El Día que murió Lázaro Cárdenas del Rio (21 mayo, 1895 Jiquilpan de Juárez Mich. – 19 oct. 1970, CDMX)
Dramático relato del Médico que intentó salvar su vida
Por el Dr. Jaime G. De la Garza Salazar
General y Reconocido Estadista mexicano en su época. Fue Presidente de México ( 1 de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940).
Destacó, entre otras acciones de gobierno, por la reforma agraria y la creación de los “ejidos” en el sector agropecuario mexicano; la nacionalización de la industria petrolera, por haber brindado asilo político a los exiliados españoles durante la guerra civil española. Consolido las bases del funcionamiento del Partido Nacional Revolucionario y su proceso evolutivo, mediante la incorporación de las grandes centrales obreras, hacia el Partido de la Revolución Mexicana, antecedentes ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En el plano educativo, creó el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Colegio de México (ColMex). En su política exterior dio asilo a españoles que podían perder la vida por su inclinación ideológica.
De su pensamiento político-social cabe destacar: I.- La miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos. II.- A cada quien en relación a su trabajo; a todos según sus necesidades de pan, casa vestido, salud, cultura y dignidad. – Sin producción no hay consumo, ni industria, ni economía poderosa, ni bienestar colectivo, ni nación soberana. VII.- Contra la patria, nadie. Por la patria, todos.
ANÉCDOTA:
Estando en el Hospital de Oncología CMN-IMSS, era el lunes 19 de octubre de 1970 y, alrededor de las 9 de la mañana, recibí la llamada telefónica de un buen amigo, el Dr. Horacio Jinich, entre ansioso y contrariado me solicito de forma urgente que le viera a un enfermo que se encontraba en su domicilio por Lomas de Virreyes, Jaime necesito que vengas; casi de inmediato tome mi coche y me dirigí al domicilio indicado.
Al llegar me recibió en la puerta el Dr. Jinich quien de forma apresurada me informo que el paciente era el Gral. Lázaro Cárdenas y en forma breve me hizo un resumen del motivo de la Interconsulta, “Jaime” necesito tu opinión, el general esta grave y el diagnóstico del equipo médico que le atiende es de insuficiencia hepática aguda por una “hepatitis viral”. Pero, yo creo que todo está relacionado a metástasis hepáticas de un melanoma maligno mal diagnosticado y tratado por un dermatólogo. Una segunda cirugía que le han realizado del tumor residual en mejilla con disección ganglionar de cuello ha sido reportada como un melanoma maligno residual metastásico a ganglios linfáticos. Pero, el grupo medico de Nutrición no acepta mi impresión diagnóstica y piensan que el cuadro clínico es por una hepatitis viral. Con esta información apresurada llegamos a la sala de la residencia; el Dr. Jinich me presento a un buen número de médicos de Nutrición a los que recuerdo ahora incluían al Dr. Salvador Zubirán, el Dr. José de Jesús Villalobos y otros dos o tres más.
Cuando me llevaron con el paciente tengo que reconocer y aceptar que tuve un encuentro de emociones porque la memoria me trazó un hombre fuerte, vital, decidido y justo. Así pensé que sería cuando mi padre un fiel admirador ferrocarrilero me platicaba de sus hazañas; muchos grupos en México le llamaban “Tata”.
El paciente (mi General) estaba en una recámara de la planta alta, era una habitación pequeña, y su cuerpo sobresalía de la cama. Tenía dos enfermeras de edad madura (45/50 años) impecablemente vestidas con un uniforme de enfermeras al parecer del Hospital Militar. Muy atentas me recibieron, les solicite información sobre la evolución del paciente en días anteriores y el momento presente.
Vi al paciente como a un Goliat e Intenté comunicarme con él, pero solo emitió balbuceos confusos, tratando quizá de articular palabras. Estaba en estado comatoso, con ictericia severa, la presión arterial que yo la tome era de 60/<10. (mm Hg) el pulso era de > 120 x min, al examen del abdomen palpe una hepatomegalia que se extendía hasta el hipogastrio (en mi experiencia de entonces y de ahora, nunca he visto ni palpado un hígado tan grande) la consistencia era dura y la superficie multinodular.
