“Teme el Presidente perder las elecciones de 2024”: Analistas de Tercer Grado
“Quiere deshacer el INE y el Tribunal Electoral para controlar los resultados electorales”
Los afamados periodistas, analistas y politólogos del programa televisado nocturno de Tercer Grado, coincidieron en que: “no es tiempo de hacer una Reforma Electoral en México; cualquier intento de esa naturaleza debe dejarse para el Próximo Sexenio”.
En el análisis que realizaron en el programa de televisión abierta de la noche del 2 de noviembre de noviembre en curso, los analistas llegaron a la conclusión de que “López Obrador teme en el fondo perder las elecciones presidenciales de 2024, y eso lo ha llevado a la idea de desaparecer al INE y al TEPJF, para manejar la elección él mismo y sus resultados”.
Inclusive señalaron que “el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador ha empezado ya a hablar de la posibilidad de fraude electoral, si no hay la Reforma Electoral que él propone”.
“Eso quiere decir que no aceptaría resultados contrarios a sus deseos de triunfo total”.
“Así que el Presidente quiere el control total de la Cámara de Diputados, del Senado, la Suprema Corte de Justicia y ahora también el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, expresaron.
Leo Zuckermann indicó que “es increíble que el Presidente, teniendo todo el poder sobre el Congreso y la Suprema Corte ahora quiera también controlar las Elecciones Presidenciales, cuando su partido a ojos vistas tiene bajo su control a 22 Estados de la República”.
Indicaron los analistas, en contundentes frases y mostrando datos duros, que “en el fondo, el Presidente López Obrador no sólo teme perder las elecciones presidenciales de 2024, sino un elevado porcentaje de los miles de los cargos públicos que se disputarán en las elecciones federales de ese mismo año de 2024”.
Cada uno de los analistas fue diciendo por qué “no debe realizase ahora ningún cambio en la estructura electoral y en la Ley Federal Electoral, y mucho menos para desaparecer al INE y al Tribunal Electoral (TEPJF), lo cual desquiciaría la democracia mexicana y representaría una regresión de 50 años”.