Exigen especialistas de la Frontera dar un golpe de timón en política exterior
San Carlos, Son. Durante la XXII Conferencia Legislativa Fronteriza México-Estados Unidos, llevada a cabo en esta localidad sonorense, la legislatura del Congreso del Estado de Chihuahua en voz del diputado Gabriel Flores Viramontes exigió al gobierno federal dar un golpe de timón en política exterior. La Senadora por California Denise Moreno Ducheny, presidenta de este foro, incluyó en la agenda final de la reunión los principales tópicos que presentaron los legisladores de ambos países en particular los apuntados por el legislador chihuahuense Flores Viramontes.
El diputado Gabriel Flores Viramontes dijo en su intervención que este foro permite a los legisladores de ambos países dialogar con franqueza y plantear, entre amigos y vecinos, los temas que más nos preocupan e interesan a fin de fortalecer las relaciones interestatales fronterizas y las bilaterales entre Estados Unidos y México.
“La vecindad geográfica nos vincula cultural, económica y estratégicamente, en una de las fronteras más importantes y extensas del mundo; nuestras naciones y Estados fronterizos, en un esfuerzo compartido, tratan de alcanzar las grandes metas de cooperación en los rubros de crecimiento económico, seguridad, conservación del ambiente, equidad social, recursos hídricos y cruces y puentes fronterizos.
Nuestra vecindad no está exenta de diferencias y por ello tenemos que dialogar abiertamente con franqueza, con el fin de alcanzar los consensos a que aspiramos. En este sentido, la Conferencia de Legisladores Fronterizos es el foro ideal para plantear las inquietudes del Congreso del Estado de Chihuahua y revisar, desde un espíritu constructivo, el estado que guarda nuestra relación bilateral y plantear los temas que más afectan nuestra relación transfronteriza.
La Legislatura del Estado de Chihuahua desea llamar la atención de nuestro gobierno central para que de un golpe de timón en política exterior y mire más hacia nuestra relación bilateral y a nuestra región fronteriza; para que los intercambios hídricos se logren de conformidad con lo que establecen los tratados internacionales de 1944 y 1906. Para Chihuahua y en particular para el Valle de Juárez es impostergable que las entregas anuales de agua se hagan en apego a la asignación de 74 millones de metros cúbicos que dispone el tratado de 1906, y no los 34 a 40 millones que actualmente nos otorgan. Reclamamos mayor protagonismo del gobierno federal vía la Comisión Internacional de Límites y Aguas para que se nos dé a los chihuahuenses el agua que nos pertenece en apego estricto a derecho.
En cuanto a la planeación y construcción de nuevos cruces y puentes necesitamos, y pedimos como Congreso del Estado de Chihuahua, mayor consenso en la proyección, autorización y construcción. Queremos trabajar conjuntamente con el gobierno federal a fin de que se dé mayor transparencia y se exhiban menos trabas burocráticas.
El Congreso del Estado de Chihuahua no olvida que en junio pasado, agentes de la Patrulla Fronteriza victimaron a tiros a un niño mexicano, quien jugaba con cuatro amigos en Ciudad Juárez, exactamente abajo del llamado “Puente Negro” que divide la frontera. Sergio Adrián Hernández, de sólo 14 años, fue baleado fatalmente por agente estadounidense de la Patrulla Fronteriza. Por ello, insistimos en la estricta observancia de los protocolos de seguridad fronterizos a fin de evitar las muertes innecesarias de connacionales.
De la misma manera, el Congreso del Estado de Chihuahua, pide a las autoridades estadounidenses que al construir muros y bardas en los límites de la frontera norte, se apeguen a lo dispuesto en las legislaciones ambientales vigentes y observen las características orográficas de la región fronteriza. No es aceptable trastocar los flujos normales de torrentes y propiciar la anegación de los municipios aledaños a la franja fronteriza.
Hago un llamado especial a las legislaturas fronterizas de California, Arizona, Nuevo Mexico y Texas para que sean un ejemplo de tolerancia a los inmigrantes extranjeros quienes por desesperación o por necesidad de dar el sustento a sus familias no observan las disposiciones estatutarias federales que regulan la inmigración de extranjeros. También hacemos un llamado respetuoso al Congreso de Estados Unidos para que no deje de lado el tema migratorio y legisle para el 2011 una reforma migratoria digna, realista y equitativa. El Congreso del Estado de Chihuahua conmina respetuosamente a los congresos de los estados de Estados Unidos a no legislar en materia de migración ya que al hacerlo lo hacen únicamente criminalizando a los migrantes extranjeros cuyo único delito es haber ingresado a territorio estadounidense sin la documentación apropiada.
La Constitución de Estados Unidos, esa prodigiosa Carta Magna, ejemplo de normatividad, dice en su Enmienda Octava que nadie puede ser castigado con penas inusuales y crueles, tal y como lo indica la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1689. No es posible por ello, y el Congreso del Estado de Chihuahua llama a la naturaleza humanitaria de la población de Arizona, a que no vistan con trajes a rayas o expongan a los internos de la cárcel del condado de Maricopa a la degradación personal. Se considera que ya es suficientemente la penalización que sufren, de acuerdo a la Sección 1325 del Título Octavo del Código de Estados Unidos sobre Extranjeros y Nacionalidad, para que todavía sean sometidos a penas inusuales y crueles.
El Congreso del Estado de Chihuahua invita a la reflexión y al diálogo no para aflorar divergencias en ciertos temas de nuestra relación bilateral sino para compartir con ustedes nuestros enfoques a fin de coadyuvar a una mayor empatía sobre nuestras inquietudes.
