“Necesitamos ya una sacudida, una transformación, un cambio que nos permita empezar a tener crecimientos que son los que merece nuestro país”: Carlos Slim Helú
MODERADOR: Tiene la palabra el ingeniero Carlos Slim Helú, Premio Nacional de Ingeniería 2018.
CARLOS SLIM HELÚ, PREMIO NACIONAL DE INGENIERÍA 2018: Buenos días.
Señor presidente:
Le agradezco, presidente de la República, le agradezco mucho hacernos el favor de entregarnos personalmente los premios de Arquitectura y de Ingeniería en Palacio Nacional. Es una deferencia y un honor que nos lo haga y, por supuesto que me da un gran gusto que sea con el arquitecto Álvarez Ordóñez con el que lo recibamos. Gracias, presidente por habernos hecho ese honor.
Señor presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador; doctora Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; ingeniero Javier Jiménez Espriú, secretario de Comunicaciones y Transportes; doctor Enrique Graue, gracias por acompañarnos, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; Enrique Riva Palacio García, presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México que como señalaba él, se fundó en 1868; doctor Salvador Landeros Ayala, presidente de la Unión Mexicana de Asociación de Ingenieros; arquitecto Francisco Covarrubias Gaytán, presidente de la Academia de Arquitectura; doctor José Albarrán Núñez, presidente de la Academia de Ingeniería; señor arquitecto Joaquín Álvarez Ordoñez, distinguido con el Premio Nacional de Arquitectura.
Muy apreciados amigas y amigos, colegas, arquitectas, arquitectos, ingenieras, ingenieros, compañeros de la generación 57, aunque creo que varios se quedaron afuera.
Agradezco a todos su presencia y en particular que nos acompañe también el secretario de Turismo, Miguel Torruco, y su esposa Gloria, así como tantos entrañables amigos que están en esta ocasión. Gracias por acompañarnos.
A mi familia, que es mi apoyo y motivación.
Y también me da mucho gusto que nos haya hecho la deferencia de acompañarnos Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; y Antonio del Valle Perochena, presidente del Consejo Mexicano de Negocios. Gracias a todos por estar con nosotros.
Gracias, Fernando, por tus palabras tan amables y cordiales.
Y agradezco con mucha emoción a la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, a su comisión dictaminadora y a su presidente Enrique Riva Palacio haberme distinguido con el Premio Nacional de Ingeniería. Gracias por ese honor que me otorgan en este día, en este momento, así como a las asociaciones de ingenieros e instituciones académicas que me propusieron como candidato, y en especial al Colegio de Ingenieros Civiles de México.
Recibo esta distinción en nombre de los miles de ingenieros, técnicos y trabajadores en general del grupo, cuya labor cada día nos permite realizar numerosos proyectos que emprendemos en 35 países en los que estamos trabajando.
Tuve el privilegio de nacer en una familia que me dio bases, principios y valores que me facilitaron siempre saber mi rumbo y tener conciencia clara del privilegio que nos obliga siempre a trabajar y a vivir con responsabilidad y compromiso.
Como es usual en México y en algunos muchos otros países, las bases, principios y valores, así como la personalidad y el carácter se forjan en la infancia y principalmente en la familia, aunque la escuela, los amigos y las circunstancias son una gran influencia que además estimulan nuestra curiosidad por saber y conocer.
Yo fui afortunado, mi casa estaba en la Avenida México, enfrente del Parque México, a dos cortas cuadras de mi kínder, de mi colegio, de mi colegio laico y mixto en el que aprendí a leer y a escribir, en el que cursé hasta el cuarto año de primaria y cómo éramos solo cinco alumnos, era multigrados, como son todavía muchas de las escuelas de nuestro país.
De ahí, cinco años con los agustinos, quinto, sexto de primaria y tres de secundaria; y después la mejor decisión y lo mejor que me pudo haber pasado fue inscribirme en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM a la que tanto debo.
Conocí ahí la diversidad y pluralidad en nuestro país, la libertad de pensar y expresarse, convivir y hacer amigos para siempre, vivir nuestra juventud a fines de los 50. Independientes, pero sin rechazo a la autoridad, era una gran libertad, pero con responsabilidad. Esa fue la característica de esos tiempos que nos tocó afortunadamente vivir en nuestra juventud.
Además, estudiamos en los mejores lugares con las mejores maestras y maestros, y saludo aquí a David Ibarra que nos hace favor de acompañarnos. David gracias por estar con nosotros y, por supuesto, a los que han sido maestros por tantas generaciones y que siguen trabajando, formando a los mejores profesionistas como señalaba hace un momento el arquitecto Álvarez Ordóñez.
