“Hoy perdieron, acéptenlo “: Ruiz Massieu a los morenistas
“Apasionamientos ideológicos, no le hacen bien a México”, externó la Senadora del PRI
La Presidenta Senador Imelda Castro Castro: Gracias Diputada.
Continúa en el uso de la tribuna la Senadora Claudia Ruiz Massieu.
La Senadora Claudia Ruiz Massieu Salinas: Muchas gracias, presidenta.
Honorable Asamblea:
Agradezco la oportunidad de hacer frente a la retórica falaz y llena de adjetivos con los que la mayoría oficialista lamentablemente llena los espacios del Congreso mexicano.
Y lo haré como le gusta hacerlo a la oposición, a la 4T, con responsabilidad, con argumentos, con razones y, sobre todo, con conocimiento.
Hoy como ayer nuestra oposición a la dispensa del turno a comisiones de la propuesta de convocatorias a sesiones extraordinarias, radicó en la ausencia de voluntad de la mayoría para construir acuerdos políticos en la pluralidad, en una premura injustificada para aprobar, sí, leyes de gran importancia para la democracia mexicana y para el país, y, también, en las flagrantes violaciones a la Constitución, a la ley, y al reglamento de los proyectos que se están sometiendo a consideración como parte de un pretendido extraordinario.
La Ley de Revocación de Mandato y la Ley de Juicio Político y Declaración de Procedencia, sin duda, requieren de un análisis mesurado, que ocupa tiempo, requieren de una valoración técnica importante que no tiene que ver con la ideología, tiene que ver con la constitucionalidad, la legalidad, tiene que ver con sus efectos para la ciudadanía en el marco de un Estado de derecho.
Ambos son proyectos que se presentaron, hay que decirlo, tardíamente y que la renovación de la Cámara de Diputados, que tendrá una nueva configuración política porque así lo quiso la ciudadanía en las pasadas elecciones, aconseja que sea esa legislatura quien revise estos proyectos. Y lamento mucho que la mayoría se rija por la consigna y no por el análisis razonado.
Lo hemos mencionado desafortunadamente en muchas ocasiones, hay ausencia de voluntad para construir un diálogo auténtico y de voluntad para encontrar acuerdos, para emitir ordenamientos y leyes que por su naturaleza y su derivación de normas constitucionales requieren de la legitimación de los diversos actores políticos que estamos representados en el Congreso.
Me voy a centrar sobre todo en las consideraciones sobre la supuesta Ley de Revocación de Mandato que se quiere impulsar mediante un extraordinario.
Y aprovecho para decir, sin ninguna ambigüedad, el PRI está a favor de la revocación de mandato, tan estamos a favor que con nuestros votos se aprobó la Reforma Constitucional, porque participamos con seriedad en esta discusión sabemos la obligación que tenemos como Congreso de expedir la Ley Reglamentaria, estamos a favor, por lo tanto, de una Ley de Revocación de Mandato que empodere a la ciudadanía, y no de una ley que pretenda ser una herramienta para ser utilizada indebidamente con fines electorales por el poder público.
Mis consideraciones son sustantivas, tanto sobre los procedimientos de elaboración del proyecto de dictamen que sustenta la convocatoria, como entorno al contenido de las normas que se proponen.
Las primeras ilustran la forma de proceder de la mayoría y ponen a prueba el deber que tenemos todas y todos en esta soberanía de conducirnos acorde a los principios de legalidad, imparcialidad y de objetividad de todos, de respeto a la Constitución, a la ley, y a nuestros reglamentos.
Las segundas también dan cuenta de la construcción de un fraude a la Constitución y a la pretensión de que la ciudadanía no lo perciba.
Primero voy a exponer las violaciones al procedimiento.
Junto con otras y otros integrantes de las comisiones dictaminadoras de las distintas iniciativas en la materia, presentadas todas entre el 9 y el 12 del mes en curso, hemos dirigido al presidente del Senado la solicitud de que se reponga el procedimiento de elaboración, y lo pongo entre comillas, “de votación del dictamen”.
