Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano y Margarita Romero Luelmo,
Director General y Subdirectora de la Revista Macroeconomía
Bajo la coordinación del joven licenciado Marco Tulio Peña Vera un grupo de empresas y organizaciones no gubernamentales desarrollan actividades productivas en la zona chinampera de Michmani.
Solamente pasando el Periférico hacia el sur sobre la pista de canotaje de Cuemanco encuentras a la naturaleza misma que se ha preservado durante 500 años: canales, chinampas, habitadas por campesinos agricultores esforzados que producen los alimentos más puros, sin fertilizantes químicos, y que viven entre garzas y perros de agua, gansos, patos y nadan al lado de los ajolotes y las tilapias; ahí se respira el aire más puro que puede existir en la Ciudad de México.
Se trata de cientos de hectáreas de cultivos de calabaza y flor de calabaza, de coliflor, de lechugas rojas y verdes, de perejil, apio, jitomate cherri, de maíz, chile serrano, cebolla, zanahorias y la más deliciosa miel de varios sabores.
Numerosas empresas nacionales y extranjeras interesadas en la producción de hortalizas y otros alimentos de alta calidad y sin ingredientes químicos fertilizantes se han interesado en invertir y financiar cultivos que tienen ahora una gran demanda en mercados específicos tanto de la Ciudad de México como de otras localidades del país y empiezan también a tener pedidos internacionales.
Los campesinos, agricultores chinamperos aplican tecnologías ancestrales que sólo ellos conocen y que transmiten de boca en boca a sus hijos, a las nuevas generaciones, que aman la tierra como sus primeros padres antes de la llegada de los europeos y que así se han preservado.
Durante siglos construyeron las chinampas, tierras prácticamente flotantes sobre el gran lago de Xochimilco y ahora en la zona denominada Cuemanco.
Algunos de esos campesinos chinamperos han sido invitados a viajar al extranjero, prácticamente a todos los continentes y sus hijos también han podido ir a estudiar y desarrollar diversas carreras, para regresar después a su tierra de Cuemanco a invertir y mejorar la producción, y para ello están personas como Don Víctor Manuel Velasco Martínez, de Tradición Chinampera, Don Noé, Don Pedro Sánchez López, de Tradición Chinampera, como el joven David Constantino, un niño de 12 años que conduce su trajinera de motor fuera del agua, como gran capitán de barco, que algún día podría llegar a serlo en uno de los grandes cruceros internacionales.
Y está la organización y coordinación encabezada por el joven Licenciado en Administración de Empresas, Marco Tulio Peña Vera, rodeado de científicos como la maestra en Ciencias María Guadalupe Figueroa Torres, del Departamento “El Hombre y su Ambiente” de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco; también están distinguidas funcionarias de FIRA: Grecia y Janely; también asistió Mary Carmen López Monroy, Secretaria del proyecto; la señorita Rocío Arzarte Becerril, de Arca Tierra, y la señorita Virginia Martínez G. de Arca Tierra.
La zona, desde luego, está protegida por los organismos nacionales y locales encargados, quienes aseguran el desenvolvimiento correcto de la zona.
Y ahora, los rotarios de Club Plateros Centro Histórico han sido invitados a participar en este gigantesco proyecto de desarrollo ecoturísticos y alimentario por Marco Tulio Peña Vera, quien se ha entrevistado para el efecto con la Contadora Pública Laura Teresa Vargas, Presidenta del Club Plateros Centro Histórico y el Gobernador Rotario del Distrito 4170, Martín Ortiz Granillo.