Sorpresa, el discurso del Secretario de Marina sobre la corrupción del sexenio pasado: “imperdonable callarlo”
Es seguro que el discurso del Secretario de Marina, Almirante Raymundo Pedro Morales Angeles consultó con la Presidenta Claudia Sheinbaum un discurso que fue una bomba de profundidad al ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, apodado “el Peje”.
Dijo ante el Gabinete Presidencial, delante de miles de personas en el Zócalo y ante millones que lo vieron y escucharon por radio y televisión, que era “imperdonable callar” sobre la corrupción que existió durante el gobierno pasado, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, relativo a todo lo que ha ocurrido sobre el huachicol en las aduanas y en los trámites burocráticos que maneja la Secretaría de Marina en los puertos de México.

Declaró el Secretario de Marina, en medio del silencio sepulcral tanto de los secretarios de Estado y la Presidenta de la República como de los asistentes al Zócalo, que el escándalo por la red de contrabando internacional y nacional de combustibles en los que participaron marinos de diversos grados, “ya no se podía callar; fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo”.

Ese escándalo, que se inició hace algunos meses, ha llevado a crímenes, suicidios y órdenes de aprehensión; “pero fuimos nosotros mismos quienes dimos el golpe de timón”.
Este golpe de timón, como le llama el Almirante Raymundo Pedro Morales Angeles, Secretario de Marina, es un verdadero torpedo contra la linea de flotación del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, porque obviamente fue consultado este discurso con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, lo cual puede llevar al rompimiento entre ella y el llamado Jefe Máximo, Andrés Manuel López Obrador.
Se trata, para los politólogos y expertos, de una bomba de profundidad, que causará graves daños a la red de corrupción armada en el sexenio pasado, que tiene aparentemente la aprobación de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ya que de otra manera el Almirante Raymundo no habría podido pronunciar ese discurso en la Plaza de la Constitución, en la celebración de la Independencia de México.



