En las democracias occidentales es una costumbre que los mandatarios tomen un periodo de vacaciones; y esto, que es lo más natural para las personas que trabajan en cualquier actividad industrial, comercial, de servicios, se vuelve una necesidad para los hombres y mujeres que están encargados de la máxima responsabilidad en sus países.
Lo anterior viene a cuento porque se nota ya un desgaste del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en sus Mañaneras, en las que se altera frecuentemente, se atraganta a veces, se talla la cara, la nariz, los ojos, se agarra el pelo, todo lo cual es revelador para los psicólogos, politólogos y analistas, de que el Presidente necesita vacaciones.
No hay que olvidar que en sus primeros dos años de Gobierno tuvo que ser llevado al Hospital Militar por un infarto, y que ya había tenido otro anteriormente cuando estaba en campaña política.
Un descanso regular para el Presidente Andrés Manuel López Obrador es necesario porque con un sinnúmero de presiones internas y externas por el narcotráfico, los problemas de la inseguridad pública, las críticas para el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, la inutilidad relativa del AIFA, que no resuelve el problema de la saturación de pasajeros del Aeropuerto Benito Juárez AICM, y todo ello junto con las presiones políticas planteadas por la Sucesión Presidencial, que le plantean el difícil problema de designar un sucesor que probablemente no ganaría las Elecciones del 2024; todo ello se le junta y lo hace explotar con frecuencia frente a la televisión en vivo, ante millones de mexicanos que diariamente se preguntan “¿por qué está enojado el Presidente?”.
Obviamente, el Presidente necesita periodos de descanso con regularidad, lo cual seguramente le aconsejan sus médicos y enfermeros de Palacio Nacional, y más ahora que surgen críticas muy serias inclusive contra las Fuerzas Armadas, de las que él es Jefe Supremo, y no puede evadir su responsabilidad.
ALTO RIESGO EN EL CHOQUE CONTRA EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS
En los Estados Unidos mismos, es frecuente, desde hace muchos años, que los Presidentes anuncien que se van de vacaciones y dejan en su lugar al Vicepresidente al mando; es necesario que esa encomiable costumbre se aplique hoy en México, porque el Presidente lo necesita, y también México necesita que el Presidente tome vacaciones, porque está subiendo de tono su choque contra el Gobierno de los Estados Unidos de América, nuestro primer socio, amigo y aliado desde la Segunda Guerra Mundial, país donde laboran 40 millones de mexicanos que envían una cantidad gigantesca de remesas que nos permiten completar el gasto.
Tómese unas vacaciones Presidente Don Andrés Manuel López Obrador para mejorar las relaciones con el Gobierno del Presidente Joe Biden, el Pentágono, la DEA, el FBI, la CIA y el Secretario de Estado Antony Blinken.
Es necesario que la relación entre México y los Estados Unidos regrese a la cordialidad, las buenas maneras, la colaboración y el entendimiento.
LIC. MAURO JIMENEZ LAZCANO,
Director General de la Revista Macroeconomía