El Fondo Monetario Internacional sugiere a México posponer proyectos de nueva refinería hasta que sean rentables
El COVID ha cobrado una trágica cuota humana, social y económica en el país
“El Covid-19 ha cobrado una cuota trágica en lo humano, social y económico en México. Se han perdido más de 75.000 vidas; las estimaciones no oficiales son notablemente más altas”. Destaco el estudio previo a la situación del país que elabora el staff económico del Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo con el estudio del FMI, se espera que persistan los grandes costos sociales y económicos. “Se está produciendo una recuperación a dos velocidades, con un repunte de la industria manufacturera impulsado por la demanda externa, junto con una débil demanda interna. “Proyectamos un crecimiento del país de -9 por ciento en 2020, 3 por ciento en 2021, y cerca de 2 por ciento a partir de entonces”, dice el organismo
La estrategia de negocios de Pemex está desplazando recursos para gastos esenciales. En vista de sus pérdidas cada vez mayores, es aconsejable concentrar la producción sólo en campos rentables, vender activos no básicos, frenar los planes de aumentar la producción de refino con pérdidas y posponer nuevos planes de refinería hasta que sea rentable hacerlo. La asociación con empresas privadas proporcionaría el capital y los conocimientos necesarios. Condicionado a cambios en la estrategia de negocios y la gobernanza, las adquisiciones y las reformas de supervisión, se podría considerar un apoyo fiscal que alivie las altas necesidades de financiamiento de Pemex.
Sobre la base de estas proyecciones, el empleo, los ingresos y la pobreza tardarán varios años en volver a los niveles anteriores a la pandemia. No sólo están retrocediendo los logros de la última década en estas áreas, sino que el desafío de largo plazo de México de bajo crecimiento parece empeorar.
De alrededor de 12 millones de trabajadores que perdieron sus empleos, la mayoría de los cuales procedían del sector informal sin seguridad social, más de 4 millones permanecen en la informalidad. La proporción de la población en la pobreza laboral aumentó del 36% al 48%. Esto muestra la carga desproporcionada de la situación para los pobres y los vulnerables.
En medio de una gran incertidumbre sobre la pandemia, los riesgos para las perspectivas económicas se inclinan a la baja, reflejando el posible resurgimiento de Covid-19 a nivel nacional, la interrupción prolongada de los mercados laborales, la renovada volatilidad financiera mundial, precios más bajos del petróleo y resultados adversos de crecimiento en socios comerciales clave. En el lado positivo, la disponibilidad temprana de vacunas, la flotabilidad de la economía avanzada beneficiándose de grandes intervenciones políticas, y la reabsorción más rápida de lo esperado de los trabajadores en la fuerza laboral podría impulsar la confianza y el crecimiento.
Con este escenario, es fundamental limitar el daño causado por la pandemia, sentar las bases para una recuperación sólida y perseguir un crecimiento fuerte, duradero e inclusivo. Aprovechando los puntos fuertes de México en cuanto a su marco de política macroeconómica y los fundamentos del sector externo y financiero en general sólidos, se alienta a las autoridades a que apliquen un conjunto amplio de medidas de apoyo fiscal y monetario a corto plazo, planes creíbles a medio plazo para afianzar la sostenibilidad fiscal y reformas para impulsar la inversión y el crecimiento. Un mayor apoyo fiscal temporal a corto plazo aliviaría las dificultades actuales y limitaría los daños económicos duraderos.
Una reforma fiscal creíble a mediano plazo aumentaría el espacio a corto plazo, reduciría las primas de riesgo y generaría los recursos necesarios para la inversión pública y el gasto social. Una mayor flexibilización monetaria, con el escenario de expectativas de inflación bien ancladas, ayudaría a apoyar el financiamiento, así como la recuperación. “Nuestro análisis sugiere que, incluso abstrayendo de los beneficios de las reformas que abordan las limitaciones de largo plazo, la aplicación de ese conjunto de políticas macroeconómicas podría aumentar el PIB real en 4 puntos porcentuales a medio plazo y reducir la relación entre la deuda pública y el PIB”, señala el informe del FMI
Junto con la aplicación firme de reformas para superar las limitaciones de la oferta, este conjunto de medidas podría generar nuevos beneficios en materia de crecimiento y reducción de la deuda.
México necesita más apoyo fiscal a corto plazo y reformas creíbles a mediano plazo
Las autoridades están proporcionando un apoyo fiscal directo muy modesto a corto plazo. “Aumentaron el gasto en salud y el apoyo presupuestario directo a hogares y empresas en un 0,7 por ciento del PIB. Sin embargo, esto se compara con más del 3 por ciento del apoyo del PIB entre los mercados emergentes del G20 (EMs). Pusieron a disposición apoyo a través de préstamos, reasignaron algunos gastos, anticiparon pagos de pensiones sociales y aceleraron los procesos de adquisición y reembolsos del IVA, entre otras acciones”.
Continuaron los esfuerzos administrativos y de política tributaria que generaron ingresos mejores de lo esperado. El proyecto de presupuesto para 2021 mantiene estos estrictos marcos normativos destinados a limitar las nuevas emisiones de deuda. Todavía no hay planes concretos de reforma tributaria a mediano plazo. Se espera que la estabilización y los fondos fiduciarios se reduzcan sustancialmente.
En este sentido el staff señaló: “Nuestras proyecciones preliminares, basadas en supuestos de crecimiento nominal, producción de petróleo y flotabilidad fiscal más prudentes, prevén un PSBR de 5,8 por ciento del PIB en 2020 y, en relación con los objetivos de las autoridades, brechas fiscales de 1¼-2 por ciento del PIB en 2021 y más allá. Se prevé que la deuda pública bruta se estabilice cerca del 65 por ciento del PIB, suponiendo que se cierren las brechas fiscales”.
A fin de detener la disminución de la actividad económica y el aumento de la pobreza, México se beneficiaría de un mayor apoyo fiscal temporal a corto plazo del 2% al 3% del PIB (en relación con los marcos normativos anteriores a la crisis). México tiene cierto espacio fiscal y goza de un cómodo acceso al mercado que podría utilizarse en estos tiempos difíciles:
Gastos de salud. La máxima prioridad debería seguir siendo la plena adaptación de los gastos relacionados con la pandemia a fin de que el costo y el acceso no sean obstáculos insuperables para combatir la pandemia.
Hogares. La cobertura de los programas de redes de seguridad social podría ampliarse para incluir a las personas fácilmente elegibles que no reciben ningún beneficio, las personas que probablemente caigan en la pobreza debido a la pandemia, y los trabajadores informales en los sectores más afectados.
Empresas. Además de los préstamos concedidos a las microempresas y las pequeñas empresas, se podrían proporcionar a las empresas viables medidas de apoyo a la liquidez (por ejemplo, aplazamientos de las contribuciones fiscales y de la seguridad social) y asistencia para la reducción de los costos (por ejemplo, subsidios salariales).
El anuncio de una reforma tributaria creíble a mediano plazo aumentaría el espacio para proporcionar apoyo fiscal a corto plazo y es un imperativo para ayudar a cerrar brechas fiscales, reducir la deuda pública y financiar la inversión pública y el gasto social. Una reforma tributaria bien diseñada podría aumentar los ingresos entre un 3% y un 4% del PIB, con lo que también se reduciría la brecha en la recaudación de impuestos en relación con sus pares.
Impuestos sobre la renta. Los ingresos del impuesto sobre la renta de las personas físicas están rezagados en comparación internacional debido a la alta informalidad y desigualdad. Si bien el aumento de las tasas puede añadir algunos ingresos limitados, es necesario ampliar la base, y puede lograrse racionalizando los gastos tributarios ineficientes y regresivos y reduciendo el umbral para la categoría superior del impuesto sobre la renta.
Impuestos a la propiedad. Aumentar los impuestos subnacionales de registro de propiedad y vehículos sería eficiente y progresivo. Para evitar la fragmentación de la administración tributaria de la propiedad, se podría crear una agencia a nivel federal para actualizar el catastro y coordinar las políticas a nivel subnacional.
Impuestos sobre el valor agregado (IVA). Aparte de algunos alimentos clave, podrían eliminarse los artículos nacionales de tasa cero y reducirse las exenciones. A este respecto, podrían fortalecerse las redes de seguridad social para mitigar los problemas de distribución. Se acogen con satisfacción las medidas adoptadas recientemente para mejorar la administración tributaria; se podría considerar la posibilidad de mejorar la estructura organizativa del SAT, avanzando hacia un proceso de auditoría de alta cobertura para las declaraciones del IVA, aumentando aún más el uso de medios electrónicos, y reforzar las sanciones contra el fraude fiscal.
En el contexto financiero el organismo señaló que: “Aunque los niveles de inflación y la volatilidad han disminuido tras la introducción de metas de inflación, la inflación y las expectativas de inflación se han mantenido algo por encima del objetivo. Tras casi dos décadas de fijación de metas de inflación y en vista de los posibles cambios en las estrategias de los principales bancos centrales, se podría examinar, entre otras cosas, los determinantes de la inflación, las medidas y el conjunto de instrumentos normativos.”