Palabras del Secretario de la Defensa Nacional, General de División Salvador Cienfuegos
SECRETARIO SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA: Ciudadano licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas; licenciado Jesús Murillo Karam, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; licenciado Ernesto Javier Cordero Arroyo, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; señoras y señores Legisladores; licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina.
Señores Secretarios de Estado; distinguidos Gobernadores de las entidades federativas y Jefe de Gobierno del Distrito Federal; Generales; Almirantes; jefes; capitanes; oficiales; cadetes; tropa y marinería.
Mujeres y hombres compañeros de armas; amable auditorio:
México vive momentos de gran trascendencia. Hoy, se abre una nueva página en la historia militar de México, al materializarse la Salutación Oficial al ciudadano licenciado Enrique Peña Nieto, como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas del país.
En este simbólico acto, y teniendo como marco referencial el emblemático Campo Militar Marte, expreso, en nombre de las mujeres y hombres del Ejército y Fuerza Aérea, nuestra indeclinable lealtad y subordinación a la legítima investidura que le ha conferido la ciudadanía.
Nos sentimos seguros y optimistas que el país avanza por el camino correcto hacia su devenir. Compartimos su visión de que México merece estar mejor.
Para dar cause y sentido a este axioma, cuenta con la plena voluntad y vocación de servicio de su Ejército y de su Fuerza Aérea. Nos enaltece la oportunidad de poder contribuir en su proyecto de Gobierno.
Tenga la certeza que cumpliremos con esmero y determinación inquebrantables, las misiones que nos han sido asignadas. Lo haremos convencidos de la elevada responsabilidad que depositan en nosotros, el pueblo de México y sus instituciones. Amparados en nuestra indubitable lealtad, asumimos así, la convicción de servicio que nos identifica y cohesiona con la sociedad.
Las acciones que realizamos encuentran su fundamento en la Carta Magna, la cual faculta al Primer Mandatario a disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente para garantizar la seguridad interior y defensa exterior de la Federación.
Asumimos este precepto como el deber que tenemos para proteger la vida de nuestros compatriotas, custodiar el patrimonio Nacional y ser factor fundamental de la paz y orden social.
Estamos conscientes que la rendición de cuentas y la transparencia son componentes esenciales en los que se fundamenta la confianza hacia las instituciones. Es, a través de estos mecanismos, que la sociedad evalúa las tareas que se llevan a cabo en el cumplimiento del deber, aceptando consecuentemente la responsabilidad de las mismas.
Nos pronunciamos en favor de ser abiertos y transparentes, para que la población aprecie, con mayor certeza, nuestras acciones. Los soldados, tenemos claro que los derechos humanos son prerrogativas inherentes a la naturaleza de las personas, indispensables para su desarrollo integral. Es por ello, que pugnamos porque la actuación militar sea garantía de observancia absoluta a este bien jurídico.
Como Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea, me comprometo a velar porque el diario actuar de las tropas sea garante de este marco normativo. Mantendremos una actitud positiva, de profunda deferencia y respeto, hacia los organismos encargados de preservar la dignidad humana.
Será, también, un objetivo prioritario acrecentar la relación cívico-militar, como una forma de acercamiento e interacción con las instituciones y organismos de la sociedad.
Mantendremos en permanente actualización los conceptos doctrinarios y operativos que permitan adecuar la organización y funcionamiento del Instituto Armado.
Para ello, realizaremos las reformas necesarias en el Sistema Educativo Militar que permitan a los integrantes del Instituto Armado, un desarrollo académico y profesional que responda a las exigencias de los tiempos actuales.
Seguiremos el proceso de transformación que nos ha mantenido en constante progreso.
Señor Presidente:
México puede confiar en sus Fuerzas Armadas. Juntos, emprenderemos, este día, un nuevo rumbo, con el firme propósito de enfrentar, exitosamente, los retos que se nos presenten.
Estamos listos y prestos a cumplir sus órdenes.
Enhorabuena, por el inicio de su mandato constitucional.
Muchas gracias.