Mi diagnóstico fue Insuficiencia Hepática Aguda en fase terminal. En base a los hallazgos que había encontrado durante el examen Físico: Somnolencia, Confusión, Desorientación, Mala pronunciación. Lo más característico el tremor (movimientos anormales o temblores de manos y brazos), en conclusión, se trataba de un Coma Hepático clasificado Grado 4. Secundario a Metástasis Masivas Hepáticas de un Melanoma
Así le comunique al Dr. Jinich mi diagnostico descartando totalmente una hepatitis viral.
Horacio me solicito que así le comunicara al grupo de médicos de Nutrición, al estar haciéndolo, explicándoles que en base a mi experiencia y los hallazgos clínicos que el diagnostico al respecto era de Metástasis hepáticas de Melanoma, con un cuadro clínico de un Coma Hepático Severo. Todos guardaron silencio, ninguno de los médicos me hizo preguntas y/o comentarios.
Pero………La esposa del General Doña Amalia Solórzano, me pregunto doctor, ¿cuánto tiempo de vida piensa usted que podrá vivir mi esposo? Sra. la pregunta que me hace es difícil de contestar, pero tomando en cuenta mis hallazgos creía que posiblemente podrían ser de solo unos días.
En ese momento en forma abrupta y con mucha prepotencia el Dr. Zubirán, muy molesto me dijo: ¡Doctor! “¿Qué?,.…usted se cree Dios para afirmar cuando un paciente va a morir”. Le contesté tranquilo y le dije:” De ninguna manera, pero usted como médico experimentado debe estar conciente y saber muy bien que cuando un paciente tiene una presión arterial sistólica de 60 y una diastólica de 0 a 10, taquicardia de más 120, una encefalopatía grave (cuadro clásico de un coma hepático), como el que ahora tiene mi General; no veo ninguna posibilidad de supervivencia por mucho tiempo. No me contesto.
¡Así concluí mi visita y al salir y despedirme de la Sra. Amalia y del Ingeniero Cárdenas, me preguntaron “pero… cómo es posible que no se le pueda ofrecer ningún medicamento! Justo en eso pensaba…yo era miembro del Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG) y llevaba entonces algunos estudios de fase II, y recordé que la Aduana de México no me entregaba un medicamento por “razones administrativas”. El medicamento en cuestión era la Dacarbazina (DTIC) que era para hacer un estudio de fase II/III en pacientes con melanoma, se los comenté como una esperanza muy remota. En ese momento el Ingeniero me tomó del brazo y me dice “venga Doctor nos comunicamos ahora mismo con el Secretario de Salud para ir al aeropuerto y traer esa medicina”, justamente yo traía la información y la guía que se requería en la Aduana del aeropuerto. Hable con el Secretario de Salud y le explique lo que yo estaba realizando como investigador clínico en el Hospital de Oncología, me dijo de inmediato “le paso a mi secretario para que le de toda la información y sacar ese medicamento de la aduana”.
Por la tarde alrededor de las 4:30 pm, cuando me dirigía a mi consultorio un voceador vendiendo sus periódicos Gritaba con voz en cuello el encabezado de los periódicos: “Hoy 19 de Octubre de 1970 a las 14 pm murió el General Lázaro Cárdenas del Rio”
Lázaro Cárdenas murió exactamente 25 años después del deceso de su adversario político Plutarco Elías Calles.
Una semana después recibí la llamada telefónica de la Sra. Amalia Solórzano Viuda De Cárdenas, para decirme “Doctor de la Garza, le llamo para agradecerle las atenciones que tuvo con nosotros, y además le llamo para pagarle la consulta que realizo a nuestra casa, ¿y también para decirle que aquí tengo la medicina que tenía en la aduana, me dice como se la hago llegar?
Le conteste” Sra. Para mí, como mexicano y como médico ha sido un honor y privilegio haber consultado a su esposo un Gran Mexicano, por lo que le pido olvide usted cualquier pago y con respecto al medicamento, hoy mismo yo puedo ir a recoger la medicina. Y así lo hice.
Para la Oncología Médica es Historia digna de conocerse de como llego la Dacarbazina (DTIC) a México
Para concluir esta historia, cuando vi al Gral. Cárdenas, se me ¡Puso “la piel de Gallina”, nunca había tenido esa sensación! Creo que revivió el recuerdo de mi padre Don Juan B. de la Garza Guajardo, porque él siempre me hablaba de él y me decía que yo había nacido el mismo año en que él tomó posesión como presidente de la Republica el 1º.-diciembre 1934, yo nací el día 12 de diciembre de 1934.