“A Juan Arvizu: honor a quien honor merece”, declara Jorge Nuño Jiménez
Por Jorge Nuño
Carta a mi amigo Juan Arvizu Arrioja, en la gira noche de su gira luna.
Querido Juan.
¿Recuerdas que nos conocimos a través de otro gran amigo Efrén Mayorga en el Senado de la República? Con los dos establecí una amistad inquebrantable y un diálogo fraterno.
Para mí no has muerto, porque la verdadera muerte es el olvido.
Hombres de tu talla no mueren, no se entierran, se siembran en esta tierra pródiga.
Le has dedicado a México, tu enorme obra periodística, que te agiganta como mexicano por los cuatro costados.
Tengo un sueño:
Asistí a tu funeral, observe un féretro donde te cante en silencio una oda sin plañideras y musité: que vivas para siempre.
Murmurando en silencio afirme, ¡Aquí no ha muerto nadie! Estoy ante sus restos mortales que contiene una caja insepulta. Es momento para pronunciar en silencio algunas frases y sentencias en contra de la muerte. Yo no creo en la muerte, esa vieja desdentada con tranzas de cenizas traicionera escondida en el manto negro de la noche.
Y si los muertos fuesen vivos y los vivos fuesen los muertos ¿De qué lado del puente habita el hombre?, estamos en la rivera de los sueños, de la guadaña… ¿Habitamos en un puente entre los muertos y los vivos?, (León Felipe)
Centinela alto ahí ¿quién vive?
Juan Arvizu responde:
– ¡Yo… ¡Aquí no ha muerto nadie, les dejo mis obras!
Febrero, 2021.
Haberte conocido fue para mí una experiencia singular, a través de un diálogo fraterno en diversas entrevistas para El Universal. Durante nuestra “AMISTAD”, con mayúsculas basada en el respeto mutuo y mi admiración por ti, como hombre sencillo, pero no ingenuo, lleno de sabiduría, descubrí al mejor periodista de México.
Yo no te digo adiós, porque eres un Quijote de la libertad y el periodismo, Prometeo de la modernidad, en tu sangre llevas un gran amor a México que te condujo a realizar grandes obras inspiradas en el profundo amor a tu dulcinea del Toboso, perdón quise decir amor a México.
Así de fácil, así de sencillo.
Tu amigo,
Jorge Nuño.