Se cumplen 50 años del establecimiento de las relaciones con la República Popular China iniciadas entre Luis Echeverría y Mao Tse-tung
Importancia actual de las relaciones diplomáticas y económicas de México con China
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía
El 14 de febrero de 1972, en una visita de Estado realizada por el Presidente de México Luis Echeverría Álvarez a la República Popular China, presidida por Mao Tse-tung se establecieron las relaciones diplomáticas entre las dos grandes naciones; eran entonces dos países pertenecientes al llamado entonces Tercer Mundo que buscaban la paz mundial y la colaboración internacional.
La República Popular China estaba entonces en una confrontación política contra la Unión Soviética (URSS), y temía un ataque militar atómico de esa potencia.
Por otro lado, casi al mismo tiempo que llegaba el Presidente de México a Beijing, capital de la República Popular China, el Secretario de Estado norteamericano, Henrry Kissinger preparaba un viaje secreto a ese país para negociar la visita, por primera vez de un Presidente norteamericano, Richard Nixon, a esa nación, lo cual ocurrió dos semanas después de la visita del Presidente mexicano, lo cual cambio por completo el estado de la geopolítica mundial.
La visita, entonces, del Presidente de México, fue muy bien vista y recibida por el Gobierno chino, cuyo Primer Ministro, el señor Chou En-lai se encargó de guiar y acompañar al Presidente de México por la capital Beijing y después viajando por tren, lo llevó a conocer el campo y ver el desarrollo de una de las regiones más pobres y llamada Ta-chai, en donde fueron recibidos por el líder de la comuna Cheng-yong-Kuey, que tiempo después vino a México en visita oficial, que llamó grandemente la atención en aquellos tiempos.
En recuerdo de esa entrevista, tiempo después el Gobierno chino regaló a México una pareja de osos panda que fueron alojados en el Zoológico de Chapultepec y que causaron en aquellos tiempos gran admiración entre la población, que los visitó; recibieron el cariño esos ejemplares no solamente de los habitantes de la Ciudad de México, sino que venían de toda la República y aún de otros países.
AMISTAD Y COLABORACION ENTRE 2 PAISES DEL TERCER MUNDO
La simpatía y colaboración entre México y la República Popular China se produjo también porque ambas naciones se consideraban a sí mismas miembros de los países del llamado Tercer Mundo, países, en desarrollo y con grandes sectores de población que requerían superar sus niveles de vida.
En aquellos tiempos, quienes visitamos China en compañía del Presidente Luis Echeverría Álvarez, presenciamos en Beijing una ciudad maravillosa y antigua, bajita, cubiertas sus calles de árboles y la gente caminando en la vía pública por millares, algunos en bicicleta; quienes nos transportábamos en automóviles oficiales, como invitados especiales, veíamos como los choferes accionaban permanente el claxon para que la gente se abriera y diera paso, ya que se trataba de multitudes que cubrían permanentemente las calles, caminando a pie.
UN DOMINGO SORPRENDENTE EN PEKIN
El Presidente de México, el licenciado Luis Echeverría Álvarez, su esposa y sus hijos que lo acompañaban e integrantes de su Gabinete y del sector privado, fueron alojados en una villa en las afueras de la ciudad capital destinada a los visitantes extranjeros de alto rango; terminando una comida, en domingo, avisaron al Presidente que el Primer Ministro Chou En-lai vendría a recogerlo para entrevistarse con el Presidente Mao Tse-tung; le acompañaron el Secretario de Relaciones Exteriores, el Lic. Emilio O. Rabasa y el primer Embajador designado de México, el joven diplomático Eugenio Anguiano Roch; fue un encuentro sorprendente del Presidente Luis Echeverría Álvarez con el Presidente Mao Tse-tung, donde hablaron de los grandes problemas del mundo y la necesidad de preservar la paz mundial; así como de los problemas planteados para acelerar el desarrollo de los pueblos de China y de México, que se encontraban en grandes sectores, en el atraso.
Después de ese encuentro, el Presidente Luis Echeverría Álvarez me dictó directamente el resultado de ese encuentro presidencial, para ser difundido tanto en México como a los corresponsales extranjeros que nos acompañaban.
A los dos Presidentes, Luis Echeverría Álvarez y Mao Tse-tung les importaba primordialmente el mantenimiento de la paz internacional, que se encontraba amenazada entonces por diversos factores; China había entrado en una etapa de tensiones políticas y militares con la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas; la llamada “Guerra Fría” había subido el tono y los Estados Unidos de América se preparaban y hacían lo necesario para iniciar una nueva etapa de relaciones diplomáticas, políticas y económicas con Mao Tse-tung y Chou En-lai.
