Por Miguel Tirado Rasso
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En el tema de remesas, los envíos de dinero que los mexicanos en el extranjero hacen a sus familiares en México, la buena noticia es que, en 2023, alcanzaron un monto histórico, 63,313 millones de dólares. Casi el doble de lo que nuestros connacionales habrían enviado en 2018, (33,480 millones de dólares), según datos del Banco de México.
Con esta cifra récord, México se colocó como el mayor país receptor de divisas en el mundo, después de India, cuya población es diez veces mayor que la nuestra. Este volumen de remesas, equivale al 3.55 por ciento del PIB y su envío significó la realización de 161 millones de operaciones, con un monto promedio por remesa de 393 dólares, remitidas, casi en su totalidad, vía transferencias electrónicas (99.0%).
El aumento en el monto de remesas remitidas, en lo que va del gobierno de la 4T, ha sido sorprendente. En 2020, el incremento fue de 11.96 por ciento, respecto del año anterior; en 2021, año de elecciones federales, creció a 25.94 por ciento; en 2022, subió 12.08 por ciento, y en 2023, 7.55 por ciento.
Los cinco estados con mayor recepción de remesas fueron Guanajuato (5,414 millones de dólares), Michoacán (5,409 millones de dólares), Jalisco (5,355 millones de dólares), Chiapas (4,367 millones de dólares) y Estado de México (4,364 millones de dólares). De acuerdo al Banco de México, en 2023 todas las entidades del país, fueron receptoras de remesas, siendo Campeche la que recibió menos (174 millones de dólares).
Pero la buena noticia del alto volumen de remesas, que ha significado una muy valiosa aportación a la economía del país, no ha dejado de llamar la atención por el súbito crecimiento observado durante esta administración. Porque, si bien, en los últimos diez años la tendencia ha sido al alza en el envío de remesas, en los tiempos de la 4T se disparó y hay sospecha que no toda la suma de dólares que llega al país es producto del trabajo de nuestros connacionales, y que, entre un 7.5 y 10 por ciento pudiera tratarse de dinero ilícito. De lavado de dinero, pues.
Sobre el tema, la agencia Reuter investigó como se han organizado algunos grupos delincuenciales para repatriar sus ganancias de la venta de droga como si se tratara de simples remesas. A través de entrevistas a residentes de México, se descubrió la existencia de redes de personas que cobran remesas para los cárteles de la droga. Una práctica común entre la población, según declaración de los entrevistados, a cambio de un pago, tanto por el cobro de remesas, como por conseguir reclutas para sumarlos a esta actividad.
Un estudio de la Organización no Gubernamental Signos Vitales, considera que el aumento de la migración, por sí solo, no permite explicar el rápido crecimiento de las remesas, por lo que no se descarta que, el lavado de dinero, relacionado con el narcotráfico, al menos, en parte, ha contribuido a semejante incremento.
Su investigación llevó a detectar estados de la Unión Americana (ocho), con escasa población de origen mexicano, desde los que, entre 2018 y 2022, se enviaron fuertes cantidades en remesas, que no tienen proporción con el número de paisanos residentes en esas entidades.
El estado de Minnesota es un ejemplo. En 2022, salieron remesas a nuestro país por 4,700 millones de dólares, cuando en la entidad habitan, únicamente, alrededor de 200 mil paisanos. Con estos números estaríamos hablando que cada residente mexicano de ese estado tendría que haber enviado sobre 23 mil dólares ese año. Algo poco probable. A pesar de los pocos migrantes mexicanos que viven en Minnesota, la entidad ocupó el tercer lugar en envío de divisas a nuestro país, después de California y Texas, superando a otros estados con mucho mayor población latina.
En el caso de los estados receptores de remesas en nuestro país, también aparecieron operaciones inusuales, que dan lugar a presumir la existencia de dinero producto de actividades ilícitas. En el tercer trimestre de 2022, 227 municipios recibieron, en conjunto, 10,500 millones de dólares, casi el 25 por ciento de las remesas a México durante el mismo período. Poblaciones como Ojuelos de Jalisco, con 30 mil habitantes, habría recibido 13 millones de dólares al mes.
Aunque oficialmente no se quiera reconocer, las investigaciones acreditan la existencia de lavado de dinero del narcotráfico que se cuela entre los millones de auténticas remesas que envían nuestros paisanos desde el otro lado del Río Bravo, fundamentalmente.