Tuve el gusto, honor y privilegio de ser maestro de Álgebra durante seis años en la Facultad de Ingeniería de la UNAM y de Programación Lineal en el Cuarto Curso Intensivo de Desarrollo Económico y Evaluación de Proyectos en 1963, patrocinado por el gobierno de México, la Comisión Económica para América Latina, llamada Cepal, y por la UNAM. Fue ahí donde David fue maestro mío en teoría y programación del desarrollo económico en el tercer curso, en el curso anterior.
Voy a permitirme hacer algunos comentarios o comentarles algunas definiciones de ingeniería. Según el Diccionario de la Lengua Española, ingeniería es: ‘El estudio y aplicación por especialistas de las diversas ramas de la tecnología’
Bueno, ¿y cómo definen la tecnología el Diccionario de la Lengua Española?
Bueno, etimológicamente como téchnē, que significa ‘arte técnica’; y logos, ‘estudio o tratado’.
‘Es el conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico’; o sea, que podríamos decir que es el arte de aprovechar el conocimiento científico.
‘Un ingeniero -también señala el diccionario- es un hombre que discurre con ingenio las trazas y modos de conseguir o ejecutar algo’. Estas son definiciones del Diccionario de la Lengua.
Sin embargo, quiero mencionar a un maestro en segundo año de la facultad que decía, nos daba una definición de ingeniero, que decía: ‘Ingeniero es una persona que hace con un peso lo que otra que no lo es, lo hace con dos’. Es un buen consejo.
Mi vida profesional se inicia en 1965 asociado con un compañero de la facultad, que se supone que iba a estar por acá, Marquínez, que probablemente se quedó afuera decía yo, que nos iba a acompañar, con varios proyectos de edificación inmobiliarios, formamos la Constructora Carso y Promotora del Hogar, actividades que a una mayor escala continuamos realizando en México, España, Colombia.
Como consecuencia de la revitalización del Centro Histórico que llevamos a cabo con y durante el gobierno del hoy presidente licenciado Andrés Manuel López Obrador, nos dimos cuenta de la importancia de poder vivir, trabajar, estudiar, curarse, divertirse y tener todos los servicios públicos y privados sin necesidad de usar vehículos de motor por horas, cada día.
Esto, además de tener un… creo que es el problema principal, tiene un gran costo invaluable en tiempo de vida para las personas que tienen que transportarse una o dos horas para ir y venir otras tantas, y por supuesto que tiene un costo económico, complica la movilidad urbana, contamina el medio ambiente, ente otros muchos inconvenientes.
Y vimos que era clara la reconversión urbana de las grandes ciudades. Esas grandes ciudades se formaron durante la sociedad industrial, son producto de la sociedad industrial y la forma alterna, que es la que se plantea, es formando grandes barrios o miniciudades abiertos que cuenten con servicios públicos y privados de calidad que puedan realizar sus actividades localmente, etcétera, y nos estamos viendo en el Centro Histórico como no se usa prácticamente automóvil más que de manera menor.
Y lo estamos intentando realizar en la vieja zona industrial de la Nueva Granada, que está desapareciendo como zona industrial y que le llaman ya el Nuevo Polanco, y que sería muy importante -y es lo que le falta- integrar la colonia Pensil, para que la gente que vive ahí suba su nivel de vida y para que las personas que trabajan puedan tener vivienda muy cercana a donde estás desarrollando otras actividades.
Es clara la necesidad y conveniencia de la reconversión, por ejemplo, de la colonia de los Doctores, están los hospitales, están los centros de salud y están los juzgados que la gente vida ahí, que esa zona se renueve, se reconvierta para que tenga todos los servicios y que la gente no tenga que desplazarse y que viva con mayor calidad de vida, con mejores ingresos, se pueda mover caminando, etcétera, etcétera.
También suena que en Reforma, la Zona Rosa y la colonia Cuauhtémoc son alternativas. Las colonias Condesa y Roma lo han logrado parcialmente, porque falta vivienda de interés medio que podría ofrecerse desde la Doctores, por ejemplo.
Esto será una gran inversión privada, generadora de empleos, ingresos fiscales, mejora de la movilidad y del medio, logrando con mucho mejor calidad de vida y nivel de vida para la población.