En efecto, ese encuentro entre el Presidente de Estados Unidos Richard Nixon y Mao Tse-tung y Chou En-lai se produjo semanas después, luego de gestiones secretas realizadas en visita previa del Secretario de Estado Henrry A. Kissinger, quien acordó y concretó la visita de Estado que sorprendió al mundo, del Presidente Richard Nixon a China.
IMPRESIONANTES RELACIONES ECONOMICAS Y DIPLOMATICAS, CULTURALES Y SOCIALES DE CHINA CON MEXICO
A partir del establecimiento de relaciones diplomáticas y económicas con la República Popular China, la cooperación entre los dos países empezó a multiplicarse en una forma increíble; las asociaciones de empresarios mexicanos y muchas empresas importantes de nuestro país empezaron a explorar el mercado chino y a realizar inversiones productivas en muy diversos campos; al paso del tiempo decenas y hasta centenas de jóvenes empresarios mexicanos fueron a China para iniciar planes de inversión y de trabajo en ese gran país, a aprender el idioma, realizándose negociaciones sumamente productivas; de manera equivalente, China comenzó a enviar a México a expertos negociadores para ver campos de inversión y de comercio en nuestro país.
Poco a poco se establecieron vuelos de compañías mexicanas a diversas ciudades de China, y recíprocamente, al nacer compañías aéreas chinas empezaron a llegar hasta la Ciudad de México y después a otras ciudades de nuestro país, tanto del norte, como del sureste, específicamente Cancún.
El crecimiento del comercio con China fue exponencial: los negocios se realizaron con Hong Kong y con Shanghái, con Beijing y luego con otras ciudades; con Hong Kong creció el comercio a raíz de la devolución de esa gran ciudad gobernada por el imperio británico al dominio de la República Popular China, el 1° de julio de 1997, en una impresionante ceremonia a la que fue invitado, ya en su calidad de ex Presidente de México, el licenciado Luis Echeverría Álvarez; ceremonia que presencié en mi calidad de Director de la Revista Macroeconomía.
El comercio de México con China, a través de Hong Kong y Shanghái y otras ciudades del gigante asiático, aumentó geométricamente hasta la fecha en que asciende a 100,000 millones de dólares anuales; que es la cifra más elevada después del comercio con Estados Unidos que actualmente ronda en los 700,000 millones de dólares anuales.
EL FUTURO DE LAS RELACIONES DE MEXICO CON LA REPUBLICA POPULAR CHINA
El futuro de las relaciones económicas y diplomáticas de México con la República Popular China es muy grande; se puede decir que apenas empieza la gran colaboración y el gran comercio económico, ya que en las próximas décadas China se consolidará como la gran fabrica del mundo y también como abastecedora de productos alimenticios, agrícolas, pesqueros y pecuarios; el intercambio será grande y creciente porque también México empieza a exportar grandes cantidades de carne de res y de puerco y otros productos pecuarios y también agrícolas y pesqueros.
Pero también crecerá, como ya se experimenta el intercambio turístico y las inversiones, tanto de México en China como de China en México.
La República Popular China le da tanta importancia a México, que en el año de 2013, vino en visita de Estado el Presidente Xi Jinping, quien firmó con el entonces Presidente de México, licenciado Enrique Peña Nieto, una Alianza Estratégica con nuestro país, que se ha desarrollado desde entonces.
La colaboración estratégica entre ambas naciones irá en aumento también, como lo demuestran las recientes inversiones de China en las grandes obras públicas que el Gobierno Federal mexicano realiza en el sureste y en otras regiones, como lo relativo al Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Tren Transístmico.
Igualmente, la colaboración estratégica entre México y China se hizo patente con motivo de la pandemia, tanto por los envíos de cubrebocas a China como de las vacunas y respiradores enviados por China a México.
El cambio geopolítico, marcado por las diferencias diplomáticas y económicas entre China y Estados Unidos, también se reflejarán en fenómenos económicos que pueden beneficiar a México y a China y hacer crecer su comercio y sus inversiones en nuevos campos económicos.
De esta manera, al celebrarse los primeros 50 años de las relaciones diplomáticas y económicas entre México y al República Popular China se avizora un nuevo impulso comercial, tecnológico y de colaboración industrial y cultural que llevará a nuevos niveles de cooperación entre los dos países.
