Actualidad de la situación internacional y la posición de México

La humanidad está en medio de una guerra internacional que podría derivar en una Tercera Guerra Mundial, atómica; y esto por los errores que pudieran cometer por una parte Vladímir Putin, el dictador de Rusia y por otro lado el dictador de Corea del Norte Kim Jong-un.

En los hechos, el dictador ruso Vladímir Putin está perdiendo la guerra y está desgastando las fuerzas armadas de su país, mandando al frente a centenares de miles de jóvenes bisoños y también a millares de reos carcelarios a quienes ofrece la libertad enviándolos al frente de batalla como carne de cañón.

La economía rusa se ha visto en graves aprietos por los costos de la guerra y el dictador Putin se ha acercado a los líderes de la República Popular China en busca de ayuda y apoyo; sin embargo, los dirigentes chinos son cautos y han expresado abiertamente que no están de acuerdo con la invasión a Ucrania y que tampoco piensan en que ahora es un momento de guerra.

Por su lado, los países de las democracias de Occidente, encabezados por Estados Unidos y el Presidente Joe Biden han unido sus fuerzas estratégicas y económicas para contener las ambiciones del dictador ruso y lo han hecho con éxito.

Incluso, han ampliado el número de países pertenecientes a la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico del Norte, aceptando como nuevo miembro a Finlandia y en espera de que Suecia también se incorpore próximamente.

Turquía, miembro de la OTAN, que ha intentado jugar el papel de mediador, mostrando alguna simpatía hacia Rusia, ha optado por incorporarse definitivamente a las fuerzas de contención contra el dictador Vladímir Putin.

La India, país atómico, pero pacifista, le ha dicho abiertamente a Putin que “estos no son tiempos de guerra”, y definitivamente no se ha sumado a las ambiciones rusas.

¿QUÉ PAPEL ESTÁ JUGANDO MÉXICO?

Al principio de la invasión de Rusia a Ucrania, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, intentó adoptar un papel de neutralidad, pero no pudo evitar que la diplomacia mexicana en la Asamblea General de las Naciones Unidas condenara abiertamente la invasión rusa a Ucrania.

El Presidente mexicano se ha negado a cortar los negocios y aplicar las sanciones económicas a la Federación rusa; sin embargo, no se ha llegado a más, en las simpatías hacia Rusia, por el hecho de que el Ejército mexicano tiene relaciones muy estrechas con el Ejército de los Estados Unidos de América y está incorporado a la estrategia general para la defensa de América del Norte; con todo, el mandatario mexicano no ha mostrado simpatías hacia Ucrania ni hacia su Presidente Volodímir Zelenski; al contrario el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado abiertamente el envío de ayuda económica de los Estados Unidos de América a Ucrania, señalando que el Presidente Biden mejor debería de enviar dólares a los países de América Latina, sobre todo de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.

CONCLUSIONES

Las principales conclusiones de este apretado análisis son las siguientes:

1.- Rusia está perdiendo la guerra por la invasión a Ucrania y no hay manera de que la gane; tiene enfrente a todas las potencias Occidentales que se han solidarizado con Ucrania y le envían cientos de miles de millones de dólares en armamento y ayuda económica

2.- Es impensable que el dictador Vladímir Putin intente un ataque nuclear a Occidente, porque sería un suicidio y pondría en peligro a los habitantes de su país

3.- La República Popular China y su Presidente Xi Jinping, no son partidarios de la guerra, sino de una solución pacífica, porque el comercio mundial es lo mejor para ellos

4.- Los ataques de la República de China a Taiwán, difícilmente se traducirán en una invasión a ese país, que seria muy costosa y pondría en peligro las relaciones económicas con Estados Unidos

5.- Las amenazas del dictador norcoreano Kim Jong-un, no podrían traducirse en una realidad, toda vez que sería un suicidio para el mismo dictador y una hecatombe para su país

6.- México no puede sostener una posición neutral ante la invasión de Rusia a Ucrania y debe ratificar su condena ante la Asamblea de Naciones Unidas.