Andrés Manuel López Obrador jura ante el Congreso cumplir la Constitución y las Leyes que de ella emanan
En una ceremonia republicana el pleno del Congreso Federal y de notables invitados internacionales, Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente Número 85 de México y prometió una nueva etapa política y administrativa para la República Mexicana.
Protocolariamente el Presidente saliente, Licenciado Enrique Peña Nieto llegó al Palacio de San Lázaro, sede del poder Legislativo Mexicano, portando la Banda Presidencial Tricolor, la que le entregó al diputado Porfirio Muñoz Ledo, Presidente del Congreso General y éste la puso en manos del nuevo Presidente de la República, Licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Los partidos políticos manifestaron en general, su posición política ante el nuevo gobierno y tanto el PAN, como el PRI, así como el Movimiento Ciudadano se pronunciaron porque en México se mantenga la democracia dentro del orden constitucional y la separación y el Equilibrio de Poderes, y se deje al margen cualquier intento de autoritarismo o de avasallamiento de un poder sobre el otro.
A la ceremonia asistió y estuvo en el presídium, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Licenciado Luis María Aguilar Morales.
Luego de un discurso largo, de cincuenta minutos, el nuevo Presidente Andrés Manuel López Obrador, ratificó sus principales ofrecimientos de campaña y anunció que propondrá una Ley de Punto Final, para dejar atrás la persecución de delitos de autoridades y miembros de la iniciativa privada de gobiernos y tiempos anteriores, y dedicarse en cambio a construir lo que él denominó la Cuarta Transformación del País, con el objeto de darle un desarrollo más equitativo a la población y un crecimiento económico que duplique el porcentaje del crecimiento de los últimos gobiernos del PAN y del PRI.
La ceremonia transcurrió en relativa calma, salvo algunas protestas de sectores de oposición, particularmente del PAN, para repudiar la presencia de el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien finalmente no se presentó al acto protocolario del Congreso.
López Obrador le dio la bienvenida a sus invitados especiales, entre ellos Mickael Pence; a la hija del Presidente Donald Trump, Ivanka, al Rey de España Felipe VII; a Evo Morales; al Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez, Lenín Moreno Garcés, presidente del Ecuador, Juan Orlando Hernández Alvarado, presidente de Honduras y a otros presidentes y dignatarios de diversos países de América Latina y a la representación de la República Popular China, Chen Yueyue, vicepresidenta de la Asamblea Popular de China y Kim Yong Nam, presidente del presídium de la Asamblea Popular Suprema de la República Popular Democrática de Corea, Kang Kyung-wha, ministra de Relaciones Exteriores de la República de Corea asi como Mansour Bin Mutain Bin Abdulaziz Al Saud, príncipe y ministro de Estado de Arabia Saudita y algunos otros países árabes.
El diputado Porfirio Muñoz Ledo se ajustó a los términos del protocolo y terminó la sesión inmediatamente después del discurso del nuevo Presidente y a continuación pidió se acompañara a la salida “al ciudadano Enrique Peña Nieto”, quien se despidió del Presidente López Obrador estrechándole la mano y deseándole buena suerte.
Finalmente, el nuevo Primer Mandatario López Obrador abandonó la sala despidiéndose de diputados y senadores y con integrantes del público con quien se hizo algunas “selfies”.
Fue una ceremonia republicana, protocolaria, sin violencia ni disturbios graves y se dio paso a lo que sigue, del programa del primer día del Nuevo Gobierno.
Entre sus últimas frases del discurso inaugural, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “No le haré mal a nadie”.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía.