La Asunción de Trump: Divide y aísla a Estados Unidos y anuncia el inicio de una guerra económica mundial
El 20 de enero de este año de 2017 fue un día negro para el mundo y la humanidad entera; fue como presenciar la ascensión de un hombre, Donald Trump, que conjuga las personalidades de Hitler y de Napoleón, al poder más grande de los tiempos modernos, que es la presidencia de los Estados Unidos de América.
Fue algo increíble: la equivocación del pueblo y del Sistema Político Norteamericano, le entregaron el poder a un hombre, Donald Trump, que no está plenamente preparado para ejercerlo correctamente, por su propio desconocimiento de ese sistema político y su ignorancia de lo que hoy es el mundo económica y políticamente, de las relaciones internacionales y de la forma en que funciona la economía internacional, incluyendo el propio papel que desempeñan los Estados Unidos de América como la primera potencia económica y militar.
Todavía se escucha el grito de Hilary Clinton diciéndoles por televisión al pueblo norteamericano: “No le vayan a dar el botón nuclear a este hombre”, señalando con el dedo a Trump, que estaba frente a ella en el foro de uno de los tres Debates.
Ahora el mundo está aterrorizado, porque Trump empieza a manejar su gobierno por medio de twitts.
Es una persona que nunca estuvo en la política y que no tiene la menor idea de lo que es la Diplomacia mundial: está cambiando la amistad de los países de Europa Occidental, Alemania, Francia y los demás, por la amistad con la Rusia de Vladimir Putin, supuestamente para destruir y ”borrar de la faz de la Tierra” a ISIS o Estado Islámico; pero este giro diplomático tendrá muchas implicaciones en el futuro, para las relaciones con la Europa Occidental y con China.
ABLANDAMIENTO EN SUS ATAQUES A MÉXICO
Con pleno desconocimiento de la forma en que funciona el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que participa también Canadá, Donald Trump ha desarrollado la “idea fija” de desconocerlo o denunciarlo, sin darse cuenta que eso implicaría también un grave daño para la propia economía de los Estados Unidos, y también para la economía de sus dos socios comerciales: México y Canadá; por eso es muy importante que se haya convenido una fecha de diálogo con el Presidente de México, Lic. Enrique Peña Nieto, para el 31 de enero; y que días antes, del 26 de enero y los que siguen, se reúnan a dialogar sobre el TLCAN los altos funcionarios de México, encabezados por el Canciller Luis Videgaray y el Secretario de Economía Ildefonso Guajardo, con los nuevos integrantes del Gabinete Presidencial de Trump, encargados del tema.
Es de esperarse que de esas conversaciones surjan acuerdos que le den continuidad y modernidad al Tratado de Libre Comercio de América del Norte; una renovación del mismo que permita su actualización y su adaptación hacia el futuro; pero de ninguna manera su cancelación, acto que no tendría ni pies ni cabeza y que sólo respondería a “una ocurrencia” de un candidato que es ahora Presidente de los Estados Unidos, y quien cree que puede modificar la economía mundial y la economía de los Estados Unidos “según su voluntad”, sin tomar en cuenta los procesos históricos de la formación de ese tratado, sus razones económicas y su desenvolvimiento que hoy implica a miles de empresas de los dos países: México y Estados Unidos; y a otros miles de Canadá; y que solamente en lo que toca al comercio bilateral entre México y los Estados Unidos asciende a 560 mil millones de dólares anuales; es decir, un equivalente a un millón de dólares por minuto todos los días del año: ese es el tamaño del comercio con los Estados Unidos.
En su discurso de toma de posesión, el Presidente Donald Trump ya no habló de la “construcción del muro”, aunque sí lo hizo sobre la “protección a sus fronteras”; tampoco se dirigió ya a los migrantes mexicanos ni a México en particular, lo cual fue una buena señal que, inclusive, hizo bajar el dólar en su cotización de ese día.