Con un espíritu de diálogo podemos contribuir a que los tiempos electorales no contaminen nuestra buena relación y que con un enfoque humanitario iniciemos una nueva etapa y le demos un nuevo rumbo a nuestra relación bilateral. Cerremos la página de la iniciativa SB 1070, mandemos un mensaje de concordia y amistad a la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito con sede en San Francisco (California), para que este noviembre nos obsequie una resolución en tono con nuestras expectativas humanitarias.
En ese tenor y por lo antes expuesto, considero que es un acierto de los organizadores de este evento haber fijado como temario las cuestiones que se relacionan con el desarrollo económico, el agua, la infraestructura, la educación superior y la calidad de vida, todas ellas estrechamente vinculadas tanto en el plano del análisis teórico como en la práctica.
Si ustedes me permiten, la Legislatura de Chihuahua quiere referirse a otro tema que nos preocupa como estado fronterizo. Es el contrabando de armas de asalto. No es posible que más de 12 mil armerías operen a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos y pongan a disposición del mejor postor armas letales de asalto. Mismas que llegan a manos del crimen organizado y que trastocan la vida pacífica y segura de nuestras comunidades fronterizas. De acuerdo a estimaciones, al menos 62,800 de las más de 80 mil armas de fuego confiscadas por autoridades mexicanas de diciembre de 2006 a febrero de este año procedieron de Estados Unidos. En fechas recientes, el contrabando anual de armas por la frontera es de hasta 5 mil unidades. Las dos principales variedades son rifles de asalto: AK47 de fabricación rumana y clon de la Bushmaster AR-15.
El Departamento de Estado de Estados Unidos con frecuencia pone alertas en sus portales de Internet, en sus páginas WEB, para que los ciudadanos norteamericanos no nos visiten. Por esta inseguridad contributiva, estamos perdiendo en turismo miles de millones de dólares y no podemos hacer nada más que invitar a los congresos locales, y al federal, del país vecino a que legislen en contra de la venta de armas de asalto. Que no se vendan armas de asalto en las armerías cercanas a la frontera sur de Estados Unidos. Hagamos una gran cruzada conjunta contra la venta y contrabando de estas armas letales.
Otro punto que no quiero dejar de lado y creo que mis colegas fronterizos comparten la misma opinión. Cada vez se vuelve más difícil el tráfico fluido de personas y mercancías a lo largo de la frontera. De uno y otro lado de la frontera, en aras de un mayor control y como una forma de prevenir el tráfico ilegal de armas y personas; los cruces y puentes fronterizos se han convertido en verdaderos cuellos de botella.
Los tiempos para cruzar a Estados Unidos y México se han incrementado sustancialmente. Muchos de los mecanismos que se implementan se diseñan desde el centro de nuestros países. No conocen nuestra problemática cotidiana y la interdependencia que nos une a los fronterizos. Por ello creo que nuestros gobiernos federales deberían tener un diálogo más frecuente con nuestras autoridades estatales y municipales. No sólo a través de los mecanismos de enlace fronterizo que existen actualmente en los consulados mexicanos a lo largo de nuestra frontera. Sino más bien invitarnos a participar, con voz y voto, a sus deliberaciones dentro del Grupo Interinstitucional de Cruces y Puentes Fronterizos México-Estados Unidos, en el Grupo de Facilitación Fronteriza México-Estados Unidos y en las reuniones bilaterales de Caminos y Puentes Federales de Ingreso (CAPUFE) con sus contrapartes de los Estados Unidos.
En estas reuniones tenemos mucho que aportar en cuanto al tránsito legal de personas y mercancías. En algunos puertos de entrada de la frontera será necesario incrementar el personal asignado a los cruces y puentes, y en otros a proyectar la construcción de nueva infraestructura. Vemos con desesperación que en ocasiones habiendo largas filas en los principales cruces y puentes, donde se da el mayor tránsito de bienes y personas, se habilite sólo una línea porque la autoridad a cargo no cuenta con el personal suficiente para asignarlo y de este modo puedan funcionar todas las líneas en su conjunto.
A veces no es necesario construir nueva infraestructura sino operar eficientemente la existente. Lo mismo sucede en los lugares donde hay mayor tráfico. No se puede de la noche a la mañana implementar un nuevo mecanismo, como el SIAVE, que supuestamente incrementa la capacidad de vigilancia y control del ingreso de vehículos a México, cuya capacidad de este nuevo sistema de brindar mayor seguridad está en entredicho. Porque lo que para algunos 8 ó 9 segundos de detención del tránsito vehicular es poco o nada para otros es una eternidad. El SIAVE debería ser materia de profunda discusión entre el gobierno federal y las comunidades fronterizas.
Cruces y puentes operados ineficientemente en los principales puertos de entrada de México y Estados Unidos significan considerables pérdidas; en lo económico, en la calidad de vida y en el ambiente. Aquí quisiera que uniéramos esfuerzos y pidiéramos a las autoridades federales mayor comprensión y sensibilidad a nuestros problemas.
Deseo concluir esta breve exposición diciéndoles que el Congreso del Estado de Chihuahua les invita a dinamizar el diálogo con las autoridades federales y ser la voz detonante que impulse solidariamente una nueva visión de las comunidades fronterizas. Una visión con mayor empatía y sinergia con nuestra cotidianidad. Somos dos naciones pero una sola comunidad fronteriza”.