Realismo Político, Aranceles de Trump y Poder Tecnológico-Energético de China (2025)
Por Dr. Jorge Navarro Lucio
Introducción
En un contexto global marcado por tensiones comerciales y una carrera tecnológica creciente, este análisis examina el realismo político detrás de los aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración Trump, y cómo China responde con innovación tecnológica y estrategias de producción regional para mantener su competitividad y liderazgo.
1. Realismo Político y Aranceles de EE.UU.
El realismo político, tanto en su vertiente clásica como neorealista, sostiene que el sistema internacional está caracterizado por la anarquía y la búsqueda constante de poder y seguridad por parte de los Estados. Hans Morgenthau, uno de los padres del realismo clásico, afirmó que “la política internacional es una lucha por el poder, cuyo objetivo final es preservar la seguridad del Estado” (Morgenthau, 1948). En esta línea, Kenneth Waltz, fundador del neorealismo, enfatizó que los Estados actúan racionalmente para asegurar su supervivencia en un sistema anárquico, lo que los lleva a buscar predominancia o equilibrio de poder (Waltz, 1979).
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos bajo la administración Trump es una manifestación clara de esta lógica. Utilizando el proteccionismo como herramienta para preservar sus intereses económicos y estratégicos, EE.UU. busca reducir su déficit comercial con China y otros países, proteger industrias nacionales consideradas vitales, y mantener su hegemonía en un sistema global competitivo. Esta política, aunque criticada por generar tensiones comerciales y desacelerar el crecimiento económico mundial — estimado por la ONU en un 2.3% para 2025 —, refleja la preocupación fundamental del realismo: la seguridad nacional y el poder económico como pilares de la política exterior estadounidense.
No obstante, estos aranceles no son estrictamente recíprocos, y China ha respondido con medidas selectivas, optando principalmente por una estrategia de fortalecimiento tecnológico y diversificación comercial en lugar de confrontación directa. Esto evidencia un enfoque pragmático dentro del realismo, donde la adaptación y la búsqueda de ventaja estructural son claves para la supervivencia y el ascenso nacional.
2. Estrategia China para Sortear Aranceles: Fábricas Negras y Robótica
Para mitigar el impacto de los aranceles estadounidenses, China ha desarrollado una sofisticada estrategia de producción regional, estableciendo las llamadas “fábricas negras” o “fábricas oscuras” en países del Sudeste Asiático como Filipinas, Vietnam y Camboya. Estas instalaciones, altamente automatizadas y robotizadas, operan 24/7, reduciendo costos laborales y maximizando la eficiencia productiva, las máquinas robotizadas para operar no necesitan luz (operan de día y de noche -por eso se denominan oscuras), los brazos de robots producen la mercancía a bajo costo, menor tiempo, empacado y con el objetivo de insertarse en las cadenas productivas justo a tiempo.
La robótica china en estas fábricas permite producir grandes volúmenes de mercancías con alta precisión y rapidez, manteniendo la marca de origen del lugar de la producción en lugar de ser identificadas como chinas, así los tenis de Vietnam, los textiles y prendas de vestir de Filipinas, o los instrumentos médicos y juguetes de Camboya, etc. en la realidad se producen con insumos chinos. Esta capacidad de producción continua y a bajo costo es clave para sostener la competitividad en mercados con fuertes barreras arancelarias. Además, al aprovechar tratados de libre comercio y regulaciones menos estrictas en estos países, China logra evitar directamente los aranceles impuestos a la producción dentro de su territorio.
Esta estrategia regional no solo garantiza la continuidad de las exportaciones chinas, sino que también refuerza su influencia económica en el Sudeste Asiático, consolidando una red industrial multinacional que actúa como un contrapeso ante las políticas proteccionistas de Estados Unidos.
3. Capacidades Tecnológicas de China
El plan “Made in China 2025” es el eje central de la ambición tecnológica china, orientado a posicionar al país como líder mundial en sectores estratégicos como la inteligencia artificial (IA), 5G, semiconductores y biotecnología. Esta iniciativa busca reducir la dependencia de tecnologías extranjeras mediante la inversión masiva en investigación y desarrollo, la promoción de empresas nacionales líderes y el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica.
Para 2025, China ha consolidado su liderazgo en tecnologías críticas avanzadas, destacándose en IA generativa y desarrollo de hardware propio, con un fuerte respaldo estatal que impulsa la innovación continua y la competitividad global.
4. Poderío Energético para Impulsar la IA
El desarrollo y operación de tecnologías de IA demandan un suministro energético robusto y estable. China ha realizado inversiones estratégicas en energías renovables — hidroeléctrica, nuclear y solar — alcanzando una sobrecapacidad energética superior al 80%. Esta abundancia energética, combinada con un sistema estatal eficiente de gestión y distribución, otorga a China una ventaja competitiva crucial para escalar rápidamente sus operaciones de IA, en contraste con limitaciones energéticas y escasez en la demanda que enfrenta Estados Unidos.
Conclusión
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos es un ejemplo paradigmático del realismo político clásico y neorealista, donde la seguridad y el poder económico son la base de las políticas estatales. China, por su parte, adopta una estrategia multifacética que combina innovación tecnológica avanzada, expansión regional mediante fábricas negras robotizadas y un sólido poder energético, consolidando un liderazgo tecnológico y productivo que desafía la hegemonía estadounidense.
Datos recientes sobre competitividad global reflejan que China ha avanzado en índices clave como innovación, infraestructura tecnológica y capacidad manufacturera, mientras que Estados Unidos mantiene su fortaleza en servicios y desarrollo tecnológico, avance en innovación y desarrollo en computación quántica, IA, etc., empresas claves como NVIDIA están, por ley, incapacitadas para exportar sus avances tecnológicos a China, estrategia que busca mantener el liderazgo estadounidense en la palestra de la diplomacia digital global, aunque enfrenta desafíos en la gestión energética y la cohesión política.
El diálogo estratégico entre ambas potencias, aunque marcado por la rivalidad, ha mostrado señales de acercamiento en áreas específicas como comercio, cambio climático y control de armas, lo que sugiere que la competencia podría coexistir con mecanismos de cooperación limitada.
En definitiva, la competencia geopolítica contemporánea se traslada cada vez más a la esfera tecnológica y energética, donde la capacidad de innovar, producir eficientemente y disponer de recursos energéticos será determinante para configurar el nuevo orden global multipolar.
Referencias clave:
Morgenthau, Hans J. (1948). Politics Among Nations.
Waltz, Kenneth N. (1979). Theory of International Politics.
