La semana pasada se emitieron dos importantes mensajes que vale la pena revisar, sobre todo en los aspectos que atañen al desarrollo de la economía mexicana. Primero el mensaje de año nuevo que emitió el Sr. Presidente Enrique Peña Nieto en el que presentó cinco propósitos de su gobierno, sobre los que se trabajará durante este año y que están relacionados con la seguridad, la pobreza, la educación, la economía y la imagen de nuestro país en el exterior.
Son de destacar los temas de reducción de la pobreza y la mejora en la economía, porque están íntimamente ligados. Puede parecernos un lugar común plantear que la mejor política social es un buena política económica, sin embargo, una política económica que genere un entorno de negocios competitivo e incentive la generación de empleos productivos redundará en un aumento permanente en el nivel de ingresos personales y reducirá la pobreza. Esta estrategia se plantea en el documento “Pacto por México” firmado por los principales partidos políticos y el Presidente de la República en el cual se propone, al menos en el papel, llevar a cabo las reformas necesarias que amerita el desarrollo del país, lo que sin duda representa un buen inicio para el gobierno de Enrique Peña Nieto y del regreso del PRI.
Ahora bien, se podrá hablar de la importancia y trascendencia del pacto, pero sólo si se llevan a cabo las acciones comprometidas y se alcanzan los objetivos planteados, se podrá decir que fue útil. Es necesario pasar de las buenas intenciones a las buenas acciones y ello requiere de voluntad con acción. Voluntad para reconocer que la economía requiere de una serie de reformas fundamentales, y acción para llevarlas a cabo. Como lo planteó el Secretario General de la OECD, en el segundo mensaje que analizamos, durante la inauguración del Foro “México: Políticas Públicas para un Desarrollo Incluyente”, si no se dan los cambios el país no marcha.
Es de destacar que ya se logró consenso en una de las reformas más trabajadas, la laboral, y se ha iniciado con la reforma educativa, pero es necesario iniciar con la más importante: la hacendaria. En palabras del Secretario Gurría, la reforma fiscal es la más importante porque les da viabilidad a las demás. En efecto, un gobierno no puede cumplir con sus obligaciones ni ampliar sus objetivos y metas si no cuenta con recursos financieros suficientes, pero sobre todo de fuentes saludables, es decir, de las contribuciones de todos los habitantes. La reforma hacendaria debe ir enfocada a este equilibrio, que todos contribuyan de manera equitativa, sin privilegios y sin complicaciones y que todos obtengamos beneficios del gasto y la inversión pública.
El mensaje del Presidente es un buen augurio, pero se requiere avanzar y concretar lo planteado, voluntad es el primer ingrediente, estrategia consensuada es el método y acción la premisa. Trabajemos por México y por nosotros mismos.
Por Julio A. Millán B. Presidente de Consultores Internacionales S.C.