En los últimos 30 años en el grupo hemos venido incrementando nuestras actividades de ingeniería y construcción, y esto lo hemos acelerado, sobre todo, en los últimos 15.
Desde la fabricación de materiales y bienes de capital, cemento, conductores eléctricos, tubería, fibra óptica, etcétera, plataformas petroleras, plantas de tratamiento de agua, desalinizadoras, la construcción de ellas, administración del agua, puertos, construcción de puertos, aeropuertos, unidades mineras, Metros, varios Metros hemos construido como ocho o 10 en los últimos años, carreteras, puentes, estadios en donde se señalaba en el video el estadio del Atlético de Madrid, el del Real Madrid, plantas hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas y geotérmicas.
En las áreas de construcción en FCC y CICSA actualmente trabajan más de 18 mil 500 personas, pero nuestra principal operación son las telecomunicaciones -déjenme tomar un poco de aire- que constituyen el sistema nervioso de la nueva civilización.
En este sector pasamos de la voz que nos tocó a todos vivir de los mensajes y ahora el video, pasamos de las centrales electromecánicas que encontramos en Telmex cuando entramos a las analógicas y después a las digitales, pasamos de las redes de cobre a las redes de fibra óptica y a las redes inalámbricas.
El internet que se popularizó en los 90 tuvo un notable desarrollo a pesar de que su velocidad era de 56 kilobytes, esa era la velocidad, era de 56 kilobytes, a través de las redes de cobre de esa época. La tecnología y el cambio exponencial hizo cada vez más rápidas las redes y más bajos los costos. Hoy, 20 años después, por el mismo precio se ofrece mil veces más velocidad, en lugar de 56 kilobytes, cincuenta y tantos megabytes, que permite ver y trabajar, disfrutar y trasmitir el video con gran facilidad.
En este sector hay que hacer grandes inversiones cada año en nuevas tecnologías, en mayor capacidad crece todo esto, los datos casi al doble cada año, y mayor cobertura. Torres, redes de fibra óptica, redes inalámbricas, grandes centros de datos, electrónica, señalización, enlaces, grandes servidores para dar servicio en la nube y guardar numerosos contenidos.
En América Móvil hacemos grandes inversiones cada año en 25 países. Estamos orgullosos de que sea la única empresa no sólo mexicana, sino latinoamericana que tiene presencia en tantos lugares y diría que teniendo en cuenta todas las americanas, Canadá, Estados Unidos, así como Europa, creo que es la empresa con mayor presencia en más países en el mundo.
En esta organización somos más de 189 mil, en su mayoría ingenieros y técnicos altamente calificados para dar servicio, atención de quejas, mantenimiento, construcción, instalación, comercialización, etcétera, etcétera.
En este año nuestra inversión en México va a ser del orden de 36 mil millones de pesos y el próximo año será mayor, prácticamente el 25 por ciento de la inversión que hacemos en el mundo, pues ya iniciamos la cobertura diaria de no atendidas. Ya estamos trabajando en eso, señor presidente, desde principios de año.
Las telecomunicaciones se dividen en dos partes principalmente:
Las móviles, en las que competimos cuatro empresas en México, ATT, la más grande del mundo; Telefónica, la mayor de Iberoamérica, y la Red Compartida, que está subsidiada por el gobierno federal y que es para el mayoreo, las otras dos están subsidiadas por nosotros desde hace seis años.
Y la fija, que da servicios de telefonía, la telefonía tradicional, da servicios de internet, de banda ancha y televisión de paga. En esto, Telmex tiene sólo el 35 por ciento del mercado, a pesar de lo cual la consideran preponderante y la sobreregulan y ponen en riesgo.
La conectividad nacional y a los mejores precios a nivel mundial de los servicios de telecomunicaciones harán posible que toda la población tenga acceso a la cultura digital. Y es nuestro compromiso que tengan acceso a la cultura digital, que la llamada brecha digital se vuelva un puente que permita transitar más rápidamente, y que puedan integrarse a esta cultura digital prácticamente toda la población, ofreciendo además en esa red digital cursos de educación que ya hacemos y de capacitación para el empleo gratuitos, además de otros contenidos culturales.
Es una gran área de oportunidad, inclusive para mantener los valores nacionales y la cultura mexicana usar estas redes de manera intensiva con este tipo de contenidos y no algunos otros tipos de contenidos bastante negativos.
Quiero hacer una mención a un hecho histórico, señor presidente, poco conocido y que después de que lo conozco desde hace mucho -mi papá estuvo activamente en eso- y después de asomarme a él con más detalle últimamente, considero que fue muy importante para la transformación de México para que accediera México a la sociedad industrial y para que se diera el llamado ‘Milagro mexicano’, que fue mencionado anteriormente.
Fue producto de la gran depresión. Durante la gran depresión que se inicia en octubre de 29, hay una… se inicia una gran destrucción de actividades económicas, quiebran muchas fábricas en México, cierran muchas empresas, sube el desempleo, hay graves consecuencias económicas y sociales en el país, y una caída de la masa salarial enorme.
Y en 1931, a consecuencia de ello, surge del Bloque Revolucionario del Congreso de la Unión, llamado Bloque Revolucionario, la campaña nacionalista. Esa campaña nacionalista, aunque se acaba en 35, toma auge, la admiten todos, obviamente el Ejecutivo, y hay un acuerdo entre el Bloque Revolucionario del Congreso y la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, que lo toma como suyo.
Hay una gran unidad nacional para trabajar en eso. El lema era, lo recordarán algunos, aunque fue hace tantos años, es: ‘Consuma lo que el país produce’, ese lema, y se busca una política de sustitución de importaciones, de producción nacional, de industrialización, etcétera, etcétera.
Es el surgimiento de esta campaña nacionalista que propone este bloque revolucionario, como decía, con gran apoyo político, económico y social. Las confederaciones de cámaras de comercio hacen con ellas un acuerdo y toma parte activa en la campaña, no sólo de la campaña Consuma lo que el país produce, que induce a la mejora, a la demanda para la industrialización, la inversión y el empleo; o sea, que se establecen campañas importantes de empleo, se establecen las medidas económicas y monetarias, o sea, las políticas económicas y las políticas monetarias adecuadas, se tiene un margen para estimular la producción nacional, para estimular la exportación y la para desanimar la importación, no solamente con el discurso, sino también con políticas concretas.
Y esto lleva a la transformación de México de una sociedad agrícola y rural a una sociedad industrial y urbana
Y esta transformación permitió a México que a partir de 1933 y hasta 82 crezca al 6.17 por ciento cada año con inflación, sin inflación, con guerra, sin guerra, con buenas y malas, etcétera, etcétera, 50 años de crecimiento y es producto del cambio y de la transformación que hoy vemos a China haciendo lo mismo.
China de ser una economía en la que la mayor parte de la población estaba en el autoconsumo y vivía en las áreas rurales, la fue incorporando. Y para eso es educación fundamental, educación, educación, educación, lo que ayudó; y aquí fueron las campañas, se acordarán de alfabetismo y la campaña de salud, bajo la mortalidad infantil, subió la esperanza de vida.
Y yo diría, lo ha señalado ya el presidente varias veces, que los 12 años del desarrollo estabilizador, que fueron los más positivos de 1958 a 70 crecimos al 6.8 por ciento anual con dos y medio por ciento de inflación, dos y medio por ciento de inflación al 6.80.
En esos 50 años hubo un gran desarrollo del país. El PIB, el Producto Interno Bruto creció más de 20 veces, la población también se multiplicó más de cuatro veces, eran 17 millones y medio y creció a 71 millones más o menos, y el PIB se multiplicó 50 veces en esos años.
Este espectacular desarrollo -es a lo que voy ahora, han de decir ¿de qué está hablando?, ¿por qué está hablando de eso?, pero creo que es muy importante- ese espectacular desarrollo indujo grandes obras de infraestructura a nivel nacional, así como grandes áreas de desarrollo urbano, servicios públicos y edificación de todo tipo de inmuebles que se requerían.
Quiere decir que fue muy importante que a ese tipo de crecimiento respondió de manera y con creces la arquitectura y la ingeniería mexicana, y fue a la mano de ese crecimiento extraordinario.
La ingeniería mexicana respondió con creces a todas sus modalidades. Y las escuelas y facultades de ingeniería crecieron con miles de estudiantes cada año en mi época, a finales de los 50 y 60, no sé, me imagino que ahora hay todavía mucho más ingenieros, pero entramos… yo creo que nosotros éramos mil 250 los que entramos a la Facultad de Ingeniería y hay que sumarle todas las demás, le generación del 57; y lo fantástico que se formaron ingenieros y muchos ingenieros que ya existían se prepararon y pudieron hacer frente a esa demanda enorme de infraestructura que retroalimentó el desarrollo.
