“Que el Diplomado en la Fundación Carol Baur, sea aprendizaje transformador, para que cada uno sea agente del cambio que exige precisamente la situación climática”: Alfonso Narváez
“Hay que transformar la realidad, y con esta Agenda 2030 no hay que perdernos los 17 Objetivos”: llamado de los expertos
VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DEL MENSAJE DEL PROFESOR ALFONSO NARVÁEZ, CONSULTOR EN MATERIA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y CIENCIA POLÍTICA EN PROYECTOS PRODUCTIVOS, PLANEACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS, DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL DIPLOMADO EN EL FORO POLITICO DE ALTO NIVEL SOBRE EL DESARROLLO SOSTENIBLE DE LA AGENDA 2030 Y EN LA CUMBRE SOBRE LA ACCIÓN CLIMÁTICA, ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN BAUR EL 28 DE ENERO DE 2020
PROFESOR ALFONSO NARVÁEZ. – Antes que nada, quiero agradecer la gentileza de su generosa invitación para venir a participar en este foro de expresión de las ideas; no puede existir la presencia de un conglomerado como éste, si los convocantes no tienen tras de sí una trayectoria y una autoridad moral, ética y profesional, para convocarlos; por eso, Maestra Sandra Maldonado, muchas gracias y a ti, Martín, por reunir en este Diplomado un grupo de gente comprometida con la realidad que tenemos en nuestro país y en el mundo.
Hay quienes piensan que el Ministerio más delicado es el de la medicina, porque en sus manos tienen la vida o muerte del cuerpo humano; yo considero que el Ministerio más delicado y profundo, es el de la educación, porque en ello se tiene el espíritu de la conciencia y la inteligencia del que viene a aprender; en los tiempos postreros de la Revolución Mexicana y no voy a hablar como discurso político sino como una gente; cuando Lázaro Cárdenas en los objetivos primigenios de este movimiento, el reparto de tierras, reparte latifundios de unos italianos que se llamaban Lombardo, los reparte y se los da a los de las tribus purépechas, indígenas, autóctonos de ese Estado
Y siendo Gobernador lleva con un ruido desconocido para ellos, maquinaria pesada, Caterpillar y todo esto y azorado el Jefe de la tribu le dice: “Tata, ¿para qué es eso? Y le contestó, es que vienen a construir edificios; ¿para qué?, para que hagan escuelas, ¿para qué? Para que hagan aulas ¿para qué? para que ustedes aprendan, pero ¿para qué? para que los otros no les roben; y en su gran infinita sabiduría el Jefe de la tribu le dijo: Y Tata ¿y por qué no en sus aulas, no les enseñan a que ellos no nos roben?”.
Ese es el enfoque diferente, los que tratamos de enseñar, nos preocupamos por enseñar, pero no sabemos qué es lo que quieren aprender, los que quieren aprender; yo siempre he hecho guía la divisa de la escolástica, con el pretexto de enseñar aprendiendo; y venimos a preparar en estas aulas no con la fantasiosa idea de la pedantería de que podemos transmitir conocimientos, en este ejercicio dialéctico, venimos a establecer una comunicación para aprender con nosotros mismos.
Decía un educador, Paulo Freire, que es la síntesis de muchos educadores, desde Piaget, el mismo Enrique C. Rébsamen, que ahora se conoce por la caída de una escuela, cuando es uno de los más grandes educadores que tuvimos en México, venido de Suiza y por eso el apellido, Rébsamen; Ludojoski, Yovovsia y Estefanía Castañeda; decía Pablo Freire, “la educación debe ser una práctica transformativa de la realidad concreta”; decía el Licenciado representante de la edil de este municipio de Naucalpan, que había que transformar, y eso es lo que hay que hacer; un conocimiento que se tiene en nuestra mente, sería un ejercicio académico, una mente enciclopédica, pero que no transforma; hay que transformar la realidad, y con esta Agenda 2030 no hay que perdernos los 17 Objetivos, todas las metas y todo lo que se establece, sino hay que hacer verdaderos agentes del cambio que exige este cambio climático en el desarrollo sustentable.
Porque lo mencionamos y no como un esnobismo que está de moda y hay que aprender del cambio climático y no hacemos nada; hay que exigir que nuestras autoridades establezcan como una obligación, franca, sincera, abierta y que además se lleve a la práctica; que no se hagan planes, que no se hagan programas, que no se hagan estudios que van a archivarse algunos, como ejercicio académico, otros como una aportación libresca, que ahora ya viene en libros, y no en las mentes de las computadoras o en los celulares; que eso que se aplica aquí, sea aprendizaje transformador, que cada uno sean agentes del cambio que exige precisamente el cambio climático.
Yo les agradezco que se hayan preocupado por hacer este Diplomado y que aquí como un objetivo principal, los transformemos para ser cada uno de nosotros agentes del cambio que exige el cambio climático; muchas gracias.