Es un privilegio dar a conocer al señor Presidente de la República que durante los trabajos de esta Convención Bancaria hemos llegado a las siguientes conclusiones:
Primera. A pesar de los retos que enfrentamos México tiene una oportunidad única para alcanzar crecimientos dinámicos y sostenibles, y lograr así los niveles de desarrollo y bienestar que todos queremos.
Segunda. La Banca mexicana pasa por el mejor momento de su historia y está preparada para hacer todo lo que le corresponde para aprovechar esa oportunidad.
En efecto, durante los últimos 20 años nuestro País ha logrado realizar profundos cambios en su economía, mismos que nos han permitido gozar de una estabilidad excepcional en un entorno complejo y volátil.
En dicho periodo construimos un Marco macro económico estable y las instituciones que la aseguran, como lo son un Banco central autónomo, un sistema bancario sólido, un régimen constitucional y legal que lo amparan.
En este sentido, el anuncio del recorte al gasto público, que es preventivo y no tiene un mayor impacto en el crecimiento, es un claro reflejo del compromiso del Gobierno de la República con la estabilidad.
Por otro lado, el País adoptó una política de apertura comercial y consolidó su modelo de economía de mercado, lo cual nos ha permitido desarrollar una potencia industrial, convirtiéndonos en una nación exportadora ejemplar.
En materia política hemos fortalecido nuestro régimen democrático, estableciendo instituciones creíbles y perfeccionando el marco legal aplicable, sin duda debemos avanzar más en esta materia, pero lo logrado es muy destacable.
Recientemente se aprobaron 11 reformas estructurales de gran calado, que tendrán un impacto sin precedentes en el desarrollo económico y social del país.
Si las observamos en su conjunto, podemos advertir que el valor de todas ellas juntas es mayor que el resultado de la suma de cada una de ellas, agrupadas se potencian y magnifican.
Voy a improvisar, y esto es muy delicado, pero con su permiso, señor Presidente, pedí que me rescataran la versión estenográfica de las palabras del señor Presidente dadas en Acapulco, Guerrero, el 18 de mayo del año 2012, en donde el señor Presidente vino en su calidad de candidato a Presidente de la República; y en esta versión estenográfica el hoy señor Presidente de la República mencionó que uno de sus objetivos era impulsar el crecimiento económico, lograr que México fuera un voz nuevamente escuchada en el mundo; y en materia económica prometió: primero, mantener la estabilidad macroeconómica, y hoy claramente se está logrando.
Segunda, fomento a la competencia económica, el Pacto por México claramente produjo una Reforma importante en materia de competencia económica.
Lograr una Reforma Energética que permita, sin privatizar, la participación del sector privado en todas las áreas de la industria petrolera de nuestro país: exploración, producción y refinación. Estoy citando textualmente.
Cuarto, la formación de capital humano. Se logró la Reforma Educativa.
Quinto, aumentar el nivel del crédito del país, y esto es producto de la Reforma Financiera.
Sexto, desarrollar mayor infraestructura. Tenemos hoy el Plan Nacional de Infraestructura.
Séptimo, fomentar la economía formal. Esto se ha hecho de diferentes maneras y por diferentes mecanismos legales y administrativos, y es un objetivo también de esta Asociación.
Octavo, generar una nueva estrategia para el comercio exterior. Es indudable que la Secretaría de Economía ha trabajado incansablemente en esta materia.
Noveno, lograr una Reforma Hacendaria Integral. Esta Reforma es parte de las 11 Reformas Estructurales.
Lo que quiero yo decir con esto es que estas Reformas o gran parte de las Reformas Estructurales que se lograron en los últimos años, fueron prometidas en este Foro hace dos años por el entonces candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto.
Estas Reformas pueden generar un crecimiento adicional de entre el 1 y el 1.5 por ciento del PIB potencial constante en el tiempo.
Todo lo anterior, aunado a las características del País, tales como nuestra demografía, la clase media creciente y nuestra ubicación geográfica y riquezas naturales, nos lleva a la conclusión de que México tiene una oportunidad histórica para convertirse en una Nación desarrollada en los próximos años.
Es evidente que esta oportunidad no esté exenta de desafíos, tenemos que resolver la violencia y el crimen organizado que priva en algunas regiones del país; la falta de vigencia plena del estado de derecho, la corrupción y la impunidad, así como la falta de desarrollo institucional en algunos niveles de Gobierno y su deficiente transparencia y rendición de cuentas.
También la pobreza y los desequilibrios regionales que existen, la informalidad y la baja productividad que ésta genera, y la deficiente educación que todavía reciben muchos connacionales.
No son temas menores.
A los diferentes órganos del Estado Mexicano les corresponde resolver muchos de estos desafíos, y de hecho se han dado avances muy importantes, que muchas veces no se valoran en su exacta dimensión. Sin embargo, falta mucho por hacer.
Todos debemos exigir que dichos órganos los enfrenten adecuadamente, pero también nosotros debemos hacer lo que nos corresponde para resolverlos desde nuestro ámbito de responsabilidad.
Insisto, es responsabilidad de todos, porque a veces parece que sólo es obligación del Gobierno, y que los particulares somos simples espectadores sin un rol definido.
Todos, cada uno desde su trinchera, tenemos un papel en la trama.
Tampoco debemos perder de vista los desafíos que nos vienen de fuera. No hay duda que los crecimientos insatisfactorios de los últimos años se explican parcialmente por factores externos.
Este año enfrentamos los bajos precios del petróleo, la normalización de la política monetaria de los Estados Unidos de América y los acontecimientos geopolíticos recientes.
No obstante, como lo comentaron el doctor Alejandro Berner y el doctor Bernanke durante la Convención, México es uno de los países emergentes mejor preparados para enfrentar este entorno.
Si lo analizamos con objetividad, la oportunidad está a la vista, y no podemos desaprovecharla por pesimismo, incredulidad o desconfianza.
Señoras y señores, afirmé al inicio de mi intervención que la Banca Mexicana vive un gran momento y está preparada para hacer todo lo que corresponde con el fin de aprovechar la oportunidad que se nos presenta.
En efecto, México cuenta con una Banca líquida y solvente, y con una cartera sana y diversificada en todos los segmentos.
El sistema pasa por un ciclo ejemplar de 13 años en el cual la cartera de crédito ha crecido 3.7 veces más que el incremento del PIB.
Se dice que el crédito otorgado por la Banca mexicana como porcentaje del PIB es bajo si lo comparamos contra con el de otros países similares. Comparto la afirmación, sin embargo la variable que debe ser la base del análisis del desempeño de la Banca es el crecimiento del crédito comparado con el del PIB, en donde crecer la cartera entre 3 y 4 veces más implica un dinamismo de la actividad crediticia sin traducirse en un riesgo mayor para la economía.
No olvidemos que la Banca quebró en el año 1995 y que no volvió a su actividad crediticia ordinaria, sino hasta el año 2002; tampoco olvidemos la crisis internacional reciente.
En ambos casos aprendimos que crecer el crédito con un dinamismo excesivo implica quebrar el sistema.
Hoy atendemos a más de 50 millones de mexicanos con puntos físicos de contacto en los municipios en donde vive el 98 por ciento de la población.
En definitiva, citando al profesor Stephen Haber, quien también presentó una brillante ponencia durante la convención, abro comillas: “Si hubo buenos tiempos en términos de abundancia del crédito y estabilidad dentro de la Banca mexicana estos tiempos son estos”.
No puedo dejar pasar la ocasión sin hablar de los resultados de la Reforma Financiera, mismos que pueden resumirse en más crédito y más barato, otorgado por un sistema más seguro, más competido y con mayor protección a los usuarios.
Los resultados están a la vista y recientemente, tanto el Secretario Videgaray como la Banca han hecho una evaluación muy positiva al respecto.
En la ABM estamos seguros de que los resultados de la reforma, así como el entorno del país nos permitirán que el crédito otorgado al Sector Privado represente más del 40 por ciento del PIB en el año 2018.
Para este año nos hemos fijado como meta crecer la cartera a doble dígito, continuar con la bancarización e inclusión financiera y hacer un esfuerzo especial para promover la formalidad a través del uso del Sistema Electrónico de Pagos.
Asimismo, el día de ayer, después de tener dos muy intensas reuniones de trabajo de todos los asociados con el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, nos fijamos un ambicioso programa de trabajo conjunto para acelerar, aún más, el cumplimiento de los objetivos de la reforma.
Señoras y señores:
Quiero agradecer a mi predecesor, Javier Arrigunaga, y a los señores vicepresidentes Daniel Becker, Héctor Grisi, Javier Foncerrada y Ernesto Torres Cantú, por su dedicación y entrega durante la gestión anterior.
De igual manera mi reconocimiento para Alberto Gómez Alcalá, Presidente Ejecutivo de la Asociación, quien continuará al frente de dicho cargo.
Mención especial merecen los presidentes de las comisiones de la Asociación, Jorge Alfaro, Luis Betancourt, Fernando Díaz, Eliodoro Ruiz y Jorge Terrazas; y, por supuesto, la labor de Juan Carlos Jiménez y de quienes conforman el personal de la ABM.
Finalmente, mi gratitud para todos los voluntarios y el personal de Quiera, la Fundación de la Asociación de Bancos de México.
Y muy especialmente a mi esposa Mónica por su labor incansable al frente de la Fundación; pero sobre todo, por el apoyo y cariño que he recibido de ella.
Señor Presidente, los mexicanos llevamos trabajando muchos años en la construcción de un País desarrollado con estabilidad económica y política. Su Gobierno y las principales fuerzas políticas del País han dado pasos de gran magnitud para lograrlo.
Conviene hacer un alto en el camino para reconocer lo anterior y evaluar al País con objetividad y perspectiva.
La Banca mexicana pasa por un gran momento, está hoy fortalecida y estará a la altura para impulsar la gran oportunidad que tiene México.
Muchas gracias.