Degeneración de los partidos políticos
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de Macroeconomía
Al plantearse una alianza entre partidos políticos no sólo disímbolos sino contrarios ideológica y políticamente, como son el PAN y el PRD, se ha llegado a un extremo de ficción política y de corrupción ideológica; todas las teorías sobre el origen y función de los partidos políticos (Maurice Duverger, “Los Partidos Políticos” y Max Weber “Economía y Sociedad”), son hechas a un lado para caer en un pragmatismo soez que el propio Maquiavelo rechazaría, porque el PAN y el PRD tienen orígenes absolutamente contrarios e ideologías que chocan frontalmente.
Bastaría con recordar que el Partido Acción Nacional, fundado por Manuel Gómez Morín, surgió precisamente para combatir la política económica del General Lázaro Cárdenas del Río, entonces Presidente de México, quien encarnaba en 1939 la ideología y la acción de la Revolución Mexicana y cuyo hijo primogénito el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fundó después, junto con Porfirio Muñoz Ledo y otros ideólogos de izquierda el PRD; así que ¿cómo juntarlos ahora?
En su origen, el Partido Acción Nacional o Partido de Acción Nacional, fue creado por un banquero, el licenciado Manuel Gómez Morín y en él militaron otros banqueros y grandes empresarios que se oponían a la política socialista del General Cárdenas; y el PRD nació precisamente, en cambio, como un partido socialista en el que se fusionaban gentes del antiguo PSUM, del propio Partido Comunista Mexicano y del ala izquierda del PRI, como el propio Cuauhtémoc Cárdenas, Muñoz Ledo y otros priístas que por razones, sobre todo ideológicas, fueron marginados de ese partido, el PRI, por indicaciones del entonces Presidente Miguel De la Madrid, toda vez que se iniciaba la lucha interna en ese partido por la sucesión presidencial.
Juntar al PAN con el PRD en acciones políticas y electorales a estas alturas del año 2010, después de todo lo que pasó en el 2006, cuando el máximo dirigente perredista era Andrés Manuel López Obrador y aún antes, bajo el liderazgo permanente del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, parece deleznable y aún más, un engaño a una ciudadanía que ya no es poco avisada, y que ha empezado a rechazar y condenar esa aberración política e ideológica que es el intento de unir en alianzas electorales al PAN con el PRD.
El rechazo a esa idea no sólo proviene de los políticos priístas, como el senador Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes, Presidenta del PRI y otros; sino que también viene de las cúpulas panistas a las que pertenece, por ejemplo, Diego Fernández de Cevallos, quien interrogado al respecto de las alianzas PAN-PRD, solamente dijo y se siguió de frente: “¡Es una idiotez!”.
Querer justificar tales alianzas, como lo intenta el inexperto nuevo Presidente del PAN, César Nava, con el argumento de que “serán unas alianzas exclusivamente electorales” y que “dejaremos fuera los temas en los que no coincidimos”, como el de los matrimonios gay, el aborto, y otros, en donde chocan las ideologías del PAN y del PRD, resulta ridículo; esas mismas alianzas políticas que plantea Nava del PAN con el PRD constituyen un matrimonio “contra natura”, tan condenable como los panistas pretenden condenar a los matrimonios gay.
Por el lado del PRD es necesario que sus altos dirigentes formales, encabezados por Jesús Ortega expliquen con amplitud y en un documento, las causas y razones que los llevan a aliarse al PAN, que es el partido al que atacaron y vilipendiaron no sólo durante la campaña presidencial del 2006 sino mucho antes, hasta que rompieron y le voltearon la espalda a Andrés Manuel López Obrador, por causas que tampoco están muy claras, y que los ha puesto bajo sospecha de corrupción por gran parte de la opinión pública, no sólo por las negociaciones que realizaron con Ruth Zavaleta al frente en diciembre del 2006 sino con los intentos de Reforma Petrolera promovida por Felipe Calderón en el 2008.
¿Qué pretenden Jesús Ortega y los otros dirigentes actuales del PRD al proyectar abiertamente estas alianzas con el PAN? ¿Cuál es el objetivo de fondo y a largo plazo que traen estos distinguidos dirigentes perredistas?
El panorama político mexicano está “tan claro como el lodo”; pero la población y los electores, en general, difícilmente podrían caer en un engaño ideológico y político tan burdo, como el que ofrecen César Nava, Presidente del PAN y Jesús Ortega, Presidente del PRD.