Se van los grandes inversionistas en energía: Iberdrola, Shell, Total y BP

Ante la impavidez de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, las cuatro más grandes compañías extranjeras ligadas a la energía, tanto eléctrica como petrolera, abandonan el país llevándose miles de millones de dólares hacia otros territorios del mundo, y en rechazo a la inseguridad pública y la inseguridad jurídica que hay en México.

Iberdrola ya había vendido al Gobierno mexicano, por medio de la Comisión Federal de Electricidad y otras instituciones fiduciarias como el Fondo México Infrastructure Partner (MIP) con valor de 6,000 millones de dólares, en 2024, varias plantas viejas consideradas chatarras; pero ahora le encarga al banco de inversión Barclays la venta de 15 plantas de energía renovable que ya están en funcionamiento en el país.

Los puntos básicos de la salida de las cuatro inversionistas gigantes son la falta de seguridad pública y la falta de seguridad jurídica.

Esto ocurre en el momento en que el crecimiento del País está en ceros, ya que el Producto Interno Bruto (PIB) se observa absolutamente parado, al mismo tiempo que el país se endeuda de una manera acelerada a causa de la quiebra de Pemex, que el Gobierno de Claudia Sheinbaum trata de salvar con deuda internacional, ya que su antecesor, el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador dejó a Pemex inservible económicamente hablando y sus bonos son considerados en el mercado mundial como “bonos chatarra”.

“LA REFORMA AL PODER JUDICIAL DERRAMO EL VASO”

Para los inversionistas extranjeros, “la reforma al Poder Judicial derramó el vaso”, ya que cualquier reclamo proveniente del sector privado nacional o extranjero, no tendrá resolución favorable, toda vez que el Gobierno Federal, el Poder Ejecutivo, ordenará las decisiones correspondientes a los ministros, magistrados, jueces y ministerios públicos.