El efecto Chamberlain
La OTAN, encabezada por EUA, se prepara a tomar medidas drásticas contra la invasión rusa
Por el Rotario, Lic. Mauro Jiménez Lazcano
Director General de la Revista Macroeconomía
Queridos y queridas Toastmasters del Distrito Rotario 4170:
Nunca había pasado por nuestras mentes vivir los prolegómenos de una tercera guerra mundial; y sin embargo, aquí estamos, frente a una posibilidad real de tenerla.
Se dice que la historia se repite y tal vez así sea, pero en una forma de espiral, cada vez más arriba y con parámetros más amplios.
En el año de 1938 el Primer Ministro de Inglaterra, Neville Chamberlain viajó a Berlín a entrevistarse con Adolfo Hitler tratando de pactar con él un pacto de paz y no agresión; Hitler se burló de él señalando que su carácter lo reflejaba en el paraguas que usaba, que no le serviría de protección para un golpe fuerte; Chamberlain regresó a Inglaterra creyendo que había logrado la paz y en vez de eso Hitler invadió Checoslovaquia, Polonia y otros países. Winston Churchill quien lo relevó como Primer Ministro lo exhibió diciéndole ante el Parlamento Británico: “Ha logrado Usted las dos cosas, tiene la burla y también la guerra”.
Algo parecido está pasando con los líderes de Occidente que no enfrentan a Vladimir Putin y que de todas maneras tendrán la guerra.
Esta mañana vi, con mis propios ojos, como se dice, la forma dramática en que el Presidente de Ucrania Volodímir Zelenski se presentó ante el parlamento de Canadá encabezado por el Primer Ministro Justin Trudeau, por medio de una comunicación televisada por internet, para pedir ayuda desesperadamente y preguntarles: “¿Cuántos misiles más tienen que caer sobre Ucrania para que la OTAN declare una zona libre de vuelos el cielo de nuestro país, para evitar que los aviones rusos destruyan nuestras ciudades?”.
Los integrantes del Parlamento Canadiense se pusieron de pie y aplaudieron a Zelenski durante 5 minutos, hasta que les dolieron las manos.
Y esto es porque los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte, OTAN se han hecho disimulados ante el ataque militar deshumanizado y alevoso de Putin.
El Ejército ruso ha atacado de día y de noche escuelas, casas habitación, multifamiliares, hospitales, infraestructura civil, plantas eléctricas nucleares, que pueden desencadenar contaminación atómica; han bloqueado los caminos y salidas de gente que quiere huir a otros países ante la devastación militar.
Ese es el efecto Chamberlain: el disimulo, el miedo de enfrentar un ataque que además continuará hasta que haya quien lo detenga.
Y es que Putin tiene de rehenes no sólo a Ucrania, sino a los países europeos colindantes de Rusia y al delicioso y alto nivel de vida de los países de Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá, cuyos dirigentes no han querido enfrentar la situación como debieran.
Algo muy parecido sucedió a finales de los años de 1930, cuando nadie quería enfrentar a Hitler y sólo Winston Churchill quien vio con claridad lo que pasaba y lo que se necesitaba hacer; fue algo muy costoso pero los Países Aliados salieron vencedores y lograron establecer sistemas políticos y económicos de libertad y democracia.
Hoy lo que está en juego también es la libertad y la democracia económica los lideres políticos del mundo tienen que asumir su responsabilidad y los costos políticos y económicos que representa está nueva lucha contra Putin que hoy es el Hitler redivivo.
Hoy mismo se da la noticia de que el Presidente Biden viajará a Europa a reunirse con los presidentes y primeros ministros de los 27 países que integran la comunidad europea y los que pertenecen a la OTAN; esperamos que tomen las decisiones necesarias y urgentes para resolver el grave ataque militar del dictador ruso Vladimir Putin.
Todos debemos poner nuestra voluntad y nuestra esperanza en la paz y la libertad para toda la humanidad.