda y atención es para todos y sin distinción de personas, colores o partidos!”, expresó el Presidente.

En una población de Chiapas, ante la tragedia que estaba a la vista, la población le pidió al Presidente, el 15 de septiembre al mediodía, dar el Grito de Independencia, y lo dio: la emoción fue tal que ese momento será inolvidable para todos quienes participaron.

En esa forma, y por un espíritu de emulación y patriotismo, los voluntarios y oficiales gubernamentales empezaron a cantar el Himno Nacional cada vez que lograban un triunfo en su esfuerzo: ya sea rescatando a algún sobreviviente; a algún fallecido o terminando la búsqueda bajo las ruinas de algún edificio caído en las poblaciones o en la Ciudad de México.

LA MÁS GRANDE SOLIDARIDAD DEL PUEBLO MEXICANO

El mundo ha visto, a través de los grandes medios de difusión, la más grande solidaridad que une y enorgullece al pueblo mexicano: primero, sin importar niveles sociales o económicos, miles de voluntarios se lanzaron tanto en las poblaciones como en la Ciudad de México, a ayudar a la gente que necesitaba ser rescatada de entre los escombros.

También fue notable la generosidad de los sectores sociales que se quitaron el pan de la boca para darlo a los de junto; y los mejor acomodados, de destinar recursos escasos al envío de ayuda a Oaxaca como a Puebla como a Chiapas, para atender a los mexicanos en sufrimiento.

Agua y alimentos para los damnificados sobraron; nadie padeció hambre y sed; y los heridos fueron atendidos en hospitales bien equipados y se brindaron cirugías magníficas, así como las medicinas necesarias.

La intervención del Ejército Mexicano y la Armada de México fue eficaz, no solo en guardar el orden en las zonas dañadas del país, sino en auxiliar en las zonas necesitadas por derrumbes o inundaciones.

El canto de: “Un saldado en cada hijo te dio”, se oyó por donde quiera, lo mismo en los pequeños pueblos que entre las grandes avenidas y rascacielos de la Ciudad de México.

DESPUÉS DEL DOLOR, LA RECONSTRUCCIÓN

Ahora, lo que viene, es la Reconstrucción, después del dolor; se elaboran programas inmediatos con los recursos disponibles; la gente damnificada recibirá tarjetas para comprar materiales y reconstruir sus casas; y en las ciudades se establecerán programas de crédito y reconstrucción inmediata.

En la Ciudad de México se contará con recursos suficientes para atender a las miles de familias que sufrieron daños en sus construcciones, tanto de casas como de departamentos.

En los pueblos, la reconstrucción será inmediata, con recursos que administrarán los propios pobladores para aplicar e sus terrenos y volver a vivir como antes.

 

TODO EL GABINETE PRESIDENCIAL, A TRABAJAR EN LA RECONSTRUCCIÓN 

El Presidente Enrique Peña Nieto ha dado la instrucción para que todo el Gabinete se distribuya en diferentes regiones del país donde se requiere la ayuda y la organización de la Reconstrucción; nadie se quedará en sus oficinas a descansar; todo el mundo tiene que hacer en favor de México; en esa tarea también se podrá ganar alguien la postulación a la Presidencia de la República para el 2018.

Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía.

 

 

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