Hoy, 38 años después y habiendo crecido estos años, estos 38 años menos del dos por ciento al año, y con un muy escaso crecimiento per cápita, porque ese es el crecimiento, hay que quitar el crecimiento de la población, se baja a ser menos de medio por ciento.
Y eso es per cápita, a pesar de que muchos millones de mexicanos tuvieron que emigrar a Estados Unidos en busca de trabajo, en busca de trabajo porque aquí no se les daba las oportunidades, todo esto viene sobre todo en estos la migración, porque en los primeros 50 años de gran crecimiento se absorbió mucho crecimiento de la población, y a pesar que se absorbió mucho del crecimiento de la población no había necesidad de emigrar.
Si observamos este crecimiento y vemos lo que está pasando en el mundo, que hay expectativas recesivas, que para atenuarla, diferirla o combatirla, el mundo desarrollado ha establecido políticas monetarias muy laxas, muy agresivas, con enormes excesos de liquidez y tasas de interés negativas, disponibles a largo plazo para evitar esta recesión.
Cuando vemos todo eso, pues podríamos tener optimismo, pero la verdad es que es la gran oportunidad de hacerlo ahora al revés; en lugar de que antes el crecimiento económico implicó la necesidad de una gran infraestructura, ahora hacer una gran infraestructura para que haga el desarrollo económico y podamos entrar en una etapa de entrar a la sociedad industrial a la moderna.
Es claro que el reto es conducir el nuevo cambio -hablo mundialmente- a la nueva civilización tecnológica de servicios digital o como se le quiera llamar, pero pareciera que los únicos que lo están haciendo es en Asia; Corea empezó hace mucho con grandes programas, siempre con grandes programas de educación.
Pero en China, que más allá de su gran crecimiento y desarrollo económico y nivel educativo de su población, ha formado una clase media educada, enorme, creciente en número y en poder adquisitivo, y que ha tenido un desarrollo espectacular. Es sorprendente el desarrollo en ingeniería, en construcción, sus proyectos, su tecnología, su diseño. Es enorme lo que están haciendo, yo creo que no tengo duda que están a la cabeza, y en la calidad, y capacidad de sus ingenieros y arquitectos, y en el desarrollo de innovación de sus proyectos.
Pero hay una razón, como decía Guillermo Tovar, implacable. La razón es que China invierte el 12 por ciento del PIB en su infraestructura. Invierte el 12 por ciento desde hace 10 años, es una inversión en infraestructura mayor que la que hacen todos los países de Europa y Estados Unidos.
Bueno, ante este panorama mundial no hay duda de que México debe de pensar en actuar y aprovechar las facilidades de financiamiento para realizar una gran inversión en infraestructura y reconversión urbana, con recursos propios y ahorro externo a largo plazo y a muy bajas tasas de interés, que financien estas grandes inversiones a lo largo y ancho de todo el país, con acento en el sureste que es quien más lo requiere.
Estas inversiones generarán una gran actividad económica a nivel nacional y muchos y mejores empleos mucho mejor pagados, que aumentarán la demanda y retroalimentarán el desarrollo.
Con un marco de finanzas públicas sanas con las que este gobierno ha tenido un especial cuidado, mejorando además el poder adquisitivo del salario por la baja inflación y grandes inversiones en infraestructura generadora de empleos y actividad económica podremos -en mi opinión- recuperar el crecimiento sostenido y sustentable; es decir, en el 32, 33 se hace la política económica y monetaria, y la actitud del Estado y las políticas de Estado en educación, en salud, la promoción de la inversión, etcétera, etcétera, y hay necesidad de infraestructura, y la infraestructura responde a los ingenieros, a los arquitectos.
Hoy creo que el asunto es al revés. Hay que impulsar el desarrollo de la infraestructura como lo está haciendo China, que está invirtiendo 12 por ciento del PIB, que es una cifra enorme y que tiene un ahorro del 40, y que está haciendo que crezca por años y por años.
El PIB de China en términos de poder adquisitivo ya rebasó al de Estados Unidos, anda en 13 mil millones de dólares, pero poder adquisitivo anda en veintitantos trillones de dólares y, bueno, es un punto de vista que hago.
De alguna forma comparto con el arquitecto Joaquín Álvarez Ordóñez en cuanto a necesitamos ya una sacudida, una transformación, un cambio que nos permita empezar a tener crecimientos que son los que merece nuestro país. Y diría igual que el arquitecto, que los ingenieros y trabajadores de la construcción en México, así como las empresas del ramo grande, medianas y pequeñas estamos listos.
Muchas gracias.