Las irregularidades y violaciones a nuestras normas internas las enumero muy rápido:
Elaborar e imponer el Orden del Día sin el acuerdo previo de las juntas directivas.
Remitir el proyecto de dictamen con menos de 48 horas de anticipación, también, sin el acuerdo que corresponde a la junta directiva de la comisión coordinadora.
Establecer unilateral y arbitrariamente supuestas coincidencias entre las distintas iniciativas sin siquiera llamar a sus autores.
Y votación en dos ocasiones del dictamen en lo particular sin el quórum reglamentario, votándose también sin quórum o posponer a conveniencia la reunión.
Y me detengo en esto último, si no había quórum en la votación, no podía pedirse el voto para posponer la reunión, automáticamente todo lo actuado después es inválido, y desde luego que se hubiera podido convocar a una nueva reunión si se hubiera dado por terminada la reunión que no tenía quórum y hubieran podido convocar incluso a una sesión extraordinaria, pero no lo hicieron, quisieron extender ilegalmente la vigencia de una sesión que ya no podía estar actuando.
La falta de respeto a las disposiciones de nuestros procedimientos pone en claro lo que ya hemos denunciado en múltiples ocasiones, no hay disposición al diálogo y al entendimiento y ni siquiera a la disposición de cumplir mínimamente las normas que nos rigen como parlamentarios.
Ahora voy a los problemas de fondo.
La revocación de mandato es una figura para que el titular de la soberanía, el pueblo, decida sobre una cuestión vinculada intrínsecamente con la gobernabilidad, es la contracara de la decisión de otorgar el cargo ejecutivo federal mediante el sufragio, pero con un grado de mayor delicadeza.
La gestión está en marcha y hay objetivos inscritos en el Plan Nacional de Desarrollo, es un tema delicado y por eso, cuando discutimos la reforma constitucional, todos nos pusimos de acuerdo en que había que darle certidumbre, sencillez y claridad a un procedimiento importante, pero que, por sus efectos, tendría importantes consecuencias si no se legisla adecuadamente.
En la reforma constitucional que aprobamos en esta Legislatura establecimos referentes que hoy no podemos olvidar.
Precisar la naturaleza de la figura es extraordinaria y es extrema por su carácter revocatorio.
Establecer la causa de la solicitud en la ciudadanía, y ahí también hubo una gran discusión, hubo grandes aportaciones y sugerencias, y al final convenimos en que lo mejor era dejar con claridad…
La Presidenta Senadora Imelda Castro Castro: Concluya, Senadora, por favor.
La Senadora Claudia Ruiz Massieu Salinas: Sí, presidenta, ya voy a concluir.
Dejar con claridad establecido que era por pérdida de confianza, solicitar los tiempos precisos para solicitarla y para llevar a cabo la votación.
Esto es lo que no está presente en el dictamen, por eso les digo… Ya concluyo, presidenta, y les pido respeto, compañeras y compañeros, yo no interrumpo a los oradores cuando están en la tribuna.
Concluyo, presidenta, si me dejan concluir.
Aquí se ha hablado de si la oposición tiene miedo, la verdad no tenemos miedo, por eso hemos dicho una y otra vez que queremos sentarnos en una mesa a construir la Ley de Revocación de Mandado que necesita el país, una ley que no viole la Constitución, que empodere a la ciudadanía y no al poder público, una ley que cumpla con lo que todos convenimos cuando hicimos la reforma constitucional.
Para hacer esa ley van a contar con el PRI, para violar la Constitución y para falsamente quitarle un instrumento a la ciudadanía y dárselo al Poder Ejecutivo para hacer campaña cuando no la debe hacer, para eso no van a contar con la oposición y mucho menos con el Partido Revolucionario Institucional.
Hay que dejar de simular, hay que sentarnos a trabajar con seriedad, con conocimiento y sin apasionamientos ideológicos, que no le hacen bien a México.
Muchas gracias, presidenta.