Como en el 68´
Algunos sociólogos e historiadores proponen que “la historia se repite”, aunque esto pudiera ocurrir en una forma de espiral; así que ahora el poeta Javier Sicilia pareciera tomar el lugar de Heberto Castillo y la sociedad civil que lo acompaña representaría a los grupos de estudiantes de la universidad y el politécnico de entonces.
Los manifestantes encabezados por el poeta Sicilia hacen un pliego de peticiones y demandan la renuncia de un alto funcionario público, como aquel entonces, y el gobierno ofrece diálogo, como entonces ofreció la “mano tendida”.
Es evidente que nuestra nación ha entrado a un nuevo ciclo de revolución social y que las circunstancias del país, aunque sean otras, se parecen a las de entonces, solamente que en otro plano.
Desde hace tiempo, la sociedad civil, encabezada por diversos actores han pedido la paz y la seguridad de la nación; millones han marchado por la Avenida Reforma, en varias ocasiones, unas veces vestidos de blanco y otras, como ahora, vestidos como la sociedad civil, con sombreros de paja o de fieltro y con gorras, para protegerse del sol de Cuernavaca y de la carretera hasta la Ciudad de México.
Son las formas en que la sociedad civil se manifiesta pacíficamente, pero a la vez, con valentía y decisión.
Los manifestantes encabezados por el poeta Sicilia exigen una prueba de que han sido escuchados por quien encabeza el Gobierno; pero es difícil que se la den, porque implicaría una vulneración al famoso “Principio de Autoridad”.
¿Qué pasará, entonces, en estos ya pocos meses que le quedan al Gobierno actual?
Lo más probable es que se tensen más las relaciones entre la sociedad civil y el Gobierno; pero esto no será por mucho tiempo, porque se acercan a gran velocidad las elecciones presidenciales, en las que los ciudadanos podrán expresar en las urnas lo que sienten respecto de la situación nacional. Inclusive, antes de julio de 2012 habrá un gran número de elecciones estatales y municipales que permitirán a la población expresarse políticamente.
Las elecciones presidenciales de julio de 2012 serán la mejor forma en que la opinión pública y la opinión popular podrán manifestar sus acuerdos y desacuerdos con el Gobierno Federal, tanto en lo que respecta a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Y al final de cuentas, la forma electoral, en 2012, será la mejor para resolver las graves contradicciones en que ha caído la relación entre la sociedad civil y el Gobierno.
Las elecciones tanto estatales, como municipales y las presidenciales del 2012 abrirán una vía de solución para encontrar nuevamente la estabilización del país y políticas públicas económicas, sociales y de seguridad pública, así como de seguridad nacional, que den la posibilidad de reencauzar a la nación hacia la paz social y el progreso.
Lic. Mauro Jiménez Lazcano
Director General de Macroeconomía