EL CARÁCTER DE TRUMP
Hombre rico que por lo mismo no admite consejos y que dice lo que quiere con insolencia y sin pensarlo mucho, mostró en el día de su toma de posesión, el 20 de enero, una mezcla del carácter dictatorial y autoritario de Adolfo Hitler y Napoleón Bonaparte:
De Hitler, con la frase: “… los borraré de la faz de la tierra”, refiriéndose a los islámicos terroristas del ISIS;
Y también con la frase: “Haremos a Estados Unidos ‘imparable’ y “Determinaremos el curso del mundo en los años por venir”.
Y con rasgos napoleónicos, cuando se refiere a “hacer más grande a Estados Unidos” y que cualquier política emprendida será para hacer a Estados Unidos el primero; el primero” así lo repitió, con un sentido no sólo napoleónico sino chauvinista, totalmente fuera de tiempo, que ya no corresponde a la evolución y estado del mundo actual, cuando la vida internacional se desenvuelve en un clima de globalización y cooperación económica y tecnológica mundial.
La celebración de su toma de posesión tuvo una conclusión con sabor napoleónico, de elegantes bailes, que fueron tres, con la elite económica y militar de Estados Unidos; bailes que él inició con su esposa Melanie y toda su familia; casi recordando las formas usadas por Napoleón y Josefina y sus hijos, en la Restauración del Imperio, después de la Revolución Francesa.
ESTADOS UNIDOS, UN PAÍS DIVIDIDO
Donald Trump asume la presidencia de un país totalmente dividido en dos; la mitad de la población se opone en una forma u otra y la mitad de los ciudadanos no se siente representada por Donald Trump; la candidata demócrata obtuvo más votos populares, en la cantidad de tres millones, que Donald Trump, quien ganó así mediante el viejo sistema norteamericano, que le dio la mayoría de votos electorales.
Dos millones de mujeres inconformes con la asunción de Trump desfilaron al día siguiente, 21 de enero, por las calles de las principales ciudades norteamericanas, de la misma manera que en otras ciudades del mundo con en la de México que también mostró su repudio.
En México, inclusive, residentes de ciudadanía mexicana salieron a protestar contra la presidencia de Trump el sábado 21, en ciudades fronterizas y también en otras más al centro de la República.
Con sus políticas antisociales por ejemplo la que pretende anular el denominado Obamacare, y muchas otras, contra migrantes y otro tipo de medidas discriminatorias, Trump tendrá muchos problemas en casa; por ejemplo, puso un Twitt para condenar a la prensa norteamericana y declarar que los periodistas son los peores seres humanos:
En su visita a la CIA, en lo que fue su primera actividad de gobierno, dijo: “el motivo por el que hice mi primera visita a la CIA, es porque estoy embarcado en una guerra con los medios; los periodistas están entre los seres humanos más deshonestos de la Tierra” y advirtió que ”los medios de información pagarán muy caro por su deshonestidad”.
Esa actitud muestra a todas luces su personalidad Hitleriana, que recuerda a aquel régimen que no sólo quemaba imprentas sino hacía fogatas con libros: es una guerra contra la libre expresión.
Este choque contra los grandes medios de difusión de los Estados Unidos: la CNN, The New York Times, The Washington Post, y otros, lo va a mantener, a Trump, muy entretenido y constantemente bajo la lupa de la opinión pública.
Cabe recordar que fueron esos dos grandes periódicos de los Estados Unidos: The New York Times y The Washington Post, los que provocaron la renuncia de Richard Nixon, Presidente también republicano, en 1976, el siglo pasado, cuando dieron a conocer a la opinión pública el famoso escándalo del Watergate.
Trump se enojó con la prensa porque ésta demostró que los asistentes a su Toma de Posesión fueron la mitad de los que asistieron cuando Obama ascendió al poder.
Sea lo que fuere, la Nación Norteamericana ha quedado dividida en dos exactamente, y Donald Trump tendrá que lidiar con eso sus cuatro años.
Será una etapa difícil dentro de los Estados Unidos, y también para el mundo; pero nadie debe suicidarse por eso; tal vez sólo dure cuatro años.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía.