El intenso trabajo y dedicación a su alto cargo, ha permitido que en estos escasos dos años de gobierno, el Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, cumpla su compromiso con México y con su pueblo.
El hecho de que haya logrado la aprobación de las Reformas Estructurales, que ponen las bases de un gran impulso de progreso para nuestro país en todo este siglo XXI, coloca al Presidente Enrique Peña Nieto en un lugar de honor en la Historia de México, ya que esos grandes cambios estructurales en la economía, la política y la sociedad que implican las Reformas Constitucionales aprobadas por el Congreso de la Unión, llevarán a nuestro país a un escalón de avanzada en el concierto mundial de naciones.
Es cierto que el H. Congreso de la Unión comparte con el Jefe del Poder Ejecutivo los honores que corresponden a la aprobación de las Reformas Estructurales y su puesta en vigor en nuestra República; pero fue el Presidente Enrique Peña Nieto y su Gabinete, y los líderes de su partido en el Senado, Emilio Gamboa y en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, quienes realizaron una increíble tarea política, como no se había visto en décadas, haciendo a un lado todos los obstáculos que iban surgiendo en la medida que se avanzaba en las reformas Constitucionales y en las Leyes Secundarias, hasta lograr acuerdos con la oposición, cuando así se pudo y, cuando tal cosa se hizo imposible, imponiendo la mayoría parlamentaria.
Pero siempre, el Presidente Enrique Peña Nieto dió prioridad a los acuerdos políticos y parlamentarios; su consigna a colaboradores y aliados políticos ha sido siempre de privilegiar el diálogo y el acuerdo por encima de cualquier interés personal o de grupo, sino viendo siempre el interés general de México y del pueblo mexicano.
Se lamenta el Presidente del PAN, Gustavo Enrique Madero de que en los sexenios pasados, especialmente el de Calderón, se le negaron los mismos acuerdos; pero él bien sabe la respuesta: fue porque no los intentaron, en algunos casos, y porque no los supieron hacer, en otros. El Gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón fue de rompimiento con el resto de las fuerzas políticas, igual que el de Vicente Fox; fueron dos sexenios de choque político con el PRD y con el PRI, dando por resultado el estancamiento general del país.
Ahora, ha llegado al poder, bajo la Presidencia de Enrique Peña Nieto, un gobierno de diálogo y concertación con todas las fuerzas políticas del país, sin exclusión de nadie; siempre viendo por los intereses generales de la nación mexicana, como se demostró con la firma del “Pacto por México”, que fue firmado por todos los partidos políticos del país en los primeros días del Régimen actual, bajo la guía política conciliadora encabezada por el propio Jefe del Ejecutivo.
Ahora dicen algunos politólogos “que se ha acabado el tiempo de los acuerdos políticos”; nosotros esperamos que no, porque el Presidente Enrique Peña Nieto va empezando su tarea y tiene mucho que hacer en el futuro próximo por el bienestar de la nación mexicana.
Hay muchos acuerdos a los cuales se debe llegar con el PAN, el PRD y otros nuevos partidos, incluso el de López Obrador, MORENA, así como con los gobiernos de los Estados y del Distrito Federal, para consolidar el avance económico y la seguridad pública; el progreso cultural y social en todos los campos, especialmente el de la salud pública y en el bienestar general.
La tarea por México nunca se acaba. ¡Siga Usted adelante, infatigablemente, Presidente Enrique Peña Nieto!