“Veo con los ojos de mi perro”: Licda. Silvia Lozada Badillo
Los Rotarios del Club Plateros Centro Histórico se conmueven ante una historia de éxito y servicio
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía
Mujeres rotarias y varones rotarios se conmovieron hasta las lágrimas el pasado miércoles 2 de marzo ante la historia de éxito contada por la licenciada Silvia Lozada Badillo, Presidenta y Directora de la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía, Institución de Asistencia Privada (IAP).
Una niña que desde los dos años quedo ciega y en el transcurso de su vida estudio y se recibió de Licenciada en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México; viajo a Estados Unidos y se preparó técnicamente para fundar y dirigir una Escuela para Entrenamiento de Perros Guía, que ha servido para que cientos de mexicanos: jóvenes, niños y adultos, que padecen ceguera puedan independizarse y alcanzar una vida más libre en compañía de un perro guía.
Decirlo es fácil pero cuando lo escuchas de su boca te das cuenta del esfuerzo y el trabajo que todo ello representó para Silvia Lozada Badillo, un ejemplo de la voluntad humana para la superación personal y no sólo ello, sino para servir y ayudar a otras personas a encontrar una vida personal libre e independiente.
Nadie escoge la pérdida de uno de los sentidos humanos más importante: el de la vista, que solamente alguien que padece su pérdida se puede dar cuenta.
Y para aquellos quienes nacieron ciegos, la comprensión de la falta de ese sentido, los lleva a luchar y esforzarse por la superación personal y uno de los caminos que pueden encontrar para seguir adelante es el de formar “un binomio” con un perro guía, que no es un animal cualquiera.
Un perro guía es planeado desde su nacimiento; se escoge a sus padres y desde sus primeros días de vida empieza a recibir la atención y la educación necesaria, hasta convertirse en el compañero de vida de la persona que lo adopta, y que no podrá prescindir de él en años, hasta que el perro llegue a su mayor edad “y se jubile”, probablemente a los 11 años de edad y sea adoptado por una familia, hasta el final de su existencia, luego de haber servido a su pareja.
El perro guía siempre pertenece a la Escuela para Entrenamiento; no se vende, sino se entrega en comodato a la persona a la que servirá.
La Escuela para Entrenamiento de Perros Guía cuenta con servicio veterinario permanente, que en cualquier momento puede ser usado; desde luego, la propia escuela tiene entrenadores y todos los servicios que se requieren para la formación y entrenamiento del perro guía; se escoge su raza que permita la instrucción y la educación necesaria, y que tenga el carácter tranquilo y obediente que se requiere.
El entrenamiento del Perro Guía es fantástico: siempre camina de lado izquierdo de su pareja, y está entrenado para evadir los obstáculos y avisar sobre ellos; se le enseña a caminar y guiar tanto en exteriores, en las calles y avenidas como en interiores; reconocer los elevadores y su funcionamiento y los movimientos al interior de los edificios de oficinas y de supermercados.
“DESOBEDIENCIA INTELIGENTE”
Pero también se le enseña al elemento canino a desarrollar lo que los maestros llaman “desobediencia inteligente”, que es como se puede imaginar el momento en que la persona intenta cruzar una calle cuando viene un vehículo o cuando no es posible hacerlo por cualquiera otra razón, entonces el perro guía se niega a obedecer el mandado para no poner en peligro la vida de la persona y de él mismo, y así ocurre en algunos otros casos cuando se presentar peligros inminentes para el “binomio canino”, es decir, para los dos elementos.
La licenciada Silvia Lozada Badillo, interrogada al respecto, dijo que “la raza Labrador resulta muy dócil y es muy recomendable para criar y educar perros guía; y desde luego, existen otras razas que desarrollan las mismas aptitudes.
La licenciada Silvia Lozada Badillo hizo una breve referencia a su curriculum vitae y a s preparación técnica sobre esta materia, e invito a los integrantes del Club Rotario Plateros Centro Histórico, a visitar las instalaciones de la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía, que necesita de mucho apoyo moral y económico para seguir adelante con el maravilloso servicio que presta.
Los integrantes del Club Plateros Centro Histórico, por medio de su Presidente, Dr. Miguel Angel Guerrero Márquez y su esposa Susana Ibarra de Guerrero, aceptaron la invitación de la Directora de la Escuela de Perros Guía, aun a celebrar en sus instalaciones un “Desayuno a Ciegas”, que consiste, en efecto en desayunar con los ojos vendados y paladear los manjares que se sirvan.
LOS ROTARIOS BRINDARAN APOYO ECONOMICO Y MORAL A LA ESCUELA DE PERROS GUIA
Como resultado de la conferencia por zoom brindada por la licenciada Silvia Lozada Badillo, los integrantes del Club Rotario Plateros Centro Histórico ofrecieron respaldo moral y económico